OpiniónJueves, 26 de octubre de 2023
Sobrepoblación: la gran mentira del ecologismo, por Lucía Meléndez
Lucía Meléndez
Activista política

El ecologismo es el máximo impulsor de la cultura antinatalista, cultura que, si bien ha estado presente en el siglo pasado en discursos eugenésicos para la preservación de una mejor raza, ha evolucionado para hoy verse motivado por un discurso distinto que plantea que la sostenibilidad ambiental requiere menos habitantes en la tierra. El propósito primero del ecologismo es reducir ciertas poblaciones para que los recursos sean suficientes para ciertos grupos. Lo cierto es que, tanto en el siglo pasado como en boga, el mínimo común múltiplo de estas ideologías es la idea de que el hombre es el destructor del planeta. Así, el ecologismo, entre sus tantos modelos fallidos, hace una atribución causal a la crisis ambiental en la creencia de la sobrepoblación y sus supuestos efectos en cuanto a pobreza y sostenibilidad ambiental. Suponer que la población es mucho más grande que aquello que la tierra pueda soportar, solo es reflejo de la ignorancia desmesurada propia de los militantes verdes, y evidencia una ineptitud preocupante.

El mito sobre la sobrepoblación debe refutarse empezando por lo siguiente: la tasa de natalidad —número de nacimientos— hoy es inferior a la tasa de reemplazo —número de nacimientos necesarios para mantener estable la población—. Por otro lado, quizá algún ingenuo pueda confundir la alta densidad demográfica —habitantes por metro cuadrado— en los centros urbanos, con sobrepoblación. Por poner un ejemplo sencillo: decir que hay muchas personas acumuladas en una habitación no es lo mismo que decir que falta espacio en el edificio. La mala distribución de las tierras, la estructura productiva concentrada en servicios —y no en zonas de producción— en los centros urbanos y la demanda sociocultural son algunas de las causas lógicas de la acumulación de habitantes en las zonas urbanas. En suma, no existe tal cosa como la sobrepoblación sino una distribución demográfica acumulada en ciertas zonas.

Los verdes, además, promueven la atribución causal sobrepoblación-pobreza. Esto lo sustentan en base a la teoría Maltusiana, que proponía que la población crece geométricamente y las subsistencias solo aritméticamente; es decir, que se produce menos y la gente se reproduce más, y que eventualmente el crecimiento de la población sería sumamente superior a la producción y millones de personas morirían de hambre. La realidad dista de ser esa, pues la población —y, por tanto, la demanda— no ha crecido tan rápido a comparación de la producción de alimentos. Esto se debe a que el ser humano crea su propio alimento y agiliza su producción gracias a la asociación corporativa. De ahí que, a mayor cantidad de habitantes,mayores riquezas se predispondráa generar.

¿Por qué hay tanta gente ensimismada con la idea de sobrepoblación? El ecologismo se sostiene de mentiras bien contadas, de discursos manipuladores y de un sentimentalismo bastante propio del posmodernismo. En ese sentido, el ecologismo pretende que se crea que hay demasiada población para los recursos disponibles, en lugar de decir que hay pocos recursos disponibles para una población. El orden de los factores alteró elproducto, la idea ha sido implantada: el planeta es antes que el hombre.

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