OpiniónJueves, 1 de febrero de 2024
Poco pan, mucho circo, por Eduardo Vega Marisca

Hay quienes afirman que vivimos un gobierno de derecha, otros que es de izquierda moderada, y también quienes piensan que se trata nuevamente de un grupo de caviares con su famosa puerta giratoria. Sin embargo, a poco más de un año con “Dina en el Cargo”, creo que estamos frente a un gobierno de la nada o desgobierno puro, pues al tratarse nuevamente de una presidencia sin partido y sin aliados claros, lo único que vienen haciendo es que el Perú se siga cayendo a pedazos. A la par, el resto de nuestra clase política solo se dedica a hacer leña del gobierno mientras plantean y pelean batallas efímeras sin un norte definido.

No creo que sea el único que perciba que este gobierno no sabe hacer nada, y que solo está dejando pasar el tiempo tratando de llegar al 2026 o “hasta que el cuerpo aguante”. El consejo de ministros está absolutamente desgastado, y aun cuando se hace evidente que personajes como Otárola o Contreras (el único genio que aumenta impuestos mientras hay recesión) ya deberían irse, Dina no entiende que hace falta más dinamismo para salir del estancamiento en el que nos han colocado los excesos de aplicación de ideales progresistas.

Si se dan cuenta, aquí vivimos de show en show, escándalo tras escándalo, observando peleas innecesariamente mediáticas (Populistas) por el pago de tarifas de peajes, despidos de guardias presidenciales ineficientes, u otros que la prensa decide tomar para distraer a la opinión pública, mientras en paralelo los círculos de poder supuestamente organizados, juegan impunemente con la justicia con novelas absurdas como: V. Cerrón viviendo libre, P. Benavides removida arbitrariamente de su cargo como Fiscal de la Nación, el sobrinísimo Fry Vásquez C. se entrega, el “Español” sale en TV con declaraciones ambiguas de corrupción, mientras el nuevo ídolo de redes y noticieros alineados -H Colchado- hace un show de luces para trasladar a Fray, sin que nadie se ocupe de sacar al Perú del hoyo en el que sigue cayendo.

Dina regala caramelos y “el pueblo la jala de las mechas”, pero como la agresora es parte de las víctimas en las marchas, las defensoras de las mujeres aplauden y justifican la agresión, al mismo tiempo que piden a la PNP que en las comisarías se escuche a las mujeres que son maltratadas, pero si se hace parodia del evento, malo malote les cae chicote de los opinólogos de derecha; ¡tampoco se pasen! ¿Acaso tampoco tienen nada más que hacer?

Casi nadie se acuerda, ni mucho menos tiene claro si viene o no un FEN para este año; pero los ciudadanos se derriten con temperaturas récord en las calles, a la par que en ninguna región se observa los trabajos de prevención para el peor escenario , esperemos que no pase nada o que sea verdaderamente mínimo; porque si se vienen las lluvias en serio, no habrá como evitar nuevamente los desastres de siempre.

Los analistas confirman que el crimen organizado sobrepasa las capacidades del “Estado desorganizado”, en un escenario donde si continuamos mermando las capacidades de intervención de la PNP, al mismo tiempo que el Poder Judicial sigue siendo permisivo con los más avezados, probablemente terminaremos siendo rehenes o presos de los delincuentes en nuestras propias viviendas. Es como vivir en estado de negación respecto de lo que ya se ha visto en otros países de la región como Ecuador, Venezuela o Nicaragua; y la verdad no se entiende si nuestras autoridades no quieren ver las señales o si acaso están coludidas para permitir que nos pase lo mismo.

Pareciera que la consigna fuera: “No sabemos hacer nada, pero no queremos irnos sobre todo porque aun no sabemos bien como sacar provecho de nuestra posición, o no hemos asegurado cómo no caer presos a la salida”. Sin importar realmente cual sea la consigna, sí está más que claro que con la misma estrategia mediocre, nadie va a invertir un cobre en el país; y con ello el hambre, la falta de trabajo, la delincuencia y la corrupción avanzan en un escenario ideal para la desgracia.

Visto el panorama, cada día se hará más evidente y necesaria la salida de Dina; más aún si consideramos que existen grupos de presión interesados en aprovecharse una vez más del escenario confuso y posiblemente violento para forzar los resultados de una futura elección. O, ¿Acaso creen que en esas provincias donde capea la famosa “justicia popular” -que no hace sino imponer el parecer de una masa dirigida-, existe espacio para una verdadera democracia? La presencia de personajes con ideales de opresión como Antauro o grupos delincuenciales que dominan zonas liberadas como Pataz, no van a permitir que los resultados de ninguna elección sean transparentes.

Aun así, la mayor preocupación de la prensa está en el partido político del hermano de Dina o con las “amigas cercanas” del premier - hasta la guerra con la “Caviarpolitik” por la JNJ ha pasado a segundo plano con el cambio de escena en la Fiscalía-; por lo que no nos queda sino hacer un llamado a las honrosas excepciones de decencia en el Congreso, para que retomen las riendas de las reformas electorales necesarias para mejorar y reforzar el sistema democrático, porque si le jalan el piso a Dina más temprano que tarde, solo vamos a tener un resultado igual o peor que la elección de Pedro Castillo. Los Romanos hablaban de “Pan y Circo” y el mayor problema del Perú es que hay poco pan, pero mucho circo.

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