Como hemos discutido en algunas ocasiones, la Unión de Repúblicas Socialistas
Sudamericanas (URSS) es la coalición entre los gobiernos socialistas de la
región, conformando así un bloque que podría ser la perdición de Sudamérica
si no le prestamos suficiente atención y buscamos contrarrestarlo. Considero que
Argentina está en la mejor posición para ser el bastión de defensa frente a la
expansión de la URSS. Su situación política actual es clave para la defensa de la
economía y la libertad sudamericana. Pero, a su vez, también podría ser la perdición de
nuestra parte del continente.
Todo depende de un nombre: Javier Milei. ¿Por qué? No es fácil determinarlo, pero
Milei es la última apuesta que le queda a la derecha americana, aunque como toda
apuesta, no es seguro que pueda ganar siempre. Sus propuestas irrumpen casi como
revolucionarias, arriesgándose a darle un giro a un país como Argentina que ha estado
hundiéndose en las arenas movedizas del socialismo durante muchos años. Para
sacarlos de ahí, deberá llevar a cabo reformas más que arriesgadas, teniendo que
utilizar la motosierra para talar todos esos árboles podridos de la política argentina
que no han permitido que su país avance.
Y si bien sus reformas suenan esperanzadoras, muchos también tienen el derecho de
asustarse ante ellas. Ciertamente se está asumiendo un riesgo al ejecutarlas. Es por eso
que muchos incluso lo tildan de loco.
Sin embargo, la realidad es que si todo lo que propone Milei funciona, no solo sacaría
a Argentina de la miseria, no solo eliminaría todo ese adoctrinamiento que se vive en
las escuelas y en las calles albicelestes, sino que también sería un ejemplo a seguir en
toda la región. Si el liberalismo de Milei funciona y Argentina se convierte en todo lo
opuesto a lo que es actualmente, los líderes de la URSS habrían recibido un gran
golpe. Eso de que “la derecha no funciona” quedaría en el pasado y todo el continente
sería testigo de ello. Esto desmantelaría una de las principales mentiras que nos
venden los socialistas, adeptos de la justicia social y de la igualdad sustantiva.
La pobreza habría sido combatida gracias al liberalismo económico y no debido a los
socialistas que “velan por el pueblo”. No obstante, conviene no caer en la falacia de
presuponer el éxito inminente de Milei en Argentina. No podemos obviar la
posibilidad de su fracaso, y es ahí donde la URSS podría beneficiarse. Si Milei fracasara
en Argentina, si sus reformas no funcionaran o no tuvieran el final esperado, podría ser
el inicio del fin para la derecha sudamericana, dando pie a una expansión completa de
la URSS.
Un supuesto fracaso de Milei significaría que la apuesta de la derecha no funcionó y se
convertiría en el caballo de batalla de todos los representantes de la Unión de
Repúblicas Socialistas Sudamericanas para demostrar que la derecha no funciona y
que el liberalismo económico tampoco. Reforzando así su tan conocida narrativa, lo
que podría potenciar a todos los candidatos o gobernantes de corte zurdo de la
región, debilitando así a la derecha sudamericana, que con Milei habría tenido su
Waterloo.
Es por eso por lo que Milei debe ser el bastión frente a la URSS en caso de que logre
ganar las elecciones. Un gobierno impecable que debe ser la brújula orientadora para
toda la región. Una de las apuestas más grandes del liberalismo y, paradójicamente
también, por la coyuntura actual, una de las más riesgosas.
