El infierno es un lugar de sufrimiento y desesperación. Quizás la obra más influyente respecto a este tema sea “La Divina Comedia” de Dante Alighieri (1320). La historia cuenta el viaje de Dante y Virgilio en las profundidades del averno, dividido en nueve círculos, cada uno más profundo y estrecho que el anterior. Los cuatro primeros círculos castigan los pecados de incontinencia, mientras que los círculos siguientes castigan de forma más severa la maldad. En el quinto círculo, Dante explica que este lugar está reservado para los iracundos y los perezosos.
Existe una fuerte relación entre lo que relata Dante en la divina comedia y el desarrollo de la política en el país. El panorama político en el Perú no parece estar alejado de las historias ficticias que relatan los viejos poetas, guionistas de Netflix o incluso comediantes. En las últimas horas se desató un nuevo capítulo dentro del gobierno de Pedro Castillo: “La Era Post Aníbal”.
La mesa directiva del Congreso rechazó por improcedente la cuestión de confianza presentada la semana pasada por el primer ministro. En consecuencia, Aníbal Torres presentó su renuncia —la tercera en lo que va del gobierno—, generando ‘crisis total’ dentro del gabinete. Horas más tarde, el presidente de la República, Pedro Castillo, anunció, en un mensaje a la nación, que aceptó la renuncia de Torres y renovará el gabinete en los próximos días. De esta manera se alista el 5to gabinete ministerial en tan solo 16 meses de gobierno.
Prescindiendo de toda meritocracia, y luego de 73 cambios, este nuevo gabinete estará conformado por aquellos que toman el camino más fácil para llegar al poder: Los lame suelas y escuderos. Este gobierno ha demostrado que los currículums, la experiencia y los estudios no valen nada. Lo único que importa es el amiguismo y que estés dispuesto a defender al presidente incluso cuando medios internacionales lo llaman ‘incompetente’ y otros lo señalan abiertamente como un corrupto.
Esta nueva etapa del gobierno de Pedro Castillo será más confrontacional que cualquiera de las anteriores. Con la fiscalía encima, el recurso de la OEA agotado, los medios en su contra, el aumento de la participación ciudadana en las marchas y un Congreso que parece empezar a razonar, es lógico que veamos a un presidente acorralado y un gabinete furioso porque no puede aprovecharse del cargo. Un gabinete lleno de iracundos y perezosos.
El Ejecutivo continúa en descenso, ¿Cuántos círculos más bajará Pedro Castillo junto a Roberto Sánchez, Dina Boluarte,Felix Chero y Alejandro Salas? Recordemos que el noveno y último círculo castiga a los traidores, aquellos que traicionaron a sus familias, a sus amigos, a su patria y a sus benefactores —como Judas Iscariote—, ¡Mucho cuidado, presidente!