OpiniónMartes, 21 de junio de 2022
La falacia “Liberprogre”, por Lizandro Bonilla
Lizandro Bonilla
Comunicador Social

Desde hace meses se ha venido acuñando la expresión “liberprogre” para tirársela a todo aquel que no se maneje y exprese dentro de los parámetros de lo que el “conserva” de turno indica. Nótese que dije “conserva” y no conservador. No son lo mismo. El “conserva” es un “progre” del equipo contrario. Es alguien que solo pretende usar el poder y la violencia del Estado para imponer su sociedad ideal porque “él tiene la razón”. El conservador es diferente, es analítico, no reaccionario. Es prudente, es decir que usa la razón y la experiencia para evaluar las situaciones. El conservador es escéptico y racional.

Hecha esta aclaración pasamos al tema de esta columna, amigo lector ¿Existe el “liberprogre”? La respuesta es simple y contundente, no. No existe porque es un oxímoron en toda regla. El liberalismo no es más que el respeto del proyecto de vida del prójimo con base ética en el principio de no agresión y la defensa de la vida, libertad y propiedad privada. No hay más. El liberalismo no es la defensa del mercado, no es solo la economía, no es la defensa del empresario. Es lo que es y nada más. En ese sentido, un liberal no puede ser “progre” porque este necesita de la fuerza del Estado y de la ley para imponer su sociedad idea y anticientífica.

El liberalismo no es funcional ni a “progres” ni a “conservas” y es por eso por lo que lo atacan ambos. Simplemente, plantea la no imposición de una forma sobre otra, plantea que las reglas sean justas para todos así piensen diferente y es acción de los agentes de la sociedad motivar, convencer y educar a los demás, a través de la conversación y el argumento, para lograr una sociedad armoniosa que se aleje de los vicios humanos.

Finalmente, me adelanto. Como sé que me van a poner el ejemplo de Gloria Álvarez como el estereotipo de “liberprogre”, pues lo dejaré claro. Para mí, no es liberal, es una “progre” que quiere mercado y nada más. Su actuar amenazando a Laje con denunciarlo si sigue hablando de ella o decirle que si no tiene útero no puede hablar de aborto no es actitud liberal, es actitud “progre”. Lo he dicho ya varias veces, pero aquí va una más, el 90% de “conservas” no sabe lo que es el conservadurismo y el 90% de liberales no sabe lo que es el liberalismo. Así como están las cosas, se explica la polarización tan absurda que vemos. El “liberprogre” es el nuevo “neoliberal”, pero esta vez ya no viene de la izquierda, sino de la derecha.