El reciente conflicto contractual entre Paolo Guerrero y el club Universidad César Vallejo no es solo un episodio más en el mundo del fútbol nacional; es un espejo que refleja una realidad más profunda y compleja de nuestra sociedad. Este caso trasciende las canchas y nos invita a reflexionar sobre la esencia y el poder de los contratos en la organización social y económica de Perú.
En el corazón del liberalismo, los contratos son vistos como la manifestación más pura de la libertad individual. John Locke, ya destacaba la importancia del contrato social como cimiento de la sociedad civil, asegurando la protección de la propiedad privada y la libertad de los individuos. En este sentido, los contratos no son meros documentos legales; son expresiones de voluntad y compromiso entre personas libres.
Pero los contratos son mucho más que eso. Son esenciales para el mantenimiento del orden social. Friedrich Hayek nos enseñó que el orden espontáneo de la sociedad se basa en reglas de conducta generales, y los contratos son una de estas reglas fundamentales. Al establecer derechos y obligaciones claros, los contratos reducen la incertidumbre y fomentan la confianza y la cooperación, elementos indispensables para la convivencia pacífica y productiva.
En el terreno económico, la importancia de los contratos es innegable. Son el motor que impulsa la economía de mercado, facilitando el intercambio y la asignación eficiente de recursos. Douglass North resalta la importancia de las instituciones, incluidos los contratos, en el desarrollo económico. Los contratos promueven la innovación y el crecimiento al proporcionar un entorno seguro para la toma de riesgos y la experimentación empresarial.
Sin embargo, la efectividad de los contratos depende de un sistema legal robusto que asegure su cumplimiento. La seguridad jurídica es fundamental para la confianza en el sistema contractual y, por ende, para la libertad económica y política. Como señalaba Milton Friedman, estas libertades son inseparables y dependen de un marco legal que proteja los derechos individuales y garantice la justicia contractual.
Para comprender plenamente la importancia de los contratos, debemos considerar la teoría de los costos de transacción de Ronald Coase. Los contratos no solo facilitan el intercambio, sino que también minimizan los costos asociados a las transacciones, como la búsqueda de información, la negociación y el cumplimiento. Al reducir estos costos, los contratos permiten una mayor especialización y eficiencia en la economía, impulsando el crecimiento y la prosperidad.
En Perú, el respeto y la protección de los contratos son esenciales para fortalecer la confianza en las relaciones comerciales y personales, y para promover un desarrollo económico sostenible. El caso de Paolo Guerrero nos invita a reflexionar sobre la importancia de los contratos y la necesidad de un sistema legal eficaz que garantice su cumplimiento.
Es hora de reconocer y valorar el papel fundamental que juegan los contratos en la construcción de un Perú más libre, justo y próspero. Debemos promover la educación y la conciencia sobre la importancia de los contratos y la seguridad jurídica, no solo entre los empresarios y los profesionales del derecho, sino también entre la ciudadanía en general. Solo así podremos asegurar un futuro más prometedor para nuestro país, aprendiendo a cumplir nuestra palabra y la expresión de nuestra libertad que representa, el llamado contrato.