Este país se ha caracterizado por tener algunos personajes políticos que parecen intocables a pesar de tener pruebas en su contra. Afortunadamente, el escenario ha cambiado y podría significar por fin alguna medida drástica para el expresidente Martín Vizcarra. Con el desarrollo del caso "Los Intocables de la Corrupción", una obra de la fiscalía que revela una presunta red criminal que habría operado en el seno de Provías Descentralizado durante su mandato, al conocido ‘lagarto’ se le acaban las opciones.
Las acusaciones no son menores: liderar una organización criminal desde la cúspide del poder presidencial. El Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción en el Poder (Eficcop), señala a Vizcarra como el director de una película corrupta que habría orquestado el direccionamiento de obras desde el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
Según se argumenta, Vizcarra, junto a exministros como Edmer Trujillo y Carlos Estremadoyro, enfrentan la posibilidad de ser investigados por su presunta participación en una organización criminal. La fiscalía sostiene que la red, bautizada como "Los Intocables de la Corrupción", habría sido concebida y ejecutada aprovechando la estructura estatal del Poder Ejecutivo.
Sin embargo, la maraña legal complica las cosas. Al ser aforados, Vizcarra, Trujillo y Estremadoyro escapan por el momento de la investigación directa del Eficcop, dejando el caso en manos de la Fiscalía de la Nación.
La detención de Carlos Revilla, director ejecutivo de Provías Descentralizado durante el gobierno de Vizcarra, complica las cosas para el expresidente vacado. Revilla es señalado como uno de los eslabones fundamentales en esta red criminal. Los contratos bajo su gestión, cifrados en ingentes sumas de dinero, son la pieza central de la acusación.
Las modalidades delictivas que el Eficcop investiga incluyen el copamiento indebido del poder, lobbies ilícitos y contrataciones públicas fraudulentas. Los casos específicos de Samegua en Moquegua, Tintay en Apurímac, y Pampas en Ayacucho y Apurímac, son las obras que, según la investigación, fueron direccionadas desde el más alto nivel del Poder Ejecutivo, a cargo en ese entonces de Martín Vizcarra.
Esta red cercana a Vizcarra no solo involucra figuras políticas, sino también a personajes como Hugo Misad Trabucco, amigo de la infancia del expresidente, y otros exfuncionarios de su gestión cuando era gobernador en Moquegua. La red criminal parece extenderse más allá de la esfera política, involucrando amistades de toda la vida y dejando al descubierto conexiones que van más allá de lo meramente profesional.
La narrativa de Vizcarra como el intocable, el líder carismático (según la prensa insípida y sobona) que emergió tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski en 2018, parece desmoronarse. La justicia está tocando a la puerta de Martín Vizcarra, y su caída parece ser solo cuestión de tiempo. La película de los intocables, al menos para Vizcarra, parece llegar a su inminente y esperado final.