El aprismo a lo largo del último siglo, ha sido protagonista de la vida nacional. Un joven Víctor Raúl Haya de la Torre entregó de manera simbólica la bandera indoamericana a un grupo de universitarios mexicanos, un 7 de Mayo de 1924. Los exiliados apristas dieron vida a un movimiento político de frente único, que desde un inicio marcó sus diferencias con el comunismo internacional. La fundación del P.A.P. un 20 de Setiembre de 1930, por una pléyade de trabajadores manuales e intelectuales, representó un cambio cualitativo en la política nacional. El Programa Máximo del APRA o el Programa Mínimo expuesto por Haya de la Torre un 23 de Agosto de 1931, marcaron el derrotero de un partido pluriclasista, que desde un inicio se propuso llegar a la conciencia del pueblo.
Los largos exilios, los años de clandestinidad, de persecución o prisión impidieron que el APRA participara de sucesivos comicios nacionales. Cuando en 1962, las Fuerzas Armadas se pronunciaron en contra de la victoria alcanzada por Haya de la Torre se consumó el Veto institucional de las Fuerzas Armadas. Víctor Raúl preside la Asamblea Constituyente en 1978, firma la autógrafa de la Carta Magna. Fallece un año después, en medio de una gran conmoción nacional.
Mi generación conoció a Víctor Raúl en la etapa final de su vida, celebró su victoria en 1978 y lloró su muerte un año después. La llegada tardía del APRA al poder en 1985, bajo el liderazgo de Alan García representó un hito político. El autogolpe del 5 de Abril de 1992 puso de manifiesto la vocación autoritaria de Alberto Fujimori. El retorno del presidente García en el 2001, su victoria en el 2006 frente al candidato financiado por Hugo Chávez, permitió que se iniciara una etapa de expansión económica con resultados significativos en el campo de las finanzas públicas y la reducción de la pobreza. La muerte del presidente Alan García en Abril 2019, como parte de la “trama de Odebrecht” fue parte de un plan urdido por el Equipo Especial LavaJato y el nefasto gobierno del hoy sentenciado Martín Vizcarra.
El APRA hoy debe volver a ser protagonista de la vida nacional. Las Elecciones Internas convocadas para el domingo 30 de Noviembre, demuestran que el APRA es un partido de militantes, en el que bajo el mecanismo de “un militante un voto” se eligirá al candidato presidencial, las listas congresales y al Parlamento Andino.
Como pre candidato presidencial, me he propuesto recoger el legado de Haya de la Torre. El Perú necesita insertarse en la economía internacional, sabiendo tratar con los imperialismos que pugnan actualmente por la supremacía mundial. Es necesario saber tratar como lo dijo Víctor Raúl, atraer inversión extranjera en un mundo signado por la revolución tecnológica y la integración de mercados. El Perú debe afianzar sus relaciones económicas con los Estados Unidos, con el Asia Pacífico y sus principales socios comerciales, entre ellos la República Popular China.
El Perú debe volver a ser un referente latinoamericano, como lo fue durante el segundo gobierno del presidente Alan García. Necesitamos crecer a tasas de no menos del 6 % anual, reducir la pobreza y pobreza extrema, fortalecer la institucionalidad democrática. La “trama de Odebrecht” debe ser superada, desdeñando el accionar político del Ministerio Público y el Poder Judicial. El Perú requiere que partidos con ideario e historia, con militantes disciplinados asuman tareas de gobierno. El extremismo de izquierda y los intereses económicos defendidos por determinados partidos, deben ser confrontados con propuestas de gobierno sensatas. No es el fin del imperialismo, ni el fin de la globalización.
El APRA debe proponerse ser gobierno, levantando las banderas de la libertad, debatiendo política e ideológicamente con todos aquellos que pretenden imponer tiranías en la línea del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla. El Perú necesita defender su soberanía, su seguridad nacional y fortalecer los servicios de inteligencia para enfrentarse a organizaciones como el “tren de Aragua” que se ha establecido en nuestro país, en varios países de la región e incluso en las principales ciudades de los Estados Unidos.
Como Pre-Candidato Presidencial, formado en el partido de Haya de la Torre, siento que tengo el imperativo y el deber de asumir el liderazgo de una campaña nacional por la presidencia de la República. El APRA debe volver a ser el primer partido político del país, recuperando parte de su electorado. El APRA tiene que asumir tareas de gobierno con responsabilidad. Soy José Antonio Torres Iriarte, lidero la plancha presidencial # 8, abogado con formación en derecho internacional económico y en ciencia política. En la línea de Haya de la Torre, es necesario comprender el mundo actual, siguiendo la tradición de probidad y austeridad que marcaron la vida de Víctor Raúl Haya de la Torre. El APRA tiene un gran imperativo.

