Escándalo, polémica y confrontación. La Resistencia, el controversial grupo que ha sido vinculado con acciones propias del fascismo, ha estado en el ojo del huracán esta semana. Ante esto, El Reporte entrevistó en exclusiva a Juan Muñico, líder de esta organización, quien trató de desvincularse de los recientes actos que les han sindicado: amenazar de muerte al presidente del JNE Jorge Salas Arenas y haber tirado bolsas con excremento a la casa de la periodista Rosa María Palacios, afirmando que se trata de “otros colectivos con los que no tienen nada que ver”. Sin embargo, dice no arrepentirse del acoso y hostigamiento a sus enemigos políticos.
Usted acudió al Ministerio de Cultura representando a su organización, tengo entendido para tratar un tema de racismo.
Sí, algo así. Salió un periodista burlándose de Julio Arbizu por su poca higiene y él convirtió eso en racismo. Todos los caviares hicieron eco de eso porque trabajan como una industria. En Twitter nuestros seguidores decían cómo a Rosangela Barbarán le dicen “negra de M” y a La Resistencia le dicen “la pestilencia” y no pasaba nada mientras que Arbizu se reunió hasta con el ahora ex viceministro. Entonces, yo puse un comunicado diciendo que esperaba que también nos reciban porque también recibimos insultos discriminatorios, curiosamente por parte de la misma gente defendió a Arbizu.
Le mostramos las capturas donde Arbizu usa palabras soeces hacia nosotros y otras personas. No nos respondieron. Sacamos otro comunicado el viernes diciendo que era un buen día para que el Mincul nos conteste. Nos dijeron que las puertas estaban abiertas para todos. Por eso el lunes nos dirigimos al Mincul y logramos ingresar cinco personas. Conversamos sobre la posibilidad de que el viceministro nos pueda acompañar en nuestras denuncias así como ahora están haciendo con Arbizu. En la mesa se habló de insultos discriminatorios hacia nosotros, de llamarnos, por ejemplo, “gentuza”, quizás porque ellos viven en sectores mucho más acomodados que muchos de La Resistencia. La reunión duró veinte minutos y el viceministro sólo estuvo diez porque tenía que viajar.
¿Denunciaron directamente un tema de racismo?
Claro, más que todo de discriminación.
¿Cómo qué por ejemplo? aparte de que les digan “La Pestilencia”
A eso me refiero. También se refieren a nosotros como la “gentuza” y el “hamponaje”, ese tipo de cosas. Por eso yo le dije, no sé si tendrá que ver con su ministerio, pero ya que teníamos las puertas abiertas, era necesario expresarnos y este ministerio es para todos los peruanos. Tuvieron buena disposición con nosotros, por eso tuitearon hasta tres veces que les interesaba dialogar con todos. Han querido conciliar con todos y eso a los caviares no les gusta.
Hablando del tema del racismo, a ustedes también los han señalado como tales al insultar a gente de procedencia judía.
Nosotros no tenemos ningún ápice de antisemitas. Tenemos buenas relaciones y cercanías con Hugo Guerra y Javier Villa Stein, ambos de ascendencia judía, quienes incluso han participado en nuestros eventos y foros. Creo que eso ha sido creado por Gustavo Gorriti en su cabeza, porque él se victimiza por ser judío y nosotros automáticamente pasamos a ser los nazis.
Han iniciado varios procesos judiciales contra usted al respecto. De hecho lo sentenciaron a un año de prisión suspendida por difamación agravada.
Me iniciaron de diez a doce procesos por distintos temas: acoso, disturbios, perturbación de la tranquilidad, difamación… Hay algunos que se cayeron en el camino y acaban archivándose. Buscan desgastar y hacernos perder energía y tiempo. La condena por difamación la apelé.
Hay fotos circulando de algunos de sus miembros que han hecho un saludo nazi.
Esos no son miembros de La Resistencia. En mayo, Gorriti hizo una radiografía de “La Pestilencia” y entró a Registros Públicos para ver el apellido de todos con nuestras fotos y también revisó nuestras redes sociales. Y ahí no hay fotos de “La Resistencia” haciendo un saludo nazi. No tenemos que cargar con la culpa que hagan otros colectivos.
Bueno, pero he visto, por ejemplo, a la señora Flor de los Milagros, que tengo entendido que sí es de La Resistencia.
Ella tiene su colectivo que se llama La Insurgencia. Ella no pertenece a nosotros.
Personalmente he visto unas cuantas manifestaciones en las que sí apareció junto a ustedes. Nadie me lo contó.
Antes llegaba sola. Una vez fue a una convocatoria que hicimos por redes y ella tomaba el micro porque no tenía miedo a hablar. No éramos tan organizados. Fue en la segunda vuelta (de 2021) que ella formó su propio movimiento.
Entonces sí fue parte.
Claro, en sus inicios.
Volviendo al tema de La Resistencia ¿Cuál es su fin? Hace poco han celebrado ya cuatro años.
Creamos el grupo en 2018 para luchar contra todo tipo de corrupción, hacer lo que hacía la sociedad civil, la izquierda, por ejemplo, hacer plantones y escraches. Lo hacemos por temas coyunturales de corrupción sin importar si son de derecha ni de izquierda. Estamos en defensa de la familia, y de nuestra fe católica. Todo lo hacemos en contra del progresismo. Somos un movimiento conservador de derecha.
¿Alguna vez han cuestionado la forma en cómo actúan?
Después de cada acción tenemos una evaluación. Al menos cada dos o tres meses nos reunimos de manera presencial para ver en qué fallamos y en qué no. Y bueno, hemos visto que, haciéndonos un autoanálisis, no hemos cometido actos violentos ni de tirar excremento, como lo ponen en la prensa. No podemos cargar con la culpa de otros colectivos. Ellos hacen sus acciones y nosotros a veces pagamos pato. Dos meses que no tenemos actividad en las calles y mira, todo lo que está ocurriendo nos lo están lanzando encima.
Rosa María Palacios los acusó de lanzar bolsas con excremento.
Nosotros no hemos cometido ese tipo de cosas. A mí me parece una alucinación de la señora. Si es que ha existido esa acción debería demostrarla ella porque dice que graba todo.
Por su parte ella dice que si La Resistencia estuviera en el régimen nazi ustedes serían "esclavos".
La señora ha perdido los papeles y la cordura hace tiempo. Por eso usa esos insultos con alto contenido de racismo.
Algunos plantones que hacen son durante días de semana y en horas laborales. ¿Ustedes trabajan?
Claro que trabajamos. Como te repito, no salimos ya hace buen tiempo. Salimos solamente cuando es coyuntural en días de semana. Y en los tiempos de la marcha por la vacancia salíamos los fines de semana. Muchos somos trabajadores independientes. Por ejemplo, yo soy obrero metalúrgico. Eso lo pueden comprobar en el informe de IDL.
Políticos de derecha también los han cuestionado ¿Han reflexionado alguna vez si lo que hacen es dejar una buena imagen de la “derecha”?
Lo máximo que hemos hecho ha sido ir a IDL a botar unas seis bolsas de basura, pero agredir, golpear a la gente, ese tipo de cosas no. En la televisión hablan de La Resistencia, pero están proyectando imágenes donde no aparecemos nosotros. Y claro, lógicamente si tú le preguntas a un político como a Moyano o a López Aliaga si se juntarían con una persona que tira excremento, cualquiera dice que no. Por ese lado seguramente viene la respuesta de algunas figuras de la llamada derecha.
¿Tirar una bolsa de basura le parece un acto respetable o productivo?
No digamos positivo pero si necesario porque como lo vuelvo a repetir, los de la “sociedad civil” tenían dos acciones: una era lavar banderas y la otra poner la “basura en la basura” como lo hicieron en la casa de Martha Chávez. Ahí era una acción cívica patriótica, pero cuando lo hace La Resistencia eso sí es algo delincuencial. Lo máximo que hemos hecho ha sido emplear las mismas armas de ellos, pero de llegar a la agresión física jamás.
Asumiendo que no hay agresión física ¿No cree que es bajarse al nivel de lo que hace la izquierda al tirar basura en un local?
Viéndolo de esa manera, creo que sí, ¿no? O sea, estamos actuando quizás con lo que tanto hemos renegado. Tiene razón en esa parte.
¿Hay algo de arrepentimiento tal vez?
No, no. Yo jamás me arrepiento de lo que hago, porque siempre pienso las cosas antes de hacerlas.
¿No cree que algunas de las protestas que han hecho le han servido a las personas contra las que han protestado para que se victimicen?
Hemos pensado muchas veces en eso. Han habido momentos en que se han victimizado y han buscado utilizar a La Resistencia para mover sus redes a su conveniencia, como sucedió ahora. Sale lo del Ministerio de Cultura y empiezan a tapar lo de Fernandini y lo de Lúcar. Hubo una vez un plantón en el domicilio de Yonhy Lescano. No participamos ahí pero aparecimos en los titulares y eso le sirvió.
Entonces, ¿fue contraproducente o no?
Como le digo hay cosas que sí son necesarias y no tenemos que pensar en el efecto que luego podría tener. Ponemos en la balanza y vemos si va o no.
¿Cómo qué?
Si sucede un escándalo con un personaje público. Si vamos a la casa de tal persona, se genera el efecto contrario. Por lo tanto sale en la prensa con que “los violentos fueron a hostigar a tal persona” y se convierte en víctima. Por eso no participamos en todo lo que se convoca. Tenemos directivas y analizamos las cosas que vamos a hacer.
En su portada de Facebook sale que La Resistencia no es parte de Fuerza Popular y guarda siempre distancia del partido político. ¿Por qué?
No queremos tener relación con ningún partido. Porque nosotros nos mantenemos como un movimiento independiente. No queremos ser apéndice de ningún partido político. Por eso nuestros miembros tienen como regla no tener militancia. Y más que todo también en el tema de que son tibios.
¿Tibios?
La tibieza que ha tenido Fuerza Popular, vuelvo a repetir. Siendo 73 congresistas en su momento, se dejaron apabullar por toda la prensa, y a Keiko le empezaron a decir de todo. Nunca presentaron comunicados, ni nada. Se dejaron avasallar, ridiculizar, criminalizar.
¿Qué opina de su bancada en el Congreso?
Lo que sí estoy de acuerdo es cuando votan, así voten en la misma dirección que la izquierda, por ejemplo en el tema de Sunedu. En ese tipo de cosas en las que le quiten privilegios a la caviarada yo estoy feliz.
Sin embargo usted es simpatizante de Alberto Fujimori. ¿Qué diferencia tiene con el fujimorismo de hoy?
Yo soy fujimorista-albertista. Alberto Fujimori, pues, más que todo era pragmático, mano dura contra el terrorismo y enfrentó la hiperinflación. Todo eso yo reivindico. Es algo que no veo en FP. Lo piensan mucho, quiere quedar bien hasta con sus enemigos, y eso es perjudicial.
Usted postuló al Congreso en 2020 por Solidaridad Nacional.
Sí, claro, pero no pertenezco al partido, no tengo militancia. Solamente fui así como invitado cuando Rafael López Aliaga era secretario general.
¿Qué opina de López Aliaga?
Creo que tiene un buen perfil. Se le ve confrontacional contra la izquierda. Pero a veces comete exabruptos que ya son propios de él. Cuando lo ponen en aprietos puede decir cualquier cosa. A veces no se controla. Pero en el tema ahora como alcalde, lo veo, bueno, me encanta esa propuesta de eliminar los peajes corruptos y que han puesto algo de orden en ese muladar en el que se ha convertido la Plaza San Martín.
Mencionó que López Aliaga no se controla, ¿no cree que eso pasa también con su grupo?
No, lo que pasa es que a nosotros no nos ponen en aprietos. Él lo hace cuando lo aprieta el periodista, cuando es incisivo, puede decir cualquier cosa, que si yo lo dijera me mandarían preso.
¿Si los metieran en aprietos?
No, tampoco. Hay cosas que nos pueden perjudicar, uno tiene que evaluar.
Anunciaron recientemente que van a querellar a cuatro de las personas que hablaron de ustedes estos últimos días. ¿Quiénes son?
Eso todavía está en reserva.