La fauna del Congreso cada vez queda más expuesta. Van como perros oliéndose entre ellos mientras la jauría predatoria de la izquierda socialista del siglo XXI -y la del siglo XIX también- avanzan campantes por la llanura. Pocas veces se ve tan claro cómo las hambres personales y las necesidades de poder se anteponen a las verdaderas necesidades de los ciudadanos. Esta olla de cangrejos es la muestra perfecta de lo que son capaces los políticos, de lo que son capaces los seres humanos cuando priman sus ambiciones personales.
Aquí no se salva nadie, pero siguen endiosando políticos como si ellos fueran la solución -por lo menos los que tenemos- ante el desgobierno de este grupo parasitario encabezado por el inmoral Pedro Castillo. Camones es de APP -partido que ha sido aliado descarado del próximo residente de Piedras Gordas y actual presidente-, con ella van Somos Perú, el partido del peor traidor a la patria de los últimos tiempos, Martín Vizcarra y de los sobones Salaverry y Salas -sí, el paladín de Palacio al que se le caen las ruinas que están al cuidado de su cartera de “las culturas”-. También van Podemos, partido de Daniel Urresti que es otro alfil político del gobierno. Finalmente, se suma la niña fea del baile, esa con la que nadie quiere salir en la foto, pero que hace lo que sea con tal de ser incluida. Sí, Fuerza Popular anda también en esa lista.
Ojo, las otras son iguales o peores. Ahora va también Esdras Medina, hasta hace unas semanas alabado por su participación en la ley de autonomía universitaria, pero que ahora coquetea con Waldemar Cerrón y las otras facciones del oficialismo -hay que ser bien gil para pensar que se pelearon en serio. Votan el bloque, pero ahora tienen más chance de pedir comisiones que como una sola bancada no les habrían dado-. Por último, viene la lista de RP con Echaíz a la cabeza, a priori la imagen más aceptada para presidir el Congreso, pero que está dispuesta a las franelas más descaradas con la izquierda para llegar al sillón.
Verdaderamente es indecible el asco que causan en el Congreso y sorprende la capacidad que tenemos para elegir peor cada cinco años. Este Parlamento lleno de ganapanes pretende ser la oposición a una estructura manejada por el MOVADEF y sus diferentes variantes. Sí, este Congreso se sigue moviendo feliz mientras somos nosotros los que pagamos la cuenta de sus desventuras. Hay circo, sin pan, pero circo siempre.