OpiniónMartes, 30 de enero de 2024
¿Una compra infame?, por Fernando Rospigliosi
Fernando Rospigliosi
Congresista de la República.

A los tres meses de entrar en vigencia el contrato de compra de diez mil fusiles israelíes Arad 7 al Ejército del Perú (EP), la institución castrense no ha recibido ninguno. Eso es lo que respondieron los altos mandos del EP el martes pasado, en la Comisión de Defensa del Congreso, cuando les pregunté sobre el avance en la entrega. Quedan 9 meses para que se cumpla el plazo, a un promedio de 1,111 fusiles al mes.

En cambio, el pago sí fue inmediato y por adelantado. En octubre pasado se entregó a la empresa israelí IWI el cien por ciento del monto pactado, 103 millones de soles (27 millones de dólares), una modalidad inusual, pues lo acostumbrado es que se vayan haciendo los desembolsos cuando el vendedor va entregando el producto.
Los funcionarios se comprometieron a enviar al Congreso el cronograma de entrega de los fusiles, cosa que no había ocurrido hasta terminar la semana.

La compra de los fusiles se realizó sin licitación ni concurso alguno. El EP desechó el trámite regular, a través de la Agencia de Compras de las FFAA y le pidió a FAME (Fábrica de Armas y Municiones del Ejército) que se encargue de la adquisición. Así, gracias a la ley 31684, FAME decidió comprar esos fusiles a dedo a la fábrica israelí IWI que es su “socio estratégico”. Socio también escogido a dedo.

El pretexto que se adujo al aprobar esa ley –y que se alega ahora para justificar esa adquisición sin licitación- es que es necesario desarrollar la industria militar en el país.

Supuestamente, según manifestaron los altos cargos militares, FAME recibe ahora los fusiles desarmados y los ensambla, para llegar en el futuro a fabricarlos. Una evidente falsedad. Nunca el Perú va a fabricar fusiles y competir con decenas de empresas en el mundo que los manufacturan. Se requiere una economía a escala, mercados, tecnología, etc., que están fuera del alcance del EP.

La argucia de la “trasferencia de tecnología” que se usa para justificar la compra sin licitación es tramposa. No hay tal. Los fusiles se ensamblan en mesas simples con martillos y destornilladores, como comprobé cuando visité FAME en noviembre.

Los fusiles Arad 7 calibre 7.62 x 51, son de reciente fabricación (2019) y no tienen experiencia de combate. El EP nunca los probó acá, como siempre hacen con las armas que compran. Fueron analizados en la planta del fabricante, en Israel, una cosa insólita.

Quien sí los examinó fue la Policía Militar de Minas Gerais, Brasil, el 27 y 28 de marzo de 2023 y concluyó su informe rechazando el arma por las fallas en su funcionamiento.

En síntesis, el EP requiere renovar el armamento obsoleto y hay que respaldar ese interés. Pero es necesario que las compras sean limpias para garantizar que la institución reciba material de comprobada calidad. La infame ley FAME, que posibilita adquisiciones oscuras, debe ser derogada para que no se repitan estos hechos.

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