La injerencia argentina en Perú se viene acentuando. Después de conocerse que los abogados de ese país, Eugenio Raúl Zaffaroni y Guido Croxatto, asumirán la defensa del golpista Pedro Castillo, ahora se conoció que un grupo de corte izquierdista llegó a nuestro territorio para defender y alentar a los violentistas. Se trata de la autodenominada “Misión de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos”, compuesta por aliados políticos de Cristina Fernández de Kirchner y por elementos de organizaciones sociales argentinas de evidente ideología. No solo han sido vistos escoltando a los beligerantes manifestantes. También han tenido licencia para dar su mensaje divisorio en el mismo Congreso. Esto con venia de las parlamentarias Sigrid Bazán e Isabel Cortez. Incluso cargan un oscuro pasado inmediato: incentivaron las protestas terroristas en Colombia en el 2021 que dejó un saldo de 60 muertos y consideran que Venezuela no es una dictadura.
Desde que el profesor chotano intentó quebrar el orden constitucional en diciembre del 2022, nuestra soberanía se ha visto amenazada. Distintos personajes políticos y organizaciones alineados con la consigna izquierdista aprovecharon para extender la marea roja a nuestro país. Un botón es Evo Morales, con sus Ponchos Rojos, o los mensajes de mandatarios en la Cumbre de la Celac que al unísono se inventaron una dictadura de Boluarte, y más. Argentina, con su presidente Alberto Fernández a la cabeza, ha venido siendo intermitente a la hora de meter sus narices en la política local. Sin embargo, ahora se le habría pasado la mano.
Las primeras piezas lanzadas son los abogados Eugenio Raúl Zaffaroni y Guido Croxatto, que ahora representan al reo e investigado exmandatario. Y a estos se suma el grupo autopercibido como una misión a favor de los derechos humanos. Sus no más de 20 miembros llegaron el 7 de febrero. En sus filas está el kirchnerista y fundador del grupo de izquierda socialista Bloque Frente de Todos: Juan Grabois. También están los diputados argentinos del Bloque Frente de Todos: Federico Fagioli y Juan Marino. Los otros eslabones son Marianela Navarro, del Frente de Organizaciones en Lucha- FOL; María José Cano, Directora del Departamento de Derechos de los Pueblos de ATE Nacional; Ramiro Gueber; de La Dignidad; el sacerdote Néstor Juárez; Pablo Garciarena, representante de la ONG de Derechos Humanos “Xumek”; y Fernando Almejún, de Liberpueblo.
El que tiene mayor presencia por supuesto es Grabois, a quien le vienen dando la palabra cada vez que se puede.
Este personaje, que fue oficializado por el Vaticano como miembro del Ministerio social y ambiental, ya tiene un historial en Perú. En junio del 2021 se reunió con el secretario general de Perú Libre, Vladmir Cerrón. Esto durante la campaña electoral de Pedro Castillo para la segunda vuelta. En ese mismo intervalo, tuvo un encuentro con la entonces ex candidata al sillón de Pizarro, Verónika Mendoza. Parte de su mensaje al final de la jornada fue: su respaldo para recuperar lo que llama "Patria Grande" y su animadversión al "neoliberalismo".
A escala internacional también expuso su ADN ideológico. A Venezuela, por ejemplo, no la consideran una dictadura. “No, yo no creo que sea una dictadura. Creo que es un Estado en crisis. No lo calificaría como dictadura, no creo que la situación de, por ejemplo, lo que sucedió en Brasil, con la proscripción de Lula sea menos grave que lo que sucedió en Venezuela, con las elecciones medio raras que se hicieron al final”, dijo al ser consultado. En Colombia, de igual forma, su grupo dejó huellas y de esto dio cuenta la senadora María Fernanda Cabal, quien le envió esta advertencia a la presidenta Dina Boluarte. Le avisó que este grupo compuesto por “agitadores profesionales argentinos” quiere “apoyar las protestas vandálicas y desestabilizar las instituciones democráticas”. Le recordó que ya los había denunciado porque apoyaron las protestas terroristas en suelo colombiano en el 2021. Incluso mencionó que esto provocó la deportación de Juan Grabois por ser considerado un “riesgo para la seguridad del Estado”. Asimismo, tuvo encuentros con Evo Morales.
El Foro Madrid también se pronunció al respecto: “Esta falsa misión viaja con el disfraz de defensores de DDHH donde el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla organizan protestas vandálicas. Acusan a gobiernos democráticos de violar los DDHH, cuando los cuerpos policiales les ponen freno a los vándalos”.
Una de las últimas movidas de esta delegación fue dar una conferencia de prensa en el mismo Congreso. Las que le abrieron las puertas, las congresistas de Cambio Democrático-Juntos por el Perú, Sigrid Bazán e Isabel Cortez, serán denunciadas ante la Comisión de Ética. Nuestro país, mucho menos nuestras instituciones, deben albergar a enemigos de la democracia que cada territorio que pisan solo le echan más gasolina al fuego para alargar la sombra izquierdista en la región.