En un país donde la política se decide cada vez más en el terreno digital, las redes sociales se han convertido en un escenario clave para los próximos comicios. A menos de un año del inicio de la campaña electoral de 2026, los partidos peruanos y sus líderes han trasladado buena parte de su discurso y su estrategia a las pantallas o por lo menos se estima que eso comiencen a hacer con mayor intensidad.
En ese sentido, según el informe Global Digital Insights 2025 de DataReportal, el Perú cuenta con 24,5 millones de identidades activas en redes sociales, lo que representa el 71% de la población. La consultora eBIZ detalla que Facebook sigue liderando con unos 25 millones de usuarios, seguida de TikTok (19,7 millones), YouTube (17,5 millones) y WhatsApp (más de 13 millones).
Las redes de Meta (Facebook e Instagram) son las preferidas por candidatos y partidos para difundir mensajes, transmitir en vivo y segmentar publicidad electoral. Su alcance entre adultos y mayores de 35 años sigue siendo determinante.
WhatsApp, en cambio, reina en la comunicación privada y rápida. Allí circulan desde mensajes oficiales hasta rumores y noticias falsas. Por eso, la ONPE y el JNE han creado sistemas de verificación de información para frenar la desinformación en esta red.
Entre los jóvenes, TikTok es la nueva arena política. Candidatos e influencers usan videos cortos, humor y emoción para captar atención en segundos.
Por su parte, X continúa marcando agenda. Es la red donde se mueven periodistas, analistas y políticos; muchas veces, los temas que nacen allí terminan dominando los noticieros y las conversaciones en otras plataformas.
Pero, ¿qué tanto está conectado el país?
De acuerdo con el OSIPTEL, el 95% de los peruanos usó internet en 2023 para redes sociales o mensajería. El crecimiento ha sido más fuerte entre los adultos mayores que pasaron de 40% a 60% en cinco años y los sectores populares, donde el acceso pasó de 50% a 66%. Los adolescentes, en cambio, son quienes más tiempo pasan conectados: hasta cuatro horas al día.
Ante la creciente realidad de las redes no podemos negar que estas se han convertido en un campo de batalla político importante dentro del país, un territorio donde hay que decirlo, información convive con la manipulación y donde los clics pueden pesar más que las ideas, volviendo el discurso político algo ya pasado de moda para los jóvenes.
El futuro esta en las redes, sin lugar a dudas, pero ello no tiene porque tener que socavar ni ponerle punto final al discurso político como tal. Las propuestas no pueden ser reemplazadas por trends de Tiktok y el voto no debe ser la extrapolación de un like. Esperemos que los partidos políticos y el electorado tengan eso en mente y actúe siempre con prudencia en el uso de estas herramientas.
