Antauro Humala se ha vuelto el enemigo público número uno de gran parte de la nación y acapara una exagerada cobertura mediática.Es por ello que, desde el Poder Legislativo, diversas bancadas están intentando que se apruebe un proyecto de ley para evitar que criminales como él puedan ser candidatos al cargo más importante del país. Pero son otro tipo de criminales los que pueden llegar a tener más chances de llegar a Palacio de Gobierno.
Desde la izquierda, se busca hacer creer que Antauro será su candidato oficial, de ahí ciertas nuevas y distractivas alianzas. Esto con el fin de que los sectores democráticos pongan la mira en él, mientras atan los cabos necesarios para lanzar su verdadero proyecto: un candidato que entre comillas invoque a la cordura, la prudencia y la experiencia entre radicales como Humala y la segura fragmentación de los derechistas.
El candidato del que hablamos es Martín Vizcarra Cornejo, ex presidente actualmente inhabilitado para ejercer la función pública.
El denominado “lagarto” no se ha alejado de la esfera política en todo este tiempo. Inscribió su partido, Perú Primero, a mediados del año pasado y está llevando una campaña de redes sociales extremadamente efectiva. En redes como Tik Tok, por ejemplo, ya cuenta con más de 600 mil seguidores.
Quien diera un golpe de Estado el 30 de septiembre del 2019, deja entrever cuál es su estrategia en redes sociales. En su retórica predomina el victimismo frente a la injusticia del sistema judicial. Y celebra acciones como la del fiscal de la nación, Juan Carlos Villena, quien archivó la investigación en contra del ex mandatario en el caso de las pruebas rápidas del Covid-19. Un acto de impunidad manifiesta.
Este archivamiento no es por ninguna parte una coincidencia. Está enmarcado dentro de un plan de futuras absoluciones para Vizcarra, con miras a proyectarlo como candidato presidencial. El regreso de Zoraida Ávalos a la fiscalía y el sostenimiento de la Junta Nacional de Justicia va en la misma dirección.
La cúpula de la izquierda caviar no pretende ser representada por Antauro Humala, solo lo utilizan. Además, confunde a la población y a sus rivales dándole brillo mediático a otros chivos expiatorios como el partido Lo Justo, que es muy probable que no llegue a inscribirse, y la candidatura de López-Chau, un bluff “académico”.
El verdadero plan de la cúpula caviar es volver a apostar por quien les fue efectivo y los encumbró en lo más alto del poder. Más temprano que tarde, cierto sector del Poder Judicial buscará levantar el impedimento de postular a Vizcarra. Sin lugar a dudas.
Con esto no queremos decir que personajes como Antauro no sean una amenaza. Todo lo contrario. Buscamos esclarecer quién es el mayor enemigo, quién posee mayor poder y cómo están tratando de engañar a la población y a otros sectores políticos. A los radicales se les puede ganar en las urnas, a los mafiosos que controlan el “estado profundo” será más complicado. Ya van varias elecciones en las que los demócratas perdieron contra ellos.