OpiniónViernes, 2 de diciembre de 2022
Desconfianza, por Berit Knudsen
Berit Knudsen
Analista en comunicaciones

El régimen de turno no está gobernando, aunque el país siga buscando la forma de avanzar, con indicadores económicos por encima del lamentable desempeño del ejecutivo, lo que no sería posible sin los Fondos de Reservas Internacionales y el Fondo de Contingencia del Perú, que hoy se encuentran en peligro.No vemos obras, no hay proyectos ni en el sector educación y hasta el Bloque Magisterial que respaldaba a Pedro Castillo en el Congreso, hoy lamenta el desempeño de su líder.

Pero Castillo tiene su propia agenda; ha decidido cerrar el Congreso y según podemos constatar, no hay medias tintas, la guerra ha sido declarada.En menos de un mes olvidó la activación de la Carta Democrática, no le interesa el pronunciamiento de la OEA o el informe sobre la crisis política en el país. Él está ejecutando su plan contra el Congreso y contra todos los peruanos. Su propósito es cerrar el Parlamento y eso se llama golpe de Estado.

Es preocupante la situación del Perú, pero la realidad de América Latina no es distinta.La crisis por corrupción es la constante, la polarización política es un problema de similar magnitud, evidenciado con las recurrentes manifestaciones de protesta ciudadana en toda la región.Estos conflictos son abordados en forma aislada por cada país y no como una problemática regional, lo que agrava la situación y finalmente le pasa factura a la democracia misma.

El Barómetro de las Américas mostró alarmantes indicadores en el informe de 2021, cifras que a juzgar por los acontecimientos parecen no haber mejorado.La confianza en las elecciones presentó niveles alarmantes, 11 de 15 países consideraron que en los procesos electorales el recuento de votos no ser realiza correctamente.Cabe anotar que países con gobiernos autoritarios como Cuba, Nicaragua, Venezuela o El Salvador, no participan en estos estudios.Sólo 6 de los 20 países encuestados demuestran satisfacción con la democracia; los otros estarían de acuerdo con apoyar a un líder a pesar de que pudiera incumplir las reglas democráticas. Aumenta en forma dramática la tolerancia a un golpe militar como paliativo a la corrupción.Pues la corrupción es el gran problema y el Perú lamentablemente lidera esta lista, aunque el sentir latinoamericano sea que la mayor parte de los políticos son corruptos.

La democracia está en peligro como consecuencia de las grandes brechas existentes en todos nuestros países.La lucha contra la desigualdad es un reclamo que no está siendo atendido como prioridad para la defensa del Estado de Derecho.Según las encuestas, los latinoamericanos no están dispuestos hacer concesiones en lo que a libertad de expresión se refiere, pero otras libertades estarían en riesgo ante la inminente presencia de gobiernos autoritarios.

La economía creció en forma constante durante los últimos 30 años, pero este crecimiento no estuvo acompañado por un estado de bienestar para todas las poblaciones, olvidando justamente a los más necesitados. Es el Estado el que tiene la responsabilidad de invertir y trabajar para el progreso de las zonas abandonadas, al igual que los gobiernos regionales.Pero es evidente que este régimen no está interesado en saldar esta deuda pendiente con las poblaciones menos favorecidas creando oportunidades.

El Ejecutivo tiene otras prioridades, con objetivos más que evidentes. Afirman que ya les negaron la primera confianza.El nombramiento de Betssy Betzabet Chávez como premier sería la segunda provocación y las declaraciones del ministro de Economía, Kurt Burneo, la tercera. Nos estamos jugando el futuro de las próximas generaciones.¿Qué espera el Congreso? ¿Qué parte de la amenaza de Golpe de Estado es la que no les queda clara?