Tras la publicación de La Propuesta, el Partido Morado ha vuelto a estar en el ojo de la tormenta. Sin embargo, se le está prestando más atención a un colectivo ciudadano inflado por la maquinaria mediática caviar, lejos de prestar atención a las elecciones municipales donde este mismo partido afianza sus contradicciones al poner candidatos de dudosa reputación que contravienen su discurso de empatía y “enfoque de género”.
Hace algunos días, se inundaron las redes sociales con un manojo de “blancxs privilegiadxs” de LinkedIn pidiendo adelanto de elecciones. Mientras paseaban por todos los canales de televisión y medios convencionales, las redes inmediatamente circularon las mentiras de este grupo “apartidario” que tiene en sus filas a miembros y simpatizantes del Partido Morado. Si bien estamos acostumbrados a la hipocresía “roja con puntitos azules”, algunos personajes de este partido siguen sorprendiendo a la prensa y engañando a los peruanos.
Ya deberíamos acostumbrarnos a que los maltratadores y violentos militen en este tan empático e inclusivo partido, que siempre se llena la boca hablando de la condena a la violencia contra la mujer, que lleva en sus filas a la crema y nata del feminismo peruano y que siempre busca “enfoque de género” desde su pequeña representación en el Congreso. Esta vez, vamos a concentrarnos en las elecciones municipales que cada vez están más cerca, específicamente en uno de los distritos más grandes e importantes de Lima: Los Olivos.
Los integrantes de la base del Partido Morado de este Distrito, enviaron una carta al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) exponiendo la inmoralidad de las acciones de la actual candidata admitida, Raiza Guadalupe Najarro de Sierra. Tiene denuncias por violencia física y psicológica, como se estipula en esta denuncia interpuesta por la señora Deinica Ayala Salcedo (DNI N° 42454379), quien señala que la insultó y la empujó contra su puesto de pollo, malogrando su mercadería y perjudicando su negocio irreversiblemente. Para ese momento, la hoy candidata tenía solo 23 años.
Sin embargo, lo que más sorprende de la candidata es que tiene una denuncia interpuesta por su propia madre, la Señora Carmen Rosa Najarro Berrocal, quien explica que su hija Raiza Guadalupe la agredió psicológicamente con insultos irreproducibles a sus cortísimos 20 años, conforme consta en la denuncia siguiente:
Como bien sabemos, es muy difícil que un padre denuncie a su hijo a menos que realmente sienta temor por el nivel de violencia a la que puede llegar el mismo. ¿Lo más irónico? El partido impulsa campañas como Pro Mujer y ella participa activamente de esas actividades. Todo esto sin mencionar que, como dice una de las denuncias, la candidata tiene una hija pequeña.
Hace un año, reclamaban que a veces nos concentrábamos en exponer a partidos pequeños, pero uno de ellos llevó a Pedro Castillo a la presidencia. No hay candidato pequeño, no debemos pasar por alto ningún abuso ni ignorar la violencia en ninguna de sus formas. Raiza Guadalupe se suma hoy a Daniel Mora, Julio Guzmán, el asesor trans de Susel Paredes y otras figuras de ese partido que han demostrado que la violencia de género suele venir de los “aliados”, más que del “patriarcado heteronormado” que tanto condenan sus militantes.