Las declaraciones de la candidata a la vicepresidencia de Perú Libre, que han llegado hasta la portada del diario Correo no son poca cosa: ha dicho que ellos -hablando en nombre del partido y del candidato Castillo- no se casan con sentenciados por corrupción en una clara alusión al corrupto señor Cerrón. Además, Boluarte aseguró, como lo había hecho el errático señor Castillo hace unas semanas, que Cerrón no participará de un eventual gobierno suyo y que no ocupará ningún cargo público. La señora Boluarte, está -por supuesto- en su derecho de decir cosas como esa; sin embargo, bien haría en alinearlas con el líder de su movimiento. Por otro lado, será interesante ver cómo reacciona la facción “cerronista” de Perú Libre frente a la tajante declaración de la posible vicepresidenta. Tengamos en cuenta que la configuración del congreso que asumirá funciones el 28 de julio no es especialmente proclive a la izquierda y si el señor Castillo se alzase, finalmente, con la victoria, perder a la mayoría de su bancada (que responde al señor Cerrón) complicaría sobremanera su relación con el poder legislativo. Más aún ahora que este populista, pero discreto y creativo congreso ha dejado la figura de la moción de vacancia presidencial abierta, el próximo presidente -sea quien sea- deberá andar con mucho cuidado, pues las interpretaciones fácticas de la constitución, avaladas siempre por los corifeos jurídicos del ingeniero Vizcarra, han desnaturalizado por completo a muchas de las instituciones de nuestra Constitución.