El programa “Beto a Saber” del 21 de marzo en Willax, difundió preocupantes revelaciones sobre cómo la mano derecha del controvertido Gustavo Gorriti, director de la ONG IDL Reporteros, mantenía conversaciones con el fiscal carioca Deltan Dallagnol, quien estuvo a cargo de la mega investigación del caso LavaJato en Brasil.
La evidencia es una documentación judicial proveniente de Brasil, donde se compilan conversaciones en la aplicación Telegram entre Romina Mella, la periodista de IDL y persona de confianza de Gorriti, y el fiscal Dallagnol.
La mano derecha de Gustavo Gorriti habría sido “mandadera” del fiscal Pablo Sánchez Velarde.
El rol de Mella habría sido de una “emisaria o relacionista” entre el entonces titular del Ministerio Público, Pablo Sánchez Velarde (Fiscal Supremo Titular de Perú desde el año 2005), y Dallagnol. En uno de los mensajes difundidos por en el programa “Beto a Saber” se encuentra una invitación especial que la periodista, como si fuera una secretaria, le hace al fiscal brasilero a una actividad:
“La Fiscalía del Perú está organizando una conferencia internacional sobre corrupción y lavado de dinero personificada en el caso LavaJato desde la perspectiva de la investigación fiscal, pero también con la participación de periodistas de investigación, Las autoridades peruanas, especialmente la Fiscalía General de la Nación, están muy ansiosas por invitarlo como orador”.
“También sería una buena oportunidad para coordinar acciones puntuales con el Fiscal de la Nación, Pablo Sánchez ¿Quién sería el funcionario designado en su oficina para coordinar la invitación? Esperemos que te interese”, se lee en otro de los mensajes mostrados por el programa, el cual está escrito en un tono que correspondería a una encargada de relaciones públicas, logística o secretaria de la Fiscalía y no a una periodista de investigación.
Esta información complementaría las declaraciones del colaborador eficaz, Jaime Villanueva, quien habría afirmado que Romina Mella tuvo un espacio de trabajo en el despacho del fiscal José Domingo Pérez del Equipo Especial Lava Jato, donde ella habría revisado documentos clasificados, utiilizando una computadora para realizar diversas tareas.
El programa “Beto a Saber” lanza dos preguntas interesantes, a las que también nos adherimos: “¿Porqué la fundadora de IDL-Reporteros tenía que hacer esta invitación a nombre de la Fiscalía de la Nación?¿Qué poder ostentaba para ofrecer coordinar acciones puntuales con la máxima autoridad del Ministerio Público?”.
En ese sentido, el abogado Humberto Abanto dijo a Willax que Pablo Sánchez Velarde “tendrá que explicarnos a todos por qué necesitaba la interacción de la representante de una organización no gubernamental con un fiscal de Brasil, que era el jefe de la fuerza de tarea cuando además el Perú tiene firmado un convenio de cooperación judicial que facilita todas estas cosas”.
Parece que ese convenio judicial no se habría respetado, pues otro de los mensajes revelaría una posible relación de cercanía entre los periodistas de IDL y Deltan Dallagnol:
“Querido Deltan, en primer lugar recibe un cordial saludo desde Lima, Perú; Espero estés bien. Escribo porque Gustavo Gorriti, mi editor y yo, viajaremos a Curitiba el 27 de noviembre y nos quedaremos allí como una semana. Como ustedes saben, en IDL Reporteros estamos trabajando desde 2015 en una investigación conjunta…”.
Esta comunicación revelaría una fecha aproximada desde cuándo IDL Reporteros habría estado involucrado (aunque se desconoce hasta qué punto) en el trabajo de la Fiscalía relacionado al caso Lava Jato y expondría totalmente a Gorriti como un posible entrometido, especialmente a través de su mano derecha, en tareas de competencia del Ministerio Público.
Al respecto, el ex gerente de la Escuela Ministerio Público, Luis Alberto Pacheco manifestó su indignación por que la forma en la que Romina Mella trata a Dallagnol en los mensajes “demuestra que ella tiene autoridad y seguridad en cuanto a una condición: la de representante de la Fiscalía y por eso es que se permite hacer una invitación de esta naturaleza y de fechas”.
¿Cómo se obtuvieron estas conversaciones?
El reportaje de “Beto a Saber” asegura que estas comunicaciones habrían sido obtenidas por piratas informáticos en el 2019 al hackear los teléfonos de fiscales brasileños involucrados en el caso Lava Jato, quienes habían filtrado mensajes por Telegram.
Estas conversaciones revelaron las coordinaciones entre el juez Sergio Moro y el equipo de fiscales que investigaban el caso Lava Jato, cuyo jefe era Deltan Dallagnol.
Humberto Abanto explicó a Willax que en Brasil “se decía que era Moro el que estaba dirigiendo la estrategia de investigación y no el fiscal. Esto hizo que las autoridades judiciales brasileñas dictaran un levantamiento del secreto de las comunicaciones entre Dallagnol y Moro. Es así como se obtienen siete tiras de información de Dallagnol”.
Entre todas estas comunicaciones, se encontraban unos 115 diálogos entre Romina Mella y Dallagnol, que datan del año 2015.
Romina Mella y Dallagnol habrían sostenido conversaciones a través de Telegram.
¿IDL Operadores políticos?
Basándose en toda la evidencia revelada, Luis Alberto Pacheco afirmó a “Beto a Saber” que todo ello “demuestra que Romina Mella era y sigue siendo una operadora política con escritorio en el despacho de José Domingo Pérez y que además era relacionista publica del despacho de la Fiscalía de la Nación”.
La interferencia de la mano derecha de Gorriti se sumaría a un historial de operaciones políticas en las que el director de IDL habría estado involucrado. A fines de febrero de este año, el programa dominical “Contracorriente” de Willax lanzó un reportaje donde el ex fiscal supremo de Panamá, José Antonio Sossa Rodríguez, denunció el “modus operandi” de Gorriti para destruir su imagen pública, chantajearlo y manipular las noticias en su contra cuando este era director de informaciones del diario panameño La Prensa durante la década de los 90´.
Por otro lado, el pasado 30 de enero, Jaime Villanueva indicó que el director de IDL Reporteros habría dirigido la investigación del caso “Los Cócteles”, por la que el fiscal José Domingo Pérez solicitó 30 meses de prisión preventiva contra la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori.
“Le pagaban su bono y él (Gorriti) se hizo cargo del Caso Cócteles. Ya expliqué la relación con Gustavo, que era un poco el que dirigía la investigación. Gustavo venía bastante seguido a hablar con Pablo Sánchez. De hecho, Gustavo intercedió y hasta exigió que se contrate al fiscal [Stefan] Lenz”, contó Villanueva.
Toda esta información está mermando la imagen del periodismo independiente de investigación que tanto defiende Gustavo Gorriti y sus subordinados de IDL. Cada vez más se evidencia que no sería un periodista, sino un operador político que utilizaría esa profesión como una pantalla para sus verdaderas intenciones.
El país merece que el fiscal Pablo Sánchez y los periodistas Romina Mella y Gustavo Gorriti den explicaciones.