EditorialDomingo, 2 de julio de 2023
La incertidumbre

Ningún analista político se atreve a pronosticar si es que el gobierno de Dina Boluarte llegará al 2026. El curioso equilibrio que el gobierno ha encontrado con el legislativo bajo el miedo a la destrucción mutua parece ser la mayor garantía de que las cosas continuarán su curso. Sin embargo, es muy poco como para apostar en un país que sigue a la deriva. Las predicciones de crecimiento económico de varias instituciones financieras ya se han hecho más pequeñas para el año presente y las repercusiones de la incertidumbre se muestran en casi todos los indicadores relevantes para el bienestar de los peruanos.

Las fuerzas políticas deben ser capaces de llegar a un acuerdo que ofrezca a los peruanos y a la inversión privada ciertas garantías. De lo contrario, el espiral en el que el país está inmerso solo seguirá su curso. Y es que la crisis que nos agobia es una de especial cuidado: es una agonía silenciosa; una enfermedad degenerativa. A diferencia de otros momentos de inflexión en la Historia reciente del Perú no hay un gran hecho que convoque la atención explícita de la ciudadanía. Es, simplemente, que nada está funcionando correctamente en el país. Se ha perdido cualquier inercia y no hay esperanza.

La cuestión está en que, si no se empieza a revertir la situación, las consecuencias a mediano y largo plazo serán devastadoras. Esta semana se ha revelado que casi la mitad de los niños del país sufren de anemia. ¿A qué futuro nos estamos hipotecando en un país en donde una generación entera tendrá que lidiar con las consecuencias de la anemia en solo unos años? Aquí no pretendemos decir que la señora Boluarte deba recibir un cheque en blanco. Que haya aceptado ser la vicepresidenta de Castillo Terrones es suficiente motivo como para desconfiar de ella. Pero es lo que hay y necesitamos que mejore.

El Estado peruano, que por algunos buenos años se convirtió en una plaza atractiva para el mejor talento nacional, es hoy un páramo de mediocridades e incompetencias que saltan a la luz con cada situación que demanda atención. Desde el niño hasta el dengue. Todo parece haber quedado cubierto por una bruma de inoperancia con la que la ciudadanía parece bien dispuesta a vivir. Es fundamental que los peruanos empecemos a buscar acuerdos que hagan al país más gobernable y que al mismo tiempo alcemos la voz por condiciones que -sin ninguna duda- tienen que ser mejores y muy pronto para evitar un desastre.

Si quiere suscribirse a todo nuestro contenido Vía WhatsApp dele click a este link: https://bit.ly/3Q2to5N

También puede ingresar a nuestra cuenta de Telegram: https://t.me/elreporteperu