Escrito por 12:54 Opinión

Mayores impuestos, castigo al mérito, por Diego Kobashigawa

El día de hoy, el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, anunció que su gobierno implementará una reforma tributaria que buscará un sistema “más justo”. Asimismo, se sabe que el déficit fiscal en Colombia ronda los 11 mil millones de dólares, brecha que buscará cerrar mediante esta reforma tributaria.

Es así que, el gobierno de Petro propondrá que aquellos patrimonios líquidos a partir de los 1,000 millones de pesos (220,000 dólares) se graven con una tasa marginal del 0.25%; entre tanto, desde los 2,000 millones de pesos (440,000 dólares) sería de 0.5%; para los 3,000 millones de pesos (660,000 dólares) estaría en 0.75%, y de 4,000 millones de pesos (880,000 dólares) hacia adelante en 1%.

Por si fuera poco, la reforma contemplaría que las grandes y medianas empresas tributen 30% de sus ganancias, y las pequeñas el 25%. Pero, además de las empresas, el plato fuerte de la reforma contempla a las personas naturales, se trata de gravar con un impuesto adicional a las personas cuyos salarios se encuentren por encima de los 10 millones de pesos (2,200 dólares), argumentando que se trataría de los 420,000 contribuyentes de mayores ingresos en el país.

Esto se trata de un castigo al mérito y una injusticia per se.

Por ejemplo, si uno es un microempresario tocaría pagar 25% de las ganancias al Estado, digamos que este empresario en base a su propio esfuerzo ha logrado que su empresa se formalice y crezca, ahora le tocaría pagar 30% de sus ganancias, ¿qué clase de premio a la eficiencia es este? Más que un premio parecería un castigo, los incentivos a crecer desaparecen.

Por otro lado, un trabajador que ha logrado ahorrar una cantidad considerable de dinero a costa de su propio esfuerzo, dejando de viajar, de comer en restaurantes caros, de comprarse ropa, entre otros lujos que pudo haberse dado, pero no se dio, decide comprar un departamento en 300,000 dólares. Con la nueva reforma tributaria de Petro, este tendría que pagar un impuesto marginal de 0.25% sobre el valor que ahorró durante muchos años para comprarse el departamento. Otra vez, ¿qué incentivo para ahorrar tenemos?

El gobierno debe atacar la base del problema, reducir gasto gubernamental -que por ahí se filtran los fondos-, premiar al que merezca ser premiado -por su esfuerzo y eficiencia-, y castigado al que merezca ser castigado -por su ineficiencia y falta de visión a futuro-.

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Last modified: 30 de octubre de 2025
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