“¿Pero qué es esto? ¡Qué asquerosidad! En esta gestión, el alcalde se preocupa por los vecinos. Si antes se permitían estas cosas, ahora no”, se escucha con voz chillona en un estrafalario video publicado en el Tik Tok de Franco Vidal, alcalde de Ate. En este, se anunciaba la clausura de la popular pollería La Granja Azul. El cierre fue sumamente cuestionado por los comensales y empleados del restaurante, pues argumentaron que la inspección sanitaria del lugar fue arbitraria e imprecisa. Además, consideraron que no se utilizaron los criterios adecuados para juzgar las condiciones de este.
Luego de dos reportajes emitidos en noticieros dominicales y cuestionamientos a las autoridades municipales en redes sociales, se decidió levantar la clausura, la cual también sería anunciada en un video de Tik Tok.
Aparte de Vidal, hay otros alcaldes como Pedro Spadaro (Callao) y Ulises Villegas (Comas) que aspiran a ser celebridades en Tik Tok, pues suelen mostrar (o más bien aparentar) trabajar por sus respectivos distritos. El Reporte intentó ponerse en contacto con dichas autoridades, pero no obtuvo respuesta.
Alcalde Vidal celebrando 250 mil seguidores en Tik Tok
Nuevas estrategias
El contenido de estos videos suele ser muy similar: primero se enfocan en una problemática que aqueja al distrito (llámese delincuencia, informalidad o invasión de espacios públicos). Luego, deciden actuar encarando a los responsables, haciendo gala de la captura de delincuentes o el accionar coactivo de efectivos de la PNP y serenazgo. Acto seguido, se suele ver una excéntrica aparición del respectivo alcalde caminando con pecho inflado mientras “supervisa” el trabajo de las autoridades. Finalmente, se graba un video de las acciones tomadas por el burgomaestre y se muestra un mensaje repitiendo su nombre, como si siguieran en campaña política o si fuera, más bien, una propaganda prematura para aspirar a un cargo mayor una vez acabada su gestión.
Voces chillonas y grandilocuentes que narran el proceder de la municipalidad como si se tratara de un ampay farandulero, lenguaje coloquial, memes y frases célebres de la cultura pop contemporánea, referencias a películas y, sobre todo, populismo puro y duro. Todo eso incluido en videos que tienen como objetivo llegar a la población a cualquier costo y esparcir su mensaje.
Comentarios aparte, no se debe de menospreciar la gran estrategia de comunicación y propaganda que hay en estos videos, pues suelen tener elementos que los hacen llamativos para un amplio espectro de la población, incluso quienes no están familiarizados con la política.
Spadaro figureteando con las nuevas adquisiciones de su municipio.
La elección de la red no es coincidencia, pues siendo Tik Tok una plataforma sumamente popular entre los peruanos, pues cuenta con más de 16 millones de usuarios en nuestro país. Es bastante acertado, en términos de propaganda, acudir a esta red social para llegar a los vecinos.
El formato de la red social se presta para transmitir el mensaje político, gracias a su capacidad única para alcanzar a audiencias jóvenes de manera directa y creativa. Además, la corta duración de los videos y su algoritmo de recomendación personalizada le da la oportunidad a los políticos de condensar mensajes clave en contenido atractivo y fácilmente compartible.
“Difundir estos videos en redes sociales les ayuda a generar simpatía, pero es porque últimamente se ven a personajes políticos poco serios, que ya no están motivados por intereses políticos genuinos sino por intereses particulares. Además, tenemos también a políticos poco preparados no solamente en temas de capacidad técnica y gestión, sino también en cuestiones de idoneidad moral”, comenta el analista político Percy Urteaga.
Sin embargo, serían las mismas redes sociales las que darían pie a cuestionamientos al alcalde de Ate. En sus tantos videos se aprecia que su padre, Manuel Gaudencio Vidal, está muy involucrado en las actividades de la municipalidad. Tal vez demasiado. En varios videos se ve a este estrafalario hombre emulando al escocés William Wallace, mientras reparte cerveza, baila y figuretea.
Manuel Vidal tratando de imitar a William Wallace
El cuestionamiento se agrava ya que, según reveló Beto a Saber, estuvo involucrado en un homicidio y fue a prisión dos veces. Además, cuenta con denuncias por acoso, violencia psicológica y usurpación de funciones. Esta última imputación se da porque, según algunos ex regidores y personas cercanas a la gestión, sería quien realmente ejerce el rol de alcalde.
Farándula municipal
Y es que muchos obtienen a cambio comentarios positivos en sus respectivas cuentas. “Siempre con usted alcalde”, “bien ahí alcalde”, “nunca he visto un alcalde tan piola” se lee en los comentarios de estos videos. Por ejemplo, Ulises Villegas, alcalde de Comas, cuenta con más de 200 mil seguidores en la red.
No obstante, parece importarle poco o nada mostrar una actitud matona a los ciudadanos, como se puede apreciar en un video de la misma red social, donde encara al vigilante de un establecimiento y se acerca a él con una actitud bravucona e intimidante.
Villegas y su postureo enérgico.
“Lamentablemente, están acostumbrando a la ciudadanía a ver estos actos que parecen más bien espectáculos. Y muchos lo aplauden porque se ve a la autoridad como alguien que está en contra de la corrupción y de las malas gestiones de otros alcaldes. Pero nadie cuestiona si es que es propio de una autoridad actuar de esa manera”, afirma Urteaga.
En otra ocasión, el figuretismo pomposo de Villegas incomodó a la población de Comas, pues luego de un trágico accidente en Pasamayito, que cobró la vida de cinco personas en el mes de julio, se apersonó al lugar de los hechos con una banda de músicos.
Ante esto, muchos lectores podrían decir que uno puede figuretear si es que hace obras y no es corrupto. Pero este no sería el caso del alcalde de Comas, pues viene siendo investigado por la Fiscalía bajo el presunto delito de falsedad ideológica, tras haber intentado cambiar las normas municipales sin cumplir los requisitos administrativos del caso.
¿Bukelismo edil?
El auge de figuras como Nayib Bukele podrían haber influido en el desarrollo de estas actitudes y estrategias de los burgomaestres hambrientos de fama y respaldo. Después de todo, la estrategia de mano dura sirvió para acabar con la delincuencia en El Salvador, aunque hay muchos cuestionamientos respecto a los métodos empleados por su presidente.
Los antes mencionados tratan de emular la figura del mandamás salvadoreño. Franco Vidal, por ejemplo, subió un video mostrando ínfulas de militar y portando un chaleco táctico mientras anunciaba que estaba reclutando personal de serenazgo para combatir la delincuencia. Por parte de Villegas, una cuenta afín a su gestión lo comparó con Bukele, diciendo que “ambos le declararon la guerra a la delincuencia”.
Vidal anunciando vacantes para efectivos de serenazgo.
“Es un fenómeno regional. Yo creo que la figura de Bukele es influyente porque es un presidente con alta aprobación. Esto se da en base a los actos de mano dura que ha impuesto su gobierno. Pero hay que ver también el costo de ese resultado, el cual se hizo a costa de detenciones arbitrarias y sin respetar el debido proceso”, finalizó Urteaga.
Mucho figuretismo, poca gestión seria. En un panorama político marcado por el espectáculo y la estrategia de viralización, estos alcaldes han encontrado en las redes sociales, especialmente en plataformas como TikTok, un terreno fértil para cultivar su imagen y ganar notoriedad. Sin embargo, mientras estas estrategias pueden acumular seguidores y comentarios positivos, también suscitan preguntas sobre la verdadera intención detrás de estos actos: ¿es esta la manera adecuada de ejercer la función pública? ¿Son estas acciones impulsadas por un genuino deseo de servir a la comunidad o más bien obedecen a un afán de protagonismo y populismo? Mientras la línea entre el espectáculo y la política se vuelve cada vez más borrosa, es imperativo que los ciudadanos sean críticos y exijan una verdadera rendición de cuentas y una gestión íntegra por parte de sus autoridades, más allá de las apariencias y los videos virales. Después de todo, las autoridades son el reflejo de sus ciudadanos. (Marcelo Rosales)