Escrito por 07:59 Informes

¿Guerra en el caribe?, por Patricio Krateil

La relación entre Estados Unidos y Venezuela se encuentra en uno de sus momentos más críticos en años recientes, con una escalada de acciones militares, declaraciones duras desde la Casa Blanca y una retórica que gira cada vez más cerca de la idea de una confrontación directa con la tiranía de Nicolás Maduro y los carteles de droga que el gobierno comunista protege y financia mano a mano con el narco colombiano y boliviano.

En las últimas semanas, el presidente estadounidense Donald Trump ha reafirmado que “no descarta una guerra con Venezuela”, en declaraciones a la cadena NBC News en las que afirmó que mantiene todas las opciones sobre la mesa tras meses de presión militar y diplomática sobre Caracas. Entre las medidas más recientes, Trump ordenó un bloqueo completo a los petroleros sancionados que intenten entrar o salir de Venezuela y ha autorizado la incautación de embarcaciones cerca de sus costas forzando de esta forma al gobierno a rendirse, negociar a las cabezas para una salida mas sencilla o simplemente para bajarse los posibles ingresos del régimen y debilitarlo aún más.

Desde la administración estadounidense se ha concluido que el presidente ilegitimo Nicolas Maduro dirige o está vinculado a estructuras delictivas como el denominado “Cartel de los Soles”. Y justamente es a partir de que representa a una organización criminal narcoterrorista que opera llevando droga y criminalidad a Estados Unidos es que automáticamente Maduro, además de ser un presidente ilegitimo y no considerado así por la mayoría de países democráticos, es para el gobierno de Trump un enemigo acérrimo de la patria gringa.

Por ello mismo es que voceros como el secretario de Estado Marco Rubio han calificado al gobierno venezolano de “intolerable” y asociado con terroristas y carteles de droga, planteando que la situación actual representa una amenaza directa para la seguridad de Estados Unidos.

En Washington, los líderes que apoyan la línea dura sostienen que solo con una presión contundente, potencialmente incluyendo operaciones militares más allá de las actuales, podría terminar el narcorégimen de Maduro y su influencia en el tráfico de drogas y la migración irregular hacia Estados Unidos. Según algunos analistas que defienden esta postura, las sanciones económicas y la presión diplomática no han sido suficientes para provocar un cambio de comportamiento en Caracas.

No obstante, esta escalada ha suscitado alarma en la comunidad internacional y en gobiernos de la región. Líderes como Luiz Lula da Silva de Brasil han advertido que una intervención militar estadounidense podría desencadenar una “catástrofe humanitaria” y desestabilizar aún más a un continente ya marcado por tensiones migratorias y económicas.

La pregunta es ¿Hasta cuando se va a permitir un régimen que empobrece a sus ciudadanos, que destruye las vidas humanas que no tienen salud ni comida? ¿Hasta cuando se va a permitir que un aparente jefe de estado este involucrado con carteles de droga internacionales? ¿Por qué Maduro tendría que ser intocable?

No solo es un dictador, sino un exportador del crimen. Sus ciudadanos huyen y rezan porque alguien con los pantalones como Trump ataque al régimen comunista de una buena vez.

Desde Caracas, el régimen de Maduro ha rechazado categóricamente las amenazas y acciones estadounidenses, calificándolas de “agresiones ilegales contra la soberanía venezolana”. El gobierno bolivariano ha movilizado fuerzas, activado milicias y denunciado a Washington ante organismos internacionales, mientras niega las acusaciones sobre vínculos directos con el narcotráfico global. El propio Maduro ha propuesto en ocasiones diálogos y cara a cara con Trump.

El tema es que puede negociar Maduro, la paz imposible. Pues hay crímenes que tiene que pagar y al menos que no heche a todos los protagonistas, generales y lideres de narco de la región, su destino no será muy diferente. No se puede pretender salir ileso cuando tu país es el exportador del delito más importante de la región sur de América.

Pero pese a ello, si ha habido comunicaciones y parece que no se ha llegado a una salida la cual Trump consideraría buena para su país.

Mientras tanto, en el Capitolio de Estados Unidos, el debate sobre la legalidad y los límites de la acción ejecutiva continúa. Recientemente, la Cámara de Representantes rechazó resoluciones que buscaban limitar el uso de la fuerza en Venezuela sin la autorización del Congreso, reflejando una división política interna sobre hasta dónde debería llegar la presión militar contra Caracas.

Lo que se entiende es que la situación es excepcional, Estados Unidos, está en una operación militar anti terrorista y la burocratización de estas acciones solo podrían desfavorecer y retardar los resultados. No hay tiempo para tibiezas.

No obstante, la pregunta de si Estados Unidos emprendería una intervención militar directa en Venezuela sigue sin respuesta clara, aunque la posibilidad ya ha sido expresamente admitida por el propio presidente Trump. Sin embargo, cuanto mas se dilate todo mas gasto se esta gestando desde el gobierno, más fuerte se hace la oposición y más posibilidades de fuga de Maduro y demás elites caribeñas pueden darse.

La declaración de guerra se ha dado, el paso siguiente es entrar y una buena vez ponerle fin a la tiranía narco comunista de Nicolas Maduro.

Visited 2 times, 1 visit(s) today
Last modified: 22 de diciembre de 2025
Close