La renuncia de ocho congresistas a la bancada de Acción Popular por la elección de Darwin Espinoza como vocero de la bancada reveló una crisis partidaria interna que se viene arrastrando desde hace varios años. Y es que algo que ha caracterizado durante los últimos tiempos al partido fundado por Fernando Belaúnde es la confrontación entre dirigentes y la ambigüedad ideológica. El Reporte conversó con Mesías Guevara, miembro del comité político de Acción Popular, sobre el momento crítico que atraviesa su partido.
¿Qué lectura tiene sobre los recientes hechos en torno a la bancada de Acción Popular?
Ya se veía venir la implosión ocurrida el martes, por la disputa de la vocería entre Darwin Espinosa y José Arriola. Lo curioso es que la excusa que dieron los congresistas que renunciaron fue que salió electo Darwin, cuando en realidad, sin importar quién hubiera ganado, el desenlace hubiera sido el mismo, ya que ambos congresistas son sumamente cuestionados.
Sin embargo, la bancada en conjunto está actuando lejos de los principios doctrinarios del partido. Eso también nos lleva a la dirigencia nacional, porque recientemente Edmundo del Águila ha sido reconocido como secretario general en un mandato que vence el 31 de octubre. Aquí habrá otro cisma, porque según sus declaraciones, pretende quedarse hasta el 2025. Además, no hay una posición uniforme en torno a la coyuntura política nacional. En síntesis, tanto la bancada como la dirigencia nacional estamos pasando por una crisis muy seria.
Si la vocería se disputaba entre dos congresistas cuestionados y el resultado sería aparentemente el mismo, ¿por qué cree que Alva y otros miembros renunciaron a la bancada?
Estaban entre un niño y un "mochasueldos". En lugar de haber renunciado a la bancada, debieron buscar una candidatura de consenso con alguien que tenga menos cuestionamientos y que sea más dialogante y consensuador. Pero se fueron a una confrontación con dos congresistas cuestionados, teniendo las consecuencias que ya conocemos.
Recientemente declaró que la bancada estaba desorientada porque no reconoció el liderazgo de Yonhy Lescano. ¿Cree que de seguir sus indicaciones la bancada no habría atravesado estos problemas?
Hay que ser francos. Yonhy Lescano hizo un gran sacrificio para representar al partido como candidato presidencial. Aunque no pasó a segunda vuelta, logró el ingreso de quince congresistas, quienes una vez adentro se olvidaron de coordinar acciones con él, el comité político y el partido en general.
No sé si hubiera sido mejor, pero sí creo que los congresistas hubieran tenido una mayor orientación, ya que en el comité político la gran mayoría hemos sido parlamentarios y, por lo tanto, creo que debieron haber escuchado las sugerencias que el comité político les hubiera dado.
Pero él también ha sido cuestionado por supuestamente ser el "padre de los niños", entre otras cosas.
Es algo que Lescano tiene que aclarar, porque yo sí he visto que los congresistas en general, una vez que salieron elegidos, se apartaron de todos. Y eso lo notas cuando el congresista Zeballos, quien tiene a Lescano como asesor, sugirió como ministro de Producción al ingeniero Roger Incio, un militante de larga data de Acción Popular, pero al enterarse, los "niños" se le tiraron al cuello, hasta el punto que lo obligaron a renunciar para poner a quien estuvo hasta el golpe de Estado.
Hablando de "Los Niños", ¿qué medidas se deberían tomar contra ellos?
Los "niños", los "mochasueldos" y todos aquellos que se han alejado de la línea política del partido, que son casi todos, deberían ser sometidos a disciplina. Y como reitero, también a aquellos que abrazan otras ideologías políticas lejos del partido.
¿Qué ideologías, por ejemplo?
Algunos se han alineado con VOX y más parecen fujimoristas que acciopopulistas.
¿Qué medidas tomará el partido sobre la renuncia masiva de congresistas?
Una medida que ya está en debate es que como partido enviemos una comunicación oficial al oficial mayor y al presidente del Congreso, para que ninguno de los congresistas use el nombre de Acción Popular como bancada, ya que el nombre es de nosotros, no de la bancada.
Los salientes no pueden formar una nueva bancada a menos que renuncien a Acción Popular. ¿Habrá congresistas dispuestos a renunciar?
Por lo que he visto, no creo que tengan esa iniciativa, porque al salir del partido nadie los va a recibir. Con estos antecedentes no creo que ningún partido político los reciba. A menos que algunos se vayan al fujimorismo, donde muchos están más cerca.
A propósito de su comentario, desde hace un buen tiempo se ha hecho evidente la separación ideológica dentro de Acción Popular. ¿La división en el congreso es prueba de ello?
Eso se sigue reflejando y además se sigue haciendo más notorio. Más que discrepancias ideológicas es un tema de intereses personales y amicales, porque no hay ningún debate sobre ideología o la parte programática. Solo hay posiciones de amistades y de intereses particulares. Más que una visión ideológica y programática, se tiene una visión evidentemente electorera, por lo tanto el debate se resume a eso: una ambición desmedida por el poder.
Pero desde que salió electo Castillo, el partido no tuvo una postura uniforme frente a él. Lescano siendo excandidato le dio respaldo mientras que congresistas como Alva fueron oposición desde el día 1.
Más que interés ideológico, es por el interés de estar aupado a un grupo que le dé más sombra, a un grupo que le dé mayor posibilidad de acceder al poder. Eso es lo que viene ocurriendo. Si les preguntas a los congresistas sobre la ideología del partido, no te van a responder porque la desconocen. Las divisiones se dan por temas de intereses.
Parte del partido, como congresistas y líderes regionales, están orientados a la izquierda. Entre estos, se señala a dirigentes como Lescano y usted. ¿Se identifica como izquierdista?
No, yo estoy bien apegado y siempre defenderé los principios primigenios de Acción Popular. Algo que sí aprecio es que creo que soy el único que ha sido formado en el grupo ideológico dirigido por Belaúnde con Valentín Paniagua, Gastón Acurio y el profesor Jorge Díaz León. El resto no. Yo soy el único que ha escrito libros sobre la ideología del partido.
Yo no, yo nunca he leído a Marx, soy sincero. Nunca he leído por mi formación de ingeniero electrónico. Nunca he tenido ningún pensamiento ligado a la izquierda. Lo que sí tengo es una profunda sensibilidad porque yo vengo del Perú profundo.
Cuando comenzamos la conversación mencionó en repetidas ocasiones al secretario del partido Edmundo del Águila. ¿Cuál es su responsabilidad en la situación del partido?
La crisis del partido empezó en 2016 cuando revocaron la inscripción de Rafael Vásquez Neyra. Ahí, Edmundo del Águila luego pretendió que su hijo sea secretario general en 2017, donde hicieron un proceso electoral que el JNE nunca reconoció. También tomaron el local de Paseo Colón por asalto. Y luego su relación con muchos alcaldes, como el de San Juan de Miraflores, Ate, Magdalena, San Luis y por otro lado su vínculo fuerte con los congresistas Darwin Espinoza y Arriola. Él es el que estaba metido siempre en estos embrollos.
Y ahora él ha sido elegido secretario general, pero en la votación perdió. Para que él gane, tuvieron que anular las mesas donde perdió contra Julio Chávez. Ahora habría que preguntarle cuál es su interés.
Dijo que Del Águila quiere quedarse por más tiempo en su cargo, pero usted se mantuvo por varios años en su puesto de presidente, que ya había vencido desde 2018.
En mi caso yo estuve por obligación. Mi mandato terminó en noviembre de 2018, pero como Bertha Arroyo y yo estábamos inscritos en el JNE, tuvimos la facultad de convocar a los plenarios nacionales extraordinarios, donde se aprobaban las directivas para que el comité electoral nacional fuera a regular los procesos internos. Bajo esa acción pudimos participar en la elección del 2020 y 2021. Caso contrario, el partido hace tiempo hubiera dejado de participar y eventualmente desaparecería de la escena nacional. Son cosas totalmente distintas.
Hace unos días dijo que de mantenerse como secretario, Edmundo del Águila podría expulsarlo a usted y a Lescano de Acción Popular. ¿Por qué cree eso?
Es lo que dicen públicamente de manera permanente y la verdad que no tengo miedo a esas amenazas porque en primer lugar yo no he cometido ningún acto infraterno, ni que riña con las buenas costumbres y si ellos quieren forzar alguna expulsión, bueno, yo los esperaré en mi trinchera.
¿Cree que debería ser removido de su cargo?
No, simplemente que se cumpla su mandato que termina el 31 de octubre. Lo que sí, la militancia debe estar vigilante en qué se hará hasta ese día con los fondos del partido y con los fondos públicos. Porque en el partido tenemos cerca de 8 millones de soles que por la ONPE nos corresponde. También queda la posibilidad de que amplíe su mandato por seis meses más, pero siempre y cuando el comité nacional así lo solicite.
¿No hay un tema personal entre ustedes?
No, yo no tengo ninguna declaración al respecto. Pero me gusta hablar con claridad, no con medias tintas. No me gustan aquellas personas que tienen doble comportamiento, que hacia afuera dan un mensaje cuando en el fondo actúan de manera distinta. Él incluso lo convierte en un tema familiar. Por ejemplo, en 2010, fue candidato a teniente alcalde de Lima. Su hijo fue candidato a la alcaldía de La Molina, en 2014 hizo lo imposible y su hijo se convirtió en candidato a la alcaldía de Lima. El 2016, fue candidato a la vicepresidencia y su hijo al Congreso. Entonces, ¿qué significa eso? Traficar con intereses familiares, no a favor del partido.