Al maestro con cariño
Aún no había amanecido y ya el maestro estaba de pie, duchado y cambiado, revisando y preparando sus clases del día. Luego de un desayuno muy franciscano —un poco de té caliente y un pan frío del día anterior—, se despidió de su esposa aún dormida y salió para el colegio con la mañana todavía …...