¡Solo quieren un fraude! Las próximas elecciones americanas están a la vuelta de la esquina, y muchos ya han comenzado a enviar sus votos por correo. Es indudable que este es el sufragio más importante en el mundo y que, gane quien gane, habrá un cambio en el globo.
No obstante, es válido señalar que podríamos estar ante las elecciones menos transparentes de la historia americana. Una de las políticas de los demócratas ha sido la de promover la votación sin la necesidad de que se solicite un “photo id”, es decir, una identificación con foto a los votantes, lo que vuelve más difícil la fiscalización y la transparencia de las elecciones.
Estados como Nueva York no solicitan a sus votantes una identificación para votar, lo que sin duda alguna puede deslegitimar las elecciones. Actualmente, catorce Estados en el país norteamericano no exigen a sus votantes presentar ningún tipo de identificación para acudir a las urnas, según el canal informativo de Fox. El caso más extremista es el de California, gobernada por el demócrata Gavin Newsom, en la cual, por ley, estará prohibido que se le exija a los votantes cualquier tipo de identificación para votar.
Esto es, sin duda alguna, una contradicción. No solo porque se presta a deslegitimar los resultados electorales, sino que además va en contra de la voluntad de los propios americanos. Una encuesta realizada por Gallup del pasado jueves señala que el 84% de los americanos encuestados está a favor de que se exija una identificación con fotografía para votar, además de que el 83% indica que los votantes que sufragaron por primera vez deberán probar que son ciudadanos americanos.
Es decir que el americano no quiere que vote cualquiera. Y mientras tanto, surgen los rumores de que un estudiante chino habría sido acusado en Michigan por votar de manera ilegal en las elecciones presidenciales.
Los demócratas justifican que no se requiera identificación -ni ciudadanía- para votar, porque su exigencia “atenta” contra el derecho al sufragio, por los grupos “vulnerables” que no cuentan con identificación. Sin embargo, el verdadero atentado es el de no corroborar que quienes votan, son en realidad, aquellos que deben presentarse en las urnas, y no un tercero que suplanta su identidad. Más aún en países como Estados Unidos donde el sufragio no es obligatorio.
No solicitar una identificación a los votantes, condiciona la democracia. Bien lo señala el filósofo italiano Norberto Bobbio, en su ensayo “Democrazia e segreto”, donde señala que la democracia es la institución que puede ejercer el mayor control sobre los poderes públicos por parte de los individuos, pero solo si estos funcionan con la mayor transparencia posible.
Sin transparencia, los individuos pierden el control en la democracia.
El partido demócrata, mediante sus gobernadores, sigue tratando de hacer todo lo posible para que le sea más difícil a Trump ganar las elecciones, comprometiendo así la democracia estadounidense. La única razón por la que no quieren que las personas se identifiquen para votar, es porque anhelan que muchos sean suplantados, sino no habría aquel ímpetu por crear más ambigüedad en las elecciones. ¿Obtendrá Trump los votos suficientes?