En la situación en la que nos encontramos, es urgente y necesario, que nos involucremos en los asuntos políticos del país. Sin necesidad de ser candidatos o estar activamente participando en elecciones populares. El involucramiento en la política del país debe nacer por el propio interés de querer estar enterado de las decisiones que toman los gobernantes, las cuales influyen, en mayor o menor medida, en nuestro día a día; y, además, debe surgir para lograr el bienestar social esperado.
Es por ello que, desde la adolescencia, se debería educar a los estudiantes de nivel secundario en temas que abarquen el contenido de los derechos fundamentales, la importancia de nuestras libertades, la organización del Estado, el significado de la democracia, así como los escenarios políticos que la pondrían en riesgo. Y es que, de esa manera, se estaría formando una auténtica ciudadanía.
En el artículo 30 de nuestra Constitución está establecido: “Son ciudadanos los peruanos mayores de dieciocho años”. Pues bien, antes de esa edad, se debería formar en valores cívicos a todas las personas, a fin de que, llegados a la mayoría de edad, actúen con respeto frente a los demás ciudadanos, guiando sus acciones sociales en base a la cooperación social y el reconocimiento de los derechos fundamentales; así como que se valore la importancia de la institucionalidad. La ciudadanía no solo debe surgir cuando se alcanza una determinada edad, sino cuando realmente seamos actuemos con responsabilidad y tengamos la capacidad de aportar a nuestra sociedad.
Es así que, desde la misma ciudadanía, se deberían fomentar talleres o proyectos que eduquen a nuestros jóvenes adolescentes en temas de civismo. En Cajamarca ya se ha empezado hacer esto. Mediante el proyecto “Aprendiendo Ciudadanía”, hace algunas semanas se vienen brindando charlas a jóvenes adolescentes de diferentes colegios, en donde se habla sobre el contenido de los derechos fundamentales y sobre la organización del Estado. Es un espacio libre de ideologizaciones, en donde prima el diálogo abierto y el intercambio alturado de ideas. De esa forma también se hace patria. Apostemos verdaderamente por nuestros jóvenes. Eduquémonos con ellos.