Esta semana fue la presentación en Lima del libro Generación Idiota (Harper Collins 2023), el más reciente de Agustín Laje. Hasta ahora no sé cómo explicar lo alucinante y sorprendente que resulta el impacto del autor argentino en nuestro país. Juntando a 1600 personas en dos conferencias y una firma de autógrafos que duró cerca de 7 horas sin parar, con centenares de personas que hacían cuadras de cola para conocer y obtener una firma de Laje.
Tuve la oportunidad de ser parte del staff del evento de firma de autógrafos el sábado y ser testigo de cómo los peruanos, de todas las edades, acudían a la Casa de la Moneda para tener unos minutos con quien es el ídolo de muchos. Niños de entre 10 y 12 años, adolescentes, universitarios, adultos y abuelos, en la fila uno veía a gente de toda edad, con su libro en mano y el ansia de conocer a quien es, probablemente, la persona más influyente de la derecha en América Latina. Fue una experiencia muy grata.
Debería alegrarnos que sí hay jóvenes que quieren aprender y quieren seguir a la derecha, jóvenes a los cuales nuestros políticos deberían tratar de llegar.
Es de verdad admirable la influencia que puede tener Agustín en toda la región. En una época donde cada vez hay más gente “sensible” que rechaza la verdad, y que la considera opresora. Son muy pocos los que combaten a capa y espada el progresismo, enfrentándose a una sociedad en decadencia, y que busca cada vez más desvirtuar los conceptos básicos del hombre, atentando así contra su dignidad.
Considero vital el trabajo que viene realizando Laje en los últimos años, porque enriquece el análisis de quienes lo siguen, permite tomar consciencia de lo que está sucediendo en todo el mundo y no solo en nuestra región.
Fomentar, como hace él, que todos seamos parte de la batalla cultural es importantísimo, si no queremos que las ideas de la izquierda se apoderen de la sociedad, de la cultura y de la verdad. Es importante tener una perspectiva no solo crítica, sino también analítica de temas como la identidad y las políticas de género, así como del feminismo, el control de la narrativa y otros temas que se buscan afianzar en nuestra realidad y que nosotros debemos combatir.
Todos debemos combatir contra esta corriente izquierdista. Aun cuando atenten contra nuestra libertad de expresión, o cuando busquen censurar o cancelar las voces que no son políticamente correctas. Porque si no, nos quedamos con una sola narrativa, que es lo que todos los progresistas quieren.
Por esa razón me ha sido tan grato ver a tanta gente que lo sigue. Porque significa que muchos somos parte de la lucha y no pocos como nos buscan hacer creer.
El impacto de Agustín Laje en la sociedad es innegable y es más que bueno en una época donde son las ideas progresistas las que tienen los reflectores. Invito a todos a seguir compartiendo sus ideas, a seguir aprendiendo, porque a todos nos falta aprender, y a ser parte de esta batalla cultural, apoyando a los referentes de esta, como puede ser nuestro compatriota Miklos Lukacs, Pablo Muñoz, Nicolás Márquez o el tan seguido Agustín Laje.