El viernes 24 de octubre, el Poder Judicial emitió una sentencia histórica que condenó por delito de terrorismo al congresista Guillermo Bermejo Rojas, a quien expertos pesquisas de la DIRCOTE PNP vigilaron, investigaron y denunciaron desde hace casi 20 años en el 2006, denuncias que fueron recogidas, analizadas y valoradas jurídicamente por la valiente fiscal de la ex fiscalía de terrorismo, la Dra. Eneida Aguilar Solorzano y el procurador antiterrorista Dr. Milko Ruiz, quienes durante todo este proceso, tuvieron las evidencias y la convicción que era el camino correcto de la justicia. Bermejo fue absuelto dos veces por el PJ; sin embargo, como se ha demostrado, no se utilizaron las pruebas correctamente, hecho que ha corregido las anomalías y se abrió paso a la verdad que termina con una condena ejemplar.
El actor principal en esta cacería que duró años fue el histórico Coronel PNP (r) Max Anhuaman Centeno, quien pasó casi toda su vida en la DIRCOTE PNP en una subunidad estratégica, la División de Investigación de Terrorismo Internacional-DIVITI. El personal especializado que trabaja en esta unidad tiene absoluta claridad que el terrorismo internacional, una de las amenazas más execrables para la humanidad, tiene dos características fundamentales: Son de origen ideológico o político, o son de origen religioso. Estas dos han causado muchos estragos a personas inocentes e indefensas por mucho tiempo y por ello, la convicción de quienes investigan este tipo de crímenes es muy elevada.
Guillermo Bermejo era una persona sin oficio ni beneficio, un desempleado y renuente al estudio, que jugaba a ser “revolucionario” sirviendo de correo humano entre organizaciones terroristas de origen ideológico y político como son las FARC de Colombia, el MRTA y Sendero Luminoso en el Perú, así como de otras organizaciones violentistas en Sudamérica, como en Chile o argentina. Los desplazamientos, relaciones, viajes, actitudes y contactos que fueron registrados por policías especializados y supervisados por fiscales y procuradores, crearon la convicción que el sujeto era altamente peligroso por lo que representaba. Incluso, estuvo comprometido en un presunto intento de ataque terrorista a la casa del embajador de los EE.UU. entre el 2006 al 2009. El hallazgo de anfo, clavos y otros materiales para preparar el explosivo en su domicilio, dieron luces claras sobre las actividades criminales de Bermejo Rojas.
Una de sus acciones que llevó a Bermejo a recibir esta condena, es que en su afán de establecer vínculos de las organizaciones terroristas internacionales como las FARC (y sus primos ideológicos del MRTA y el MIR de Chile) con los terroristas de sendero luminoso del VRAEM, se sometió al proceso para su reclutamiento en esta organización criminal, estableciendo contactos, desplazamiento a la zona de la selva, reuniones “partidarias” con los cabecillas Quispe Palomino, entrenamiento militar, adoctrinamiento y la firma de una carta de sujeción que lo ubica perfectamente en el delito de pertenencia a una organización terrorista que la Ley peruana castiga. Las pruebas científicas, testimoniales, documentales y materiales recopiladas para este proceso, han sido fundamentales para lograr la sentencia en mención.
Nuestras felicitaciones al equipo de policías, fiscales y procuradores, por este logro que contribuye con adecentar la actividad política para beneficio de todos los peruanos.
¡Vamos con todo!
