“¡La derecha busca censurarnos! ¡No quieren que nuestras voces sean escuchadas! ¡Los fascistas solo quieren expandir su discurso de odio!”. Esas son algunas de las afirmaciones que exclama la izquierda en todo el mundo. Vociferan que es el régimen el que los aplasta y no los deja expandir sus ideas. Sin embargo, los verdaderos atentados en contra de la libertad de expresión se encuentran, para variar, en países socialistas. Un ejemplo de ello es lo que ha sucedido esta semana en Brasil.
El juez del Tribunal Supremo de Brasil, Alexandre de Moraes, quien ha sido cuestionado anteriormente por ser un operador político de Lula da Silva dentro de la justicia brasilera, ordenó este viernes que suspendieran la red social “X” en su país. Todo esto debido a un proceso que enfrenta la empresa de Elon Musk por no eliminar contenido. Según el magnate sudafricano, el juez brasilero le habría exigido a “X” a aceptar una especie de censura secreta y además a entregar información confidencial de sus usuarios, asegurando que esa es una de las razones principales por las cuales decidió cerrar sus oficinas en el país sudamericano.
De esta forma, las autoridades brasileras quieren asegurarse de que el pueblo brasilero no pueda leer información no deseada en “X”. La red social no estará disponible para nadie en su territorio, las tiendas virtuales como el “App Store” o “Google Play” tienen 5 días para retirar a la aplicación de sus catálogos, y además multarán con 50 mil reales diarios a aquellos que utilicen la aplicación “de manera ilegal" mediante el uso de VPN (redes privadas en las que un usuario puede simular que su dispositivo se encuentra en otro país).
En otras palabras, pueblo brasilero, cuídense, porque el gobierno de Lula no permitirá que se nutran de información que no favorezca su autoritarismo socialista.
Así, el gobierno brasilero se suma a las filas de Maduro, quien hace unas semanas también suspendió la red social, exclamando “¡Fuera Elon Musk!” (Los invito a ver el corto animado de producción del gobierno de Maduro llamado “Super Bigote V.S. Elon Musk).
Cada día los gobiernos socialistas latinoamericanos se asemejan más a la China de Xi Jinping o la Rusia de Putin, donde la censura es una cotidianidad.
Pero esto no queda solo en Brasil. El dueño de “X” señaló hace unas semanas que la Unión Europea le había ofrecido un trato por debajo de la mesa. ¿Qué le ofrecían? Según Musk, la Comisión Europea le ofreció a “X” censurar de manera silenciosa ciertos discursos políticos, no multarían a la empresa por no cumplir con sus normas de “transparencia”. Asimismo, el sudafricano señaló que otras redes sociales sí aceptaron el trato.
Una clara indirecta a Mark Zuckerberg, CEO de “Meta”. El creador de Facebook, en reiteradas ocasiones, ha sido acusado de favorecer a la izquierda internacional en sus aplicaciones. A mediados del año pasado, el miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos abrió el caso “Facebook files” denunciando a Zuckerberg de censurar ideas conservadoras durante la pandemia, por mandato de Joe Biden.
Si bien estas eran acusaciones, esta semana, Zuckerberg confirmó que “cedió” a la voluntad del mandatario americano, y censuró contenido conservador, comentarios antivacunas e información relacionada el hijo del jefe de Estado americano, Hunter Biden, antes de las elecciones del 2020.
¿Será que no se vendió también a las exigencias de Lula?
Supuestamente, las redes sociales eran plataformas para que las personas pudiesen expresar su opinión libremente, sin embargo, vemos que las exigencias de diversos países han logrado vulnerar aquel propósito en algunas redes. Lamentablemente, en aquellas que se niegan a ceder ante esta opresión, se les termina condenando. ¿Nos encaminamos al fin de la libertad de expresión?