Listo. En una sociedad de talante democrático, una declaración como la de Guillermo Bermejo —alias “camarada Che”— sería suficiente para sepultar al candidato Pedro Castillo y a su grupo político. ¿Será suficiente? Pues ya nada me sorprende en el Perú. Ojalá despierten los peruanos frente a la evidente amenaza que representa este nuevo gran caso fiscal de los “Lagartos Rojos del Centro” que se abre a partir de hoy.
Quisiera simplemente citar a camarada ‘Che’ directamente, porque ni yo podría ponerlo de manera más elocuente: “Nosotros somos socialistas y nuestro camino de una nueva constitución es un primer paso. Y nosotros si tomamos el poder no lo vamos a dejar. Con todo el respeto que se merecen ustedes y sus pelotudeces democráticas, nuestra idea es quedarnos para instaurar un proceso revolucionario en el Perú. Y nosotros no vamos a bajar nuestras banderas ‘nicaraguas’.”
El camarada Bermejo, y el resto de los lagartos rojos, creen que defender la democracia es de pelotudos. Yo quisiera decirle a este señor que se calle bien la boca.
¿Qué más necesitamos escuchar? El camarada ‘che’ hoy es congresista electo de Perú Libre, el partido por el que Pedro Castillo está postulando. ¿Necesito recordarles cómo les han mentido a todos durante todo el ‘vizcarrato’? ¿Caerán nuevamente en la frivolidad y en la apatía de pensar que las cosas no son lo que parecen? El lagarto una y otra vez repitió que luchaba contra la corrupción; y a su vez nos quería hacer creer que había independencia entre el poder ejecutivo y la fiscalía. ¿Total? ¿Si no controlas la fiscalía por qué te adjudicas sus méritos? Era lo que parecía.
Entendamos una vez más que las cosas son lo que parecen. Que todos los lagartos se van a juntar. Que los vividores del esfuerzo ajeno a través del aparato coactivo del estado tienen un único y común interés: perpetuarse en el poder a costa de todos. A costa de miles de muertos por el Covid-19. A costa de cerrar el congreso. A costa de destruir la economía. A costa de caer en el mayor de los cinismos al pretender atacar la libertad de expresión de los miembros de la selección de fútbol, cuando hace 7 meses aplaudían que pidieran la renuncia de Merino. ¿Creen que somos pelotudos? Pues es lo que parece.
El camarada Bermejo, y el resto de los lagartos rojos, creen que defender la democracia es de pelotudos. Yo quisiera decirle a este señor que se calle bien la boca. Porque desde las guerras médicas en el siglo V A.C. entre la Antigua Grecia y el Imperio Persa, la democracia ha demostrado que cuando no es pelotuda puede efectivamente ganar y ser fuerte contra sus enemigos. Nunca un pueblo de esclavos ha podido vencer a un pueblo libre. Ni Hitler ni su amada URSS pudieron vencer a Estados Unidos. Porque cuando un pueblo es libre cada ciudadano es un soldado al servicio de la patria.