Escrito por 10:28 Opinión

La UE blinda a Maduro, por Santiago Carranza-Vélez

Las últimas decisiones de la Unión Europea sobre Venezuela confirman que Bruselas ha dejado de ser un actor neutral para convertirse en un factor activo en la supervivencia del régimen de Nicolás Maduro. En apenas dos días, la Alta Representante Kaja Kallas no solo anunció 14 millones de euros en nueva “ayuda humanitaria”, sino que desautorizó públicamente la estrategia de presión estadounidense al afirmar que la UE “se ciñe al Derecho Internacional” y que el uso de la fuerza solo sería legítimo mediante una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

El mensaje es claro: mientras Donald Trump endurece su política contra el chavismo —desplegando medios militares en el Caribe y reforzando las sanciones contra los funcionarios del régimen—, Bruselas se distancia y asume el papel de “contrapeso moral”, proyectando una imagen de moderación que, en la práctica, socava la cohesión del bloque occidental frente a las dictaduras del Caribe.

Kallas sabe que el Consejo de Seguridad está bloqueado por Rusia y China, precisamente los dos principales aliados del chavismo. Invocar ese mecanismo equivale a renunciar a cualquier acción efectiva. Pero la declaración no fue ingenua: fue un gesto político dirigido a marcar distancia de Washington y reafirmar el modelo europeo de diplomacia procedimental, más preocupada por el lenguaje de la legalidad que por la defensa real de la libertad.

La ayuda económica anunciada tampoco es inocente. Los fondos europeos, canalizados a través de agencias y ONG que operan bajo la supervisión del propio Estado venezolano o de su oposición controlada, nunca suelen llegar a los más necesitados. Recordemos también que en 2024 se dieron desde Bruselas más de 70 millones destinados a “programas de resiliencia alimentaria”.

En términos geopolíticos, la UE ha optado por financiar la gobernabilidad del chavismo a cambio de previsibilidad regional.

Frente a ello, Trump ha devuelto al tablero hemisférico la lógica del poder. Su estrategia combina sanción financiera, bloqueo logístico y despliegue militar con un objetivo claro: romper los vínculos entre el narcotráfico y el poder político en Caracas. No se trata solo de Venezuela, sino de un entramado que conecta a La Habana, Teherán y Pekín.

La respuesta europea va en la dirección opuesta. En lugar de fortalecer la presión conjunta de Occidente, Bruselas actúa como freno político de la ofensiva estadounidense, priorizando su imagen de “mediador” sobre la defensa de la democracia.

Europa no está ayudando a los pueblos oprimidos, sino sosteniendo un régimen a través de la desautorización de la nueva política de Trump. En nombre del “Derecho Internacional”, ha decidido financiar y blindar al chavismo, incluso a costa de fracturar la unidad del mundo libre frente a la opresión.

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Etiquetas: , , , , , , , , , Last modified: 4 de noviembre de 2025
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