La aparición de los denominados “pasaportes covid” fue justificado como una supuesta medida de protección, que evitaría que personas enfermas pudieran infectar a otros, al limitar el acceso a todo tipo de lugares a los no vacunados. Rápidamente, se alzaron voces que denunciaron que esos “pasaportes covid” nada tenían que ver con la salud, alertando que el verdadero motivo de imponer estos supuestos pasaportes, era el control social y la limitación de derechos.
El ejemplo más bochornoso ha venido de China. Desde hace algunos meses, en las redes sociales aparecían denuncias de la utilización de estos pasaportes para controlar a la población limitando sus movimientos e, incluso, su capacidad para disponer de su dinero. Pese al bloqueo en Internet que establece el gobierno de Pekín, distintos activistas consiguieron filtrar el uso en Shanghai de los códigos QR anticovid para frenar protestas y detener a ciudadanos.
Todo se ha desbordado en los últimos días, al estallar la crisis que ha afectado a diversos bancos rurales en la provincia de Henan (en el centro del país), que ha generado el pánico en más de medio millón de personas que no han podido disponer de sus depósitos en dichas entidades. Colectivos de afectados organizados para viajar a Zhengzhou (la capital) y otras localidades para protestar por la situación, vieron como sus códigos QR de salud se activaron a color rojo, con lo que no pudieron emprender sus viajes o se vieron obligados a regresar si ya lo habían iniciado.
Observe, estimado lector, cómo la implantación de estas medidas, que siempre se presentan “por nuestro bien”, en realidad son métodos de control y restricción de derechos, y que son activados por los gobiernos de forma arbitraria para frenar cualquier protesta, permitiendo incluso acabar con derechos tan básicos como la libertad de movimientos o de disponer de nuestro dinero.
Debemos oponernos a los intentos de imponer “monederos digitales” en los que nos obliguen a llevar documento de identidad, tarjetas de crédito o estos QR de salud. De aceptarlos, cualquier gobierno, en cualquier momento, podría dejarnos sin dinero o sin capacidad para movernos libremente, por ejemplo, por leer un medio de comunicación incómodo para el poder.