OpiniónViernes, 14 de julio de 2023
Tinder, un experimento social, por Juan Carlos Lynch
Juan Carlos Lynch
Comunicador y redactor

La tecnología transforma, y este es el caso de la aplicación de citas Tinder, una herramienta digital que permite que las personas logren conectarse virtualmente para luego concretar un encuentro en persona. Esto ha creado un nuevo paradigma en lo que se refiere a las relaciones interpersonales, creando nuevos, tal vez no tan buenos, precedentes. Enumeremos algunos hechos y reflexionemos un poco.

Primero, esta es la primera vez en la historia de las civilizaciones en que se ha reducido al mínimo el costo de rechazo para los hombres. La posibilidad de hacer "match" reduce significativamente el rechazo, tanto así que las bases de la socialización convencional no interfieren. Hoy, eres aceptado por tu foto, no por tu comportamiento o calidad humana, al menos a priori. Una buena foto, un buen "like". Es una curiosidad que no debe pasar desapercibida. En un plano relacional y psicobiológico, como consecuencia de nuestra milenaria evolución, son las mujeres quienes seleccionan a los hombres durante el cortejo. ¿A quién eligen? Al igual que los simios machos, la estructura del hombre es jerárquica, no por poder necesariamente, pero sí por capacidad, competencia y éxito. Las mujeres tienden a elegir "al mejor". En el presente, esa elección contempla otras presuposiciones.

Veamos un dato interesante: las mujeres dan "like" a los perfiles que les gustan en solo un 4%, mientras que los hombres logran un porcentaje del 60% de "likes" en cuanto a los perfiles que ven. Quizás podemos inferir que los hombres tienden menos a la hipergamia (estudio para referirse al acto o práctica de buscar pareja o cónyuge de mejor nivel social y/o económico) que las mujeres. Mientras que las mujeres suelen estar en búsqueda de ponderar diversas cuestiones, como la jerarquía de éxito de los hombres, una cuestión suficiente para hacer a un hombre más atractivo. Las apreciaciones de la mujer varían entre cuestiones psicológicas y biológicas, pues frente a la posibilidad de ser madres requieren de un hombre con la capacidad de sostener ciertos pilares importantes en una relación. Un hombre con competencias podría hacerlo, al parecer, y ser una "ayuda idónea".

¿Ganancia?

¿Cuál es el beneficio de un hombre que obtiene menos rechazo en Tinder? Interacciones que derivan en gratificación sexual a corto plazo, es un común denominador. Sin intimidad emocional de por medio ni un proyecto de relación larga y duradera. Ese es el nuevo paradigma que enfrenta nuestra sociedad. Ahora, esto nos deja una situación para reflexionar: ¿es beneficioso que el costo del sexo sea cero?

Hay una frase muy interesante de Tomás de Aquino que dice: "el obrar sigue al ser". Es una referencia metafísica, pero podemos extrapolar la idea como símbolo. Tus acciones están determinadas por tu esencia. En el peor de los casos, por tus pasiones. Y las pasiones nublan nuestra razón y voluntad porque son llevadas por el placer. Si alguien practica repetidamente la dinámica del sexo sin contexto, ¿qué tiene más poder en su ser, su voluntad o sus inclinaciones? La persecución exhaustiva de este modus operandi implica no conocer, ni querer hacerlo, a la persona del frente, ningún interés por quién es, solo por su "utilidad". No hay contribución más allá del placer, no hay confianza. Gratificación instantánea, placentera, pero quizás deshumanizadora. En este contexto, ¿es la persona un medio o un fin? Para Kant, la dignidad es clara: el hombre es siempre un fin en sí mismo.

¿Qué buscamos?

El Diario El País publicó un artículo que hablaba sobre cómo una chica graduada en ciencias políticas señalaba que había realizado un focus group llamado "Tinder confessions" con chicas desconocidas. El resultado fue este: muchas reconocían que lo usaban cuando se sentían solas, cuando tenían ansiedad o angustia, cuando padecían falta de autoestima. Quizás alguna de ellas llegue a intimar con otras personas, pero comprendiendo las casuísticas, ¿el acto final soluciona alguna problemática? Otra pregunta, ¿hasta qué punto está en el interés de las mujeres permitir que el costo del sexo caiga a cero? (Por cierto, la pornografía es así).

Relaciones duraderas

¿Monogamia, construcción social, fantasía o realidad? Depende, te puedes preguntar qué tipo de vida quieres. La vida está llena de tragedias y, a lo mejor, vale la pena tener a alguien con quien aceptarlas y trascenderlas. Pero esta relación trae consigo un marco de respeto e intimidad. Un compromiso, una responsabilidad. Y, tal vez, para tener esto se requiere una estructura interna ética y moral que logre ponderar por encima de los impulsos la razón, como propósito de mantener una relación duradera y sostenible.

Una estadística final muestra que las personas con un mayor número de parejas sexuales son más propensas a cometer infidelidad en su matrimonio. Tal vez nos convertimos en lo que hacemos repetidamente y no sabemos con tanta precisión cómo eso afecta nuestras estructuras internas.

Dependiendo de lo que quieras en la vida, tu presente podría estar afectando tu futuro.

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