Argentina fue siempre un referente en América Latina y destino para millones de migrantes europeos y latinoamericanos en especial.
Bajo el liderazgo del General San Martín, en los años aurorales de la independencia, la sociedad argentina se fue moldeando en función al empuje del agro y el crecimiento urbanístico de una ciudad emblemática como Buenos Aires. En los años que la economía argentina promovió el libre comercio, el desarrollo de las fuerzas productivas permitieron un crecimiento económico sin precedentes, que convirtieron a Argentina en la primera economía latinoamericana. Finalizada la II Guerra Mundial, el desarrollo económico argentino, superaba con creces a Brasil y México. Las reformas sociales impulsadas por la Unión Cívica Radical en las primeras décadas del siglo XX fueron interrumpidas por golpes de Estado militares. Cuando aún no había concluido la guerra, surge del seno del ejército y de un gobierno militar, la figura de Juan Domingo Perón. El Justicialismo se convirtió en una fuerza política con presencia sindical y popular, pretendiendo hegemonizar la política argentina.
El golpe de 1955 y el largo exilio de Perón en España, estuvo marcado por sucesivos gobiernos militares con breves gobiernos civiles presididos por la Unión Cívica Radical. Cuando Perón retorna en 1972 a la Argentina, su partido carecía de disciplina y no podía contener las pugnas entre los peronistas de extrema derecha y los llamados Montoneros, que no descartaban las acciones violentas para la toma del poder. La muerte de Perón en julio de 1974 y el golpe militar en marzo de 1976, tuvieron su epílogo en un nuevo período dictatorial que eclosionó cuando las tropas argentinas no pudieron doblegar a los ingleses, en la infausta Guerra de las Malvinas.
Las elecciones de 1983 fueron ganadas por el líder radical Raúl Alfonsín, que no dudo en afianzar la democracia, en un escenario de crisis económica internacional signada por el inmenso monto de la deuda externa acumulada.
Argentina, luego de cuarenta años de democracia, aspira bajo el gobierno de Javier Milei: estabilizar la economía, controlar la inflación, reducir drásticamente el déficit fiscal y sentar las bases del crecimiento económico y la reducción de la pobreza. Javier Milei fue el más votado en las elecciones PASO y en segunda vuelta superó por más de tres millones de votos a Sergio Massa, que formaba parte del Gabinete y era virtualmente un superministro. El peronismo con Perón o sin Perón, por un lado así como bajo el gobierno de Menen en los años noventa, demostró pragmatismo y cierta versatilidad programática. Luego de la renuncia del presidente Fernando De la Rúa en el año 2001, que siendo militante de la Unión Cívica Radical, no pudo contener la protesta social liderada por los peronistas en las calles de Buenos Aires, en especial; sobrevinieron sucesivos gobiernos peronistas de corta duración. La victoria de Néstor Kirchner en el 2003, se da en un contexto internacional favorecido por los precios altos de las materias primas.
En mi concepto bajo el liderazgo de Kirchner y de Cristina Fernández, luego, se gesta una nueva etapa en el peronismo, que siempre evocará emocionalmente a Juan Domingo Perón y a Evita Perón, por un lado, agregando formas nuevas de hacer política, sumándose internacionalmente a la corriente política adscrita al "socialismo del siglo XXI". La cercanía con Hugo Chávez, Lula, Evo Morales, el gobierno castrista de Cuba se hicieron evidentes. Superada la muerte de Néstor Kirchner en el 2010, producida la reelección de Cristina Fernández en el 2011 y el retorno al poder en el 2019 con Alberto Fernández, son la mejor prueba del peso político alcanzado, apoyados en un populismo desbordante clientelar.
Javier Milei ha insurgido contra la "casta política" arraigada en un sindicalismo mellado, pero con recursos. El kirchnerismo sin duda fue derrotado de manera contundente, a pesar de las dádivas del gobierno y del Ministro de Economía, Sergio Massa. La victoria de Milei, no solo es el triunfo de un economista sin militancia partidaria previa, sino que sobre todo ha representado una dura derrota para el Foro de São Paulo. Javier Milei con el apoyo de Patricia Bullrich y de Mauricio Macri en particular, logró vencer a todo un aparato político solventado por el Estado y que duda cabe con apoyo financiero internacional. El presidente Milei más allá de la retórica, está demostrando que ha comprendido la necesidad de forjar una coalición política, para poder contrarrestar la oposición peronista o kirchnerista en la Cámara de Diputados y el Senado. Argentina con un sistema federal, con un período de gobierno de cuatro años, con elecciones parlamentarias parciales en apenas dos años, requiere de acuerdos políticos mínimos.
Javier Milei hace pocos días en un Mensaje a la Nación, describió decenas de medidas económicas, que forma parte de centenares de normas legales dispuestas a desregular la economía y poner fin al control de precios y cambios, favoreciendo la libre contratación y la libre importación. Argentina, afectada de manera habitual por los grandes desequilibrios macroeconómicos, por altas tasas de inflación, encontrándose al borde de la hiperinflación, no puede optar por el gradualismo. Con cerca del 50 % de su población en pobreza, con un 30 % de trabajadores en pobreza, con un enorme potencial agrícola; sin embargo, no es posible de alimentar adecuadamente a toda su población, especialmente a la población entre cero y catorce años. Javier Milei considera que se está librando una "batalla cultural", que es necesario explicar y convencer al pueblo argentino, los fundamentos de la economía. Los más jóvenes y los más pobres están comprendiendo que la demagogia, la victimización, los subsidios ilimitados, la emisión inorgánica de dinero o el endeudamiento externo agudizan la crisis. La pobreza se reduce con crecimiento económico sostenido en el tiempo.
Javier Milei difiere políticamente de Nicolás Maduro, las dictaduras de Cuba y Nicaragua; así como va a replantear la relación comercial con Brasil en el seno del Mercosur. Su aproximación al gobierno de Israel, su condena al grupo terrorista de Hamás es explícita, así como la firme convicción de defender el liberalismo en el plano económico y político.
Argentina debe comprender que no basta ser campeón del mundo y que el camino hacia la estabilidad y el crecimiento requieren de acción política y acuerdos.
Javier Milei es un líder que está dejando cualquier estridencia, para dar paso a la mesura, para con frases tan simples "como no hay plata" explicar las limitaciones presupuestales de un erario cuyos fondos han sido dilapidados. La expresidenta Cristina Fernández ha sido condenada por los tribunales a una pena privativa de libertad. Por su parte, el presidente saliente Albero Fernández piensa establecerse en Madrid y el ex candidato Sergio Massa ha viajado con su familia al exterior. Los sucesivos gobiernos peronistas han estado marcados por la corrupción y una abierta incapacidad para la gestión pública, caracterizados por la demagogia y creer que se puede gastar ilimitadamente, sin importar las cuentas fiscales, ni la pérdida de reservas internacionales. Argentina ha incumplido sucesivos acuerdos con sus acreedores internacionales en los últimos veinte años. Javier Milei creo que está lejos de llevar una vida rodeada de lujos, derroche y dispendio. En la vieja tradición, especialmente peronista, creo que hay pocos ejemplos, o tal vez ninguno, de poner en práctica las normas de austeridad y probidad.