El tiempo pasa, la gente olvida y la izquierda intenta reescribir la historia. Sin embargo, también se puede mostrar la otra cara de la historia, tal como sucedió esta semana con la viralización del debate entre Francisco de Piérola, conductor del programa Mundos Paralelos de Canal N, y Joel Calero, quien es el director, productor y guionista de la película “La piel más temida”.
De Piérola acusó que este largometraje de intentar suavizar y romantizar el terrorismo vivido en los años ochenta y noventa.
La película
“La piel más temida”, dirigida por Joel Calero, se estrenó en los cines peruanos el pasado 25 de abril. Fue financiada por el Estado peruano, a través del Ministerio de Cultura (Mincul) con más de 600 mil soles. Al parecer, según el Mincul, el filme de Calero habría sido merecedor de dos “estímulos económicos para la cultura": 570 mil para su producción y 100 mil soles para que la película pueda ser distribuida en las salas de cine peruanas.
Dinero recibido por Calero de parte del Estado para su película “La piel más temida”
Francisco de Piérola fue el primero en denunciar la película. En su cuenta de “X” señaló que “trata de romantizar y humanizar a terroristas” y que la sinopsis de la misma presenta a los terroristas de Sendero Luminoso como “militantes de un grupo subversivo”.
Así es como la izquierda quiere que recordemos a Sendero.
Ante ello, Calero respondió al conductor de Canal N, acusándolo de difamador y desafiando a un debate que dio lugar en el set del canal previamente mencionado.
Durante el debate, lo primero que se recalcó fue que en la película jamás se usa la palabra terrorista, aludiendo a que solo se dice “terruquito” dos veces y “terruco” una vez, durante los 110 minutos de película. Luego criticó que se haya soslayado la importancia de la palabra terrorista.
“Debes entender que el valor de la palabra subversivo y el de la palabra terrorista tienen una connotación distinta. Cuando una persona dice subversivo y no terrorista, lo que quiere hacer es aguar el trago para que pase más fácil”, señaló de Piérola.
Calero precisó que la gente solo se queda en una dicotomía de la palabra terrorismo y conflicto armado interno. Por su parte, Francisco de Piérola refutó que para las fuerzas militares es un error que se utilice la palabra subversivo para hablar del terrorismo.
“Pregúntale a cualquier militar, o a cualquier policía que luchó contra los terroristas, ya que ellos están inmensamente ofendidos cuando se utiliza la palabra subversivo y las palabras conflicto armado interno. Gracias a ellos ahora tú tienes la libertad para hacer películas que están cuestionando su trabajo“, sentenció.
Una de las frases más controversiales de la película es cuando uno de los personajes crítica a los terroristas de Sendero Luminoso, sin usar la palabra terrorista, claramente, señalando que eran “dogmáticos, parecían robots, sin alma, sin sentimientos”. A lo que otro personaje le contestó “pero eran humanos, ¿acaso tú nunca te haz equivocado?”.
Impuestos para el cine
No sorprende que Calero haya sido uno de los más grandes opositores de la “Ley Tudela” que buscaba que las películas peruanas no puedan recibir como “estímulo económico” más del 50% del costo de producción de la película.
El cineasta habría recibido más de 2 millones de soles por parte del Estado para financiar sus películas desde el 2013. Al parecer el Ministerio de Cultura habría considerado que Factoría Sur Producciones E.I.R.L, la empresa individual de Calero, sea merecedora de seis estímulos para sus películas.
Ante ello, recordemos lo que dijo el productor americano Dennis Crow a El Reporte sobre el financiamiento completo de películas por parte del Estado.
“Una industria subsidiada al 100% por el gobierno es comunismo por definición. La inversión privada y el libre mercado son la única manera de garantizar la vitalidad de cualquier industria. Hay que recalcar que lo único que genera un subsidio de esa naturaleza es que el cliente se vuelva el ministerio, distorsionando así la información entre artista y público”, sentenció.
Lamentables vínculos
Mientras se acusa a Calero de intentar humanizar a los terroristas y de suavizar el terrorismo, se revelan diversos datos que hacen dudar de la ética del cineasta hoy aclamado por la izquierda peruana.
Ante todo se ha evidenciado cierta simpatía de Peter Cárdenas Schulte, fundador del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, uno de los dos grupos terroristas más grandes del Perú, con el director Joel Calero. Asimismo, Cárdenas Schulte, quien fue puesto en libertad en 2015 después de ser condenado a 25 años de prisión (después de que se anulara su cadena perpetua), ha recomendado la película dentro de sus redes sociales.
Asimismo, el fundador del MRTA también calificó a Joel Calero como un amigo suyo.
Terrorista llamando a Joel Calero su amigo
De igual manera, se ha registrado como Calero ha publicado lamentables tweets en contra de la vida de Keiko y Kenji Fujimori, deseando que “Kenji degolle a Keiko en el preciso instante en que esta le hunde un cuchillo en el hígado al benjamín de esta estirpe mafiosa y nefasta”. ¿Qué ansias de violencia, no?
Tweet de Calero deseando la muerte a los hermanos Fujimori
Es lamentable que se produzcan películas que minimizan un época tan oscura como fue la del terrorismo en el Perú. Y es aún más lamentable que sea el Estado el que financie estas producciones que dañan nuestra historia y la reformulan buscando que el terrorismo sea visto como una “revolución” y no como una consecuencia del comunismo, marxismo, leninismo y maoísmo aplicado por Sendero Luminoso y el pensamiento Gonzalo durante aquellos años.