Respecto a las aseveraciones vertidas por el señor Fernando Rospigliosi refiriéndose a la Secretaría General Institucional en su artículo "¿Los niños del APRA?", desde nuestra organización política rechazamos categóricamente las falsas presunciones expresadas por el señor Rospigliosi.
La gestión que conduce la Secretaría General Institucional se afirma en un proceso irrenunciable de renovación partidaria, de la mano con las bases, fortaleciendo la democracia interna y transparentando la gestión de los recursos y activos que administra nuestra institución.
El Pueblo aprista nos dio el mandato de realizar una gestión horizontal, escuchando el sentir de las bases de manera descentralizada, con una amplia participación de las provincias, impulsando la voz de los jóvenes, mujeres y la clase trabajadora.
Asimismo, deploramos la posición discriminatoria del señor Rospigliosi respecto a mi procedencia. No es un demérito haber iniciado mi trayectoria política en la Región Ica, pasando por todas las instancias del escalafón partidario, a nivel de dirigente de la juventud, secretaria regional y hoy secretaria nacional. De igual manera, son temerarias las comparaciones que realiza el señor Rospigliosi, comparando a nuestro partido con actos irregulares de otra organización política, soslayando que los nuevos cuadros del partido no tienen la fuerza moral para asumir responsabilidades.
Las suposiciones a las que se refiere, respecto a que solo los caudillos tienen probidad para hacer política, solo debilitan la democracia interna de un partido político y el relevo generacional. Desde el Partido Aprista tenemos el firme compromiso de conducir una renovación partidaria responsable, transparente y meritocrática. La gestión de la Secretaría General Institucional respeta la democracia interna. El APRA es el partido del pueblo, provinciano, trabajador y progresista, y son las bases, con total libertad y autonomía, quienes deciden los destinos del partido de Víctor Raúl Haya de la Torre.
El Partido del Pueblo no acepta consejos ni diagnósticos de quienes tienen una trayectoria de transfuguismo y oportunismo político, como el señor Rospigliosi, otrora defensor del gobierno corrupto de Toledo. En el APRA hacemos política por principios y con vocación de servicio. La gestión del Comité Ejecutivo Nacional se reafirma en los valores de fraternidad, disciplina y honestidad, para seguir luchando por la transformación del Perú con justicia social.