Escrito por 15:35 Opinión

¿El peruano odia los derechos humanos?, por Franco Consoli

La defensa de los derechos humanos en el mundo, sobre todo en este hemisferio, es bastante controvertida. Como ha recalcado Bukele hace unos meses, para los organismos internacionales, los pobrecitos siempre son los delincuentes y nunca los inocentes.

Nuestra historia reciente está llena de controversias que giran en torno a los derechos humanos. Tenemos, inclusive, un presidente preso por violarlos. Así como terroristas que fueron liberados y que hoy están en las calles, gracias a la “protección” de estos derechos.

Es por esas razones, entre otras, que los peruanos critican los derechos humanos. Lo podemos ver cuando hace unas semanas el exministro Becerra, que no es santo de mi devoción, fue más que aplaudido por gran parte de la población, salvo por la cúpula caviar, cuando dijo que deberíamos salirnos de la CIDH.

Es una exclamación más que legítima. Porque, honestamente, el pueblo piensa igual. La gente, -respondiendo a la pregunta del título-, quizás no odia los derechos humanos, pero sí está harta de cómo los organismos internacionales, como la CIDH o la OEA, los manipulan y los usan para justificar a los delincuentes, a los terroristas y a todo criminal que puedan salvar.

Ahora, es verdad que, dentro de la mentalidad del peruano, particularmente en aquellos que ya cuentan con una edad mayor, existen ciertos rasgos de anhelación del autoritarismo que tampoco podemos negar.

No es raro escuchar cerca del período de elecciones la típica frase: “Yo quiero un candidato que tenga mano dura y haga respetar la ley”. O inclusive en tiempos sensibles como los que vivimos a inicios de año: “Como no hay un militar que tenga pantalones, que tome el poder y arregle el país en 10 años”. Si conocen de historia universal, usarán de ejemplo a Lee Kuan Yew, quien fue el mandatario de Singapur por 30 años, transformando el país, pero limitando las libertades individuales de la población.

En la actual tensión migratoria que estamos viviendo, por culpa de las malaventuradas acciones del gobierno chileno, que infringe las reglas del derecho internacional, he también podido escuchar a peruanos decir que cómo era posible que no vayan los militares a la frontera, con la venia de disparar a la pierna a quien se atreva a cruzar sin autorización. Eso sería una gran violación de derechos humanos.

Pero la verdad me parece que es la siguiente: el peruano, hoy, prefiere el orden, la soberanía, la estabilidad del país y su seguridad por encima de cualquier otra cosa. Y para ser honesto, me parece que es lo justo. Es por eso por lo que el pueblo respalda las acciones del gobierno durante los actos terroristas que vivimos en el primer trimestre de este año. Porque la gente sabe lo que es vivir el caos, y no quieren repetirlo. ¡Y con justa razón!

Sí, se pueden cometer excesos, pero alguien me diga cuándo no se han cometido excesos frente a terroristas. Díganme quién se ha librado del terrorismo valorando al pie de la letra los derechos de los terroristas, de los criminales, quienes no respetan para nada los derechos del pueblo al que atemorizan y destruyen.

Por eso, cuando la CIDH y la OEA en su informe sobre la situación de DDHH en el Perú en el contexto de las “protestas sociales” nos dicen que el gobierno ha cometido abusos, -según ellos-, “restricciones a los derechos de reuniones pacíficas” -que no lo fueron de ninguna manera-, y más disparates de este tipo, solo los caviares se subirán al carro para apoyarlos.

Porque para los peruanos, los derechos humanos de los criminales no son una prioridad. Mientras que, para organismos como estos, parecen ser los únicos que importan.

Visited 4 times, 1 visit(s) today
Etiquetas: , , , Last modified: 5 de noviembre de 2025
Close