Las últimas dos semanas han sido bastante movidas en lo que a la Cancillería se refiere. Y es que luego del aparatoso incidente ocurrido en Estados Unidos, donde Dina Boluarte no pudo reunirse en la Cumbre de los líderes de la Alianza de la Prosperidad Económica en las Américas (APEP) con su par Joe Biden, la torre de naipes que sostenía a Torre Tagle se derrumbó. La presidenta solo atinó a tomarse unas cuantas fotos que destacaron por su semblante forzado y la clara desorientación del presidente del país norteamericano.
Tras el ridículo internacional de la presidenta, Ana Cecilia Gervasi oficializó su renuncia a la Cancillería este lunes.“Los cuestionamientos en torno a la no realización de la reunión bilateral con el presidente Biden, generaron un clima complicado para quienes tienen la responsabilidad de la política exterior de nuestro país”, comentó la congresista Maricarmen Alva, expresidenta de la comisión de Relaciones Exteriores del Congreso.
El elegido para asumir la cartera de Relaciones Exteriores fue el politólogo e internacionalista Javier González-Olaechea Franco; quien a pesar de no ser diplomático de formación, tiene los pergaminos para ejercer dicha función.
No obstante, su nombramientofue un alivio momentáneo, ya que a menos de una semana de asumir el cargo ya levanta varios cuestionamientos. Entre ellos, el nombramiento de un miembro de la cúpula caviar de Manuel Rodríguez Cuadros como representante permanente en organismos internacionales.
Remanentes caviares
El poder caviar, materializado a través de la influencia del excanciller Manuel Rodríguez Cuadros, se mantiene en la Cancillería. Prueba de ello es la resolución Nº 156-2023-RE publicada este viernes, donde se nombra a Luis Chuquihuara Gil, una persona de su entera confianza, como Representante Permanente del Perú ante los Organismos Internacionales con sede en Ginebra.
Esto sucede luego de que Chuquihuara pasara al retiro por cumplir 70 años de edad. “Es una decepcionante resolución avalada por el nuevo ministro González Olaechea, porque la caviarada continúa teniendo su cuota de poder”, comenta el excanciller Luis Gonzáles Posada.
Altibajos y cuestionamientos
El sector caviar se mofó del hijo del nuevo canciller, quien se dedica a grabar contenido porno para la plataforma Only Fans con su esposa, la argentina Xoana González. Una contradicción total para ese sector que furibundamente siempre carga contra la derecha por su conservadurismo y “cucufatería”.
Por otro lado, se le cuestionó por asumir el cargo a pesar de sus constantes críticas a la presidenta Boluarte. En agosto de 2021, por ejemplo, recomendó a Boluarte, quien ocupaba entonces el cargo de vicepresidenta de Castillo, que buscara de forma urgente atención médica para abordar el problema que la aquejaba. Esto se debió a su solicitud a los empresarios para evitar generar inestabilidad económica.
“La señora (Dina) Boluarte les pide a los empresarios no generar inseguridad económica. Si no lo cree, manipula groseramente y si lo cree, necesita con urgencia buscar un médico muy calificado que diagnostique el mal que la aqueja y la trate más que intensamente”, dijo en un tweet.
Agenda
Una de las primeras tareas que tuvo el flamante canciller fue dirigirse al Legislativo para explicar la importancia del que sería el quinto viaje de Dina Boluarte al extranjero, esta vez para la Reunión de Líderes Económicos del Foro de Cooperación Económica Asia – Pacífico (APEC) del 14 al 18 de noviembre de 2023.
Durante su sustentación, el canciller destacó la importancia de la presencia del país en la APEC, señalando que esta plataforma involucra a las principales economías, representando el 63% del comercio global.
“Es importante porque en esas reuniones se llegan a acuerdos para liberar el comercio, facilitar las inversiones y la cooperación técnica. De tal manera que hay que preparar una buena agenda, el próximo año Lima tendrá cuatro sedes y se estima que vendrán 8.000 expertos, por lo que esperamos que se nombre un comando de alto nivel”, agregó Gonzáles Posada.
González-Olaechea mencionó haber mantenido conversaciones con el secretario adjunto del Departamento de Estado de los Estados Unidos, buscando asegurar las condiciones para la transferencia de la Presidencia de APEC de Joe Biden a Dina Boluarte. Presumiblemente aclaró estos puntos como garantía de no repetir el pomposo episodio ocurrido en el último viaje de la presidenta.
Desplante
Una situación grave pero que no tuvo mucha repercusión mediática fue lo sucedido con Kako, la princesa de Japón que llegó al Perú el domingo pasado para recorrer el país en una visita que estaba programada desde octubre de 2022, en donde se conmemoró 150 años de relaciones diplomáticas entre su país y Perú. La hija del príncipe Fumihito no sólamente destacó en las fotos de su visita por su belleza y su vestimenta llamativa y elegante, sino también por aparecer sola en su recorrido. Ninguna autoridad recibió a Kako como lo merece una representante de Japón, país con el que el Perú mantiene profundos lazos por la migración nipona y por ser el sexto socio comercial del país y el segundo en Asia.
“No recibir a la princesa Kako ha sido una inexplicable descortesía o torpeza diplomática [...] La presidenta Boluarte ignora la gran cooperación japonesa, especialmente en apoyo a los damnificados de desastres naturales e ignora también las inversiones que hacen en el Perú y que formamos parte de la APEC”, polemizó Gonzáles Posada.
“Creo que la cancillería en general prevé las atenciones y reuniones a quienes visitan el Perú con protocolos y agendas previstas. Se ha generado un debate innecesario como parte de la crítica al viaje de Boluarte”, contrasta Alva.
Este desaire innecesario deja al Perú mal parado a nivel internacional, pues irradia la imagen de un gobierno que prioriza una visita mal planeada con el propósito frívolo de hacer turismo por encima de una visita con un país con el que se comparte muchas cosas.
El nuevo titular de Relaciones Exteriores parte su carrera en medio de un incendio. Su presteza como diplomático será testeada con este inicio complicado en una cartera en la que se debe trabajar con mucha delicadeza y pericia.