PortadaLunes, 19 de junio de 2023
En los hilos de la cuerda

El desgaste del gobierno de Boluarte se hace cada vez más evidente, dejando entrever grietas significativas en la alianza con el bloque democrático del Congreso. Fue el pasado martes 13 de junio cuando Keiko Fujimori, líder de Fuerza Popular, durante una conferencia de prensa, lanzó críticas al triunfalismo de la presidenta y a la deficiente gestión de los ministerios de Trabajo, Transporte y Comunicaciones, Interior y Salud.

En un principio, Boluarte apenas se limitó a mencionar que su gobierno estaba dispuesto a recibir críticas constructivas de todas las fuerzas políticas. Sin embargo, dos días después, la crisis en su gabinete se materializó cuando la ministra Rosa Gutiérrez presentó su renuncia durante su comparecencia en el Congreso.

Estos no son los únicos problemas que enfrenta la presidenta. Además, existen cuestiones vigentes y alarmantes, como la epidemia del dengue y la falta de confianza por parte del empresariado. Sin embargo, parece que a Boluarte no le ha preocupado en gran medida esta pérdida, ya que hasta el día de hoy no se ha designado a una persona competente para asumir el cargo urgente de asistencia a las zonas afectadas por el dengue.

(Marcó distancia de Boluarte)

Es cierto que Boluarte inicialmente contó con apoyo tras la salida del golpista Pedro Castillo, pero este respaldo estaba vinculado al orden constitucional. Además, la situación desencadenada requería un gobierno capaz de gestionar una crisis tan grave originada por las marchas violentas que tuvieron lugar en el país entre enero y marzo, aunque esto no se logró del todo.

Además, según advirtió recientemente El Reporte, la situación en el sur del Perú aún no está bajo control, pues movimientos violentistas y antipatriotas, respaldados por fuerzas extranjeras desestabilizadoras, se concentran y amenazan con regresar a la capital para llevar a cabo la llamada "Tercera toma de Lima".

Poco a poco, la derecha está retomando su postura crítica hacia Boluarte, la misma que mantuvieron desde que se dieron a conocer las irregularidades en su relación con el Club Apurímac, las cuales desaparecieron por mera casualidad al asumir el poder tras la salida de Castillo.

La hipnosis autoinducida del bloque democrático se debió, por un lado, a la posibilidad de que los sectores violentistas ganen relevancia y den lugar a un momento constituyente. Por otro lado, existe un motivo menos romántico, pero ciertamente presente: los congresistas temen perder sus abultados salarios. Nadie quiere perder eso, menos si muchos de los congresistas nunca han ganado (ni ganarán en el sector privado) tanto dinero como lo hacen ahora como congresistas.

(Avanza País se suma a las críticas)

Para empeorar las cosas, el resquebrajamiento de la alianza con el bloque democrático no solo afectó al fujimorismo. Durante una entrevista con Christian Hudtwalcker el domingo, Diego Bazán, congresista de Avanza País, marcó distancia y cuestionó varias carteras del gabinete.

"El gabinete de diciembre fue creado para apaciguar la crisis. En julio, es necesario replantearse y llevar a cabo una reingeniería que permita adaptarse al tiempo (...) Tengo serias dudas sobre la permanencia del ministro de Defensa, del ministro del Interior y del ministro de Justicia. Hay varios problemas que deben ser debatidos y, bajo estas circunstancias, Dina Boluarte no puede pensar en llegar a 2026", criticó Bazán. Con estas declaraciones, se reafirman las críticas al gabinete Boluarte y vuelve a surgir el fantasma de un fin prematuro de su mandato.

Continuando con la ofensiva lanzada el martes, Fujimori brindó este domingo entrevistas a distintos medios de comunicación y aprovechó la oportunidad para cuestionar a Dina.

"Aún no sabemos qué sucederá. Es un tanto arrogante pensar que no habrá adelanto electoral o crisis política, y que las próximas elecciones se llevarán a cabo en 2026", comentó la excandidata presidencial al programa dominical Panorama. "Es algo que aún está latente y no está completamente descartado. Es un proyecto de ley que puede ser debatido en cualquier momento", prosiguió, dejando entrever la posibilidad de activar el mecanismo constitucional de la vacancia.

Los movimientos del fujimorismo podrían deberse a las estrategias que se están llevando a cabo para tomar el control de la mesa directiva, dado que la legislatura llegará a su fin en los próximos días y, con un panorama aún incierto, se prevé que se presenten muchas sorpresas en cuanto a las fórmulas propuestas.

(Escándalo podría sacarlo)

Para agravar la crisis, se habla de un enfrentamiento entre el premier Alberto Otárola y Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta y posible asesor en la sombra. Según algunas investigaciones periodísticas, Nicanor ejerce una fuerte influencia en las decisiones del gobierno. Además, Otárola carga con la reciente acusación de participar en un pago irregular de 41 millones de soles en Essalud.

Es evidente que Otárola está a un solo escándalo que podría llevarlo a abandonar la Presidencia del Consejo de Ministros. Y esta situación sería capaz de dinamitarlo. Sin duda, la salida de Otárola sería un duro golpe para un gobierno ya vulnerable, que perdería a quien, según algunos analistas políticos, es el verdadero respaldo de esta administración.

Queda esperar que la presidencia reflexione sobre su situación y actúe de forma diligente. Los hilos de la cuerda que sostiene su gobierno se están tensando. Pero, sobre todo, debe comprender que el apoyo del bloque democrático no fue gratuito y debe esforzarse no perderlo.

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