OpiniónMiércoles, 25 de octubre de 2023
¿Hacia los Estados Islámicos Europeos?, por Alfredo Gildemeister

Las recientes masivas manifestaciones de miles de migrantes y pobladores islámicos en diversas capitales y ciudades europeas, el cada vez mayor número creciente de migrantes islámicos en Europa, ante la pasmosa indolencia y pasividad de los europeos, así como de la propia Unión Europea, y la reciente guerra entre el grupo terrorista Hamas y el Estado de Israel, nos hace reflexionar sobre el futuro a corto plazo de la Europa que todos conocemos, esa Europa supuestamente cristiana de toda la vida, nos hace reflexionar una vez más -pues sobre esta preocupación ya habíamos escrito hace unos ocho años al menos cuando ya algunos escritores y analistas comenzaban a alertar sobre lo que estabas ocurriendo en Europa en relación con la gran cantidad de migrantes islámicos- nos mueve a que volvamos a escribir sobre esta realidad inminente que, en nuestra modesta opinión, hará que pronto Europa sufra un cambio histórico como nunca nadie pudo haber imaginado. ¿Son conscientes los países de occidente de lo que está sucediendo y a qué se están enfrentando? Creemos que no.

Ante la reciente guerra entre el grupo terrorista islámico Hamas y el Estado de Israel, se han efectuado diversas declaraciones de prominentes jefes de Estado y monarcas, que revelan una ignorancia casi absoluta en cuanto a lo que ya están enfrentando, pues no tiene la menor idea de lo que representa el islam, su historia milenaria, su cultura, su gente y su fe fundamentalista. Recordemos que no es la primera vez en la historia que se enfrentan los países cristianos de occidente al islam, de allí que valga la pena que recordemos un poco la historia al respecto.

¿Sabía usted que, desde el 6 de mayo del 610 en que Jerusalén fue conquistada por los persas, pasarían 485 años para que dicha ciudad santa fuera recuperada por los cristianos durante la primera cruzada en el año 1099, pero por poco tiempo, pues volvió a ser recuperada por el islam? ¿Sabía usted que cuando Mahoma predicó el monoteísmo y funda la religión que denominaría “islam”, término que expresa la “sumisión” a la voluntad divina, combatió durante ocho años para conquistar La Meca en el 630 a fin de imponer gradualmente su voluntad y su religión a las tribus árabes? Los fieles de su religión adoptaron el nombre de “musulmanes” que significa “creyentes” y sus enseñanzas fueron recopiladas por sus discípulos en El Corán, libro sagrado para los musulmanes, pues contiene la palabra de Dios (Alá) transmitida a Mahoma para que sea difundida entre los hombres. La doctrina musulmana sustenta la creencia en un Dios único. La voluntad de Alá es todopoderosa y –cuidado con esto- frente a ella no cabe la libertad humana, pues las acciones de los hombres se hallan escritas de antemano en el libro de la Evidencia. De allí que el islam sea intolerante con la práctica de otras creencias o religiones como el cristianismo, y busque imponer la práctica del islamismo a donde vaya.

Cabe también recordar que el islam se expandió por Asia, arrebatando territorios al Imperio Bizantino (Siria y Egipto) y conquistando Persia. La capital en un principio fue la ciudad de Medina, pero luego fue Damasco la que se impuso. Posteriormente conquistaron el este de Irán hasta las fronteras con la India, llegando a penetrar al valle del Indho y ocupando Delhi. Si bien no estuvieron muchos años en India, la influencia del islam continua hasta hoy en lo que es el Pakistán actual. Hacia occidente el islam conquista el norte de África, llegando a ocupar toda España (Reino Visigodo) e invadiendo Francia por el valle del Loire, hasta que los musulmanes son detenidos en el año 732 por Carlos Martel en Potiers. Años después serían derrotados en el Pirineo en Roncesvalles, por Rolando como héroe y el Rey Sancho el Fuerte de Navarra. El imperio musulmán llegó a tener casi un milenio de existencia.

Más adelante, cuando en el año 1096, ante el grito: “Dios lo quiere” del Papa Urbano II, se da inicio a las primeras cruzadas a fin de “recuperar” Jerusalén y el santo sepulcro, los antecedentes de dichas “cruzadas” tiene algo de semejanza con el acontecer actual pues desde hacía siglos, cientos de peregrinos cristianos venían acudiendo a tierra santa en peregrinación. El islam permitía que vinieran peregrinos y, dependiendo de la época y del Califa reinante, se les cobraba tributos, se les aplicaban diversas prohibiciones, llegándose al abuso, violaciones y muerte inclusive. Ante el pedido de ayuda de los cristianos establecidos en las tierras del islam, como lo era tierra santa, los reinos cristianos de occidente durante siglos no hicieron el menor caso. Así cayeron miles de peregrinos sin que un rey ni papa se considerase obligado a hacer algo. El emperador bizantino Alejo I, en 1095, manipulando estos hechos, solicita la ayuda de occidente para liberar Jerusalén –en realidad para liberar la península de Anatolia de los musulmanes (los “selyucidas” o turcos seléucidas) y recuperarla para el Imperio Bizantino, y así es como más por intereses políticos y económicos que religiosos, comienzan las primeras cruzadas, conquistándose una sola vez Jerusalén y por poco tiempo. A esta historia de enfrentamientos entre los países cristianos de occidente y el islam, tendríamos que añadir la posterior caída de Constantinopla en 1453, la famosa batalla de Lepanto en 1571 entre la Liga Santa y los musulmanes otomanos y la batalla de Viena en 1683 cuando 200,000 musulmanes otomanos intentaron conquistar Viena, defendida por 65,000 cristianos, siendo derrotados los primeros.

Se trataba de choques entre dos culturas y religiones, de costumbres muy diferentes. Una Europa cristiana con una fe sólida, coherente, muy unida y consolidada, enfrentada a un mundo musulmán, igualmente conformado por hombres de una fe sólida en sus creencias y, sobre todo, dispuesta a imponerla por la fuerza. Pregunto: ¿La situación actual es similar a la época de Lepanto, por ejemplo? Lamentablemente no. El actual mundo “cristiano” europeo, si se le puede denominar así, –incluyéndose a los Estados Unidos- está compuesto por países en donde no impera una fe cristiana sólida como antaño, en que se mantenía sólidamente unido todo el cristianismo, sino todo lo contrario: reina un ateísmo o agnosticismo arraigado, acompañado de un relativismo y hedonismo marcado, viviéndose un materialismo y un consumismo profundo, con una crisis de valores muy fuerte. Todo ello ha hecho que no exista unidad, coherencia y fortaleza de fe en la Europa actual, cosa que sí la tienen los estados islámicos en la actualidad. Hoy la invasión silenciosa musulmana de Europa es un hecho, una realidad –de manera pasiva- desde hace al menos tres décadas, mediante la cual miles de migrantes islámicos vienen ocupando Alemania, Francia, Italia, Austria, Inglaterra, Suecia, etc. Cabe recordar que una familia musulmana tiene en promedio de 7 a 9 hijos, mientras que una “familia europea” –por llamarlas de alguna manera- solo uno o ninguno. Haga usted sus cálculos. Las matemáticas no mienten.

¿Cabe un pronóstico al respecto? No hay que ser un profeta ni un experto en movimientos migratorios para concluir que en el mediano plazo a lo más, diversos Estados europeos en donde los ciudadanos islámicos comiencen a ser mayoría, votarán en algún momento por desechar las democracias y monarquías constitucionales, para instaurar por la mayoría de sus votos en los diversos parlamentos, un estado islámico bajo la forma de un califato, emirato o un principado, por mencionar algunos sistemas utilizados por países islámicos con un claro sistema teocrático de gobierno. Posiblemente esta situación comenzará a darse en países como Francia o Suecia, mediante una alianza entre los diversos movimientos o partidos islámicos y los partidos socialistas o de izquierda. Esto está cantado. Ya San Juan Pablo II, el cual luego nos hemos enterado después de su muerte y canonización, que tenía el don de profecía, había profetizado que Europa dentro de muy poco sería dominada por el islam, a menos que se recristianizara, cosa que hoy vemos difícil.

De allí que, en nuestra opinión, Europa va camino en el mediano -por no decir corto- plazo- hacia la conformación de estados islámicos europeos. Europa ha caído ingenuamente, por no decir de la manera más tonta, en manos del islam, sin que se dispare un sólo tiro, sin que sea necesaria otra batalla de Lepanto. En su hedonismo, soberbia y altanería, Europa y Estados Unidos nunca supieron con quienes lidiaban y hoy se están dando cuenta, que ya es demasiado tarde. Por tanto, llegará el momento en que los europeos tendrán que ir aprendiendo a hablar y escribir el árabe, y que se vayan acostumbrando a ver la media luna en Notre Dame de Paris o en la Basílica de San Pedro en Roma. No será la primera vez. La gran basílica de Santa Sofía en Constantinopla -mas grande que la de San Pedro- es hoy una mezquita luego de haber sido durante siglos, el templo mas grande de la cristiandad.

Ya lo advirtió hace unos años el escritor español Arturo Pérez Reverte: “Es una guerra y estamos metidos en ella. Es la tercera guerra mundial y no se dan cuenta. Es la yihab, es la guerra santa idiotas… Es la tercera guerra mundial.Y la estamos perdiendo por nuestra estupidez. Sonriendo al enemigo…”. (http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/938/es-la-guerra-santa-idiotas/).

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