La falta de legitimidad empieza a golpear al actual gabinete ministerial. Un botón es la reciente caída de Rosa Gutiérrez en la cartera de Salud. Anticipando su censura por su pésima gestión ante la epidemia del dengue, decidió renunciar frente al pleno del Congreso. Esta, sin embargo, sería la introducción de una secuencia donde se verá a varios titulares de distintos portafolios siendo expectorados o dando voluntariamente un paso al costado. En esta lista tenemos a Daniel Maurate, quien encabeza el Ministerio de Justicia y quien viene siendo investigado por su presunto lazo con los Cuellos Blancos. También está Óscar Vera, de Energía y Minas, de quien se confirmó su cercanía con el clan chotano, entre estos con el mismo golpista Pedro Castillo. Abajo un repaso a este embrollo en el que nos metió la presidenta Dina Boluarte al poner aparentemente a postores que no están a la altura del cargo.
Una rosa y adiós
La reciente renunciante Gutiérrez se presentó este último jueves 15 de junio ante el pleno del Congreso. Tenía que dar sus descargos por varios casos, como el de su polémica gestión frente al arrollador ascenso del dengue en distintas regiones del país. Hasta la fecha, se han contabilizado en Perú 232 fallecidos y más de 140 mil casos. Y esto representó un panorama totalmente inverso al que prometió la entonces ministra cuando dijo que este mal lo iba a extinguir en tiempo récord: en la mitad de un mes. Por supuesto, falló y se sintió a obligada no solo a disculparse, sino a renunciar en vivo y ante la mirada de todos los peruanos.
"Pido disculpas por el error de haber anunciado que acabaríamos con la epidemia del dengue en 15 días", dijo y de inmediato puso su cargo a disposición. No pasó mucho tiempo para que el gobierno aceptara la dimisión.
Quien sustituya tendrá que responder. De lo contrario, estas gaseosas tomas de mando podrían ser un eco de lo que pasó durante el régimen de Pedro Castilllo.
(La renunciante Rosa Gutiérrez)
Un pasado ruidoso
Y hablando precisamente del golpista, hay un miembro del gabinete con quien mantuvo una relación, hasta antes de exponerse, secreta. Nos referimos a Óscar Vera, titular de Energía y Minas.
Por esta razón fue interpelado en el Congreso el pasado jueves 8 de junio. Le pedían, sobre todo Fuerza Popular, explicaciones respecto a su vínculo con el profesor chotano y también con el exalcalde de Anguía, José Nenil Medina. Las aceptó. No tenía otra salida. Dijo que fue en Palacio de Gobierno, pero hizo hincapié en que su presencia fue “en calidad de miembro integrante de la Comisión de Transferencia en mi condición de técnico especialista en hidrocarburos”. También rechazó cualquier lazo con Perú Libre. Su versión, sin embargo, se desdice con las imágenes y videos que han venido saliendo con el entorno chotano.
Además, el cuadro fujimorista también viene evaluando su censura por otro detalle. “Hay otro punto importante y creo que va con el flagelo que tenemos como nación y es el tema de Petroperú. Se ha solicitado dinero para dar ‘utilidades’ cuando nos está generando un costo altísimo como país, cuando la refinería de Talara está pasando por un proceso que uno ni siquiera sabe si realmente va a funcionar en algún momento, va a seguir siendo un elefante blanco y el señor sin duda no tiene una respuesta clara”, cuestionó.
Ya lleva seis meses. La transigencia tiene límites, peor si los lunares, políticamente hablando, son prominentes.
(Óscar Vera tiene más de un vínculo chotano)
Nada es lo que parece
El subtítulo de este extracto podría graficar la narrativa de Daniel Maurate, ministro de Justicia, respecto a su relación con la organización criminal Los Cuellos Blancos del Puerto, que tenía como cabecilla al prófugo César Hinostroza.
Se ha descubierto que el funcionario tiene más de 200 llamadas con distintos personajes de este clan, entre ellos Antonio Camayo, Alberto Chang Romero y Edwin Oviedo. Con este último, quien fue presidente de la Federación de Fútbol Peruano (FPF) y quien pasó de estar en la cárcel a una comparecencia con restricciones, se comunicó 134 veces, de acuerdo con la División de Investigación de delitos de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía Nacional.
En la interpelación congresal de este último jueves 14 de junio dijo que las charlas, en el caso de Hinostroza, "no tienen contenido ilegal ni penal", porque solo son 15 minutos. Pero no dijo qué temas abordaron y luego retrocedió diciendo que era un momento donde "nadie podía presumir o adivinar que estas personas luego podían ser investigadas o estarían comprometidas en algo irregular”.
(Daniel Maurate, un aparente cuello blanco)
Y estos son solo algunos botones de esta danza peligrosa. Debe haber un doble ojo también con la ministra de Transportes, Paola Lazarte, por el caso de las empresas chinas y el de su marca vizcarrista. El gobierno debe empezar a elegir bien o de lo contrario los operadores de la violencia le podrían ganar la partida.