El Perú, una vez más, se encuentra bajo el escrutinio de los representantes de la izquierda internacional. Nuevamente, se pretende subyugar nuestra soberanía, sometiéndola a los designios de una agenda ideológica progresista y socialista. Esta semana, dieciséis embajadas y delegaciones de diversos foros internacionales, entre ellas las de Estados Unidos, Canadá, Francia, España y Reino Unido, han suscrito un comunicado manifestando su oposición a la propuesta legislativa de modificar la ley que regula la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), con el propósito de incrementar la transparencia y supervisión de los recursos gestionados por las Organizaciones No Gubernamentales (ONG).
Estas críticas desmesuradas ocultan intereses más profundos, pues el proyecto en cuestión refleja una realidad presente en muchos de los países firmantes del comunicado, como Estados Unidos y Reino Unido. En otras palabras, estos países rehúsan permitir en Perú una supervisión de los recursos de las ONG que ellos mismos practican en sus propios territorios.
En nuestro país, las ONG han disfrutado durante años de una considerable libertad en comparación con otras entidades privadas, beneficiándose de una normativa indulgente y poco fiscalizadora. Esta semana se ha revelado que diversas organizaciones no gubernamentales internacionales financian en la sombra a varios medios de comunicación peruanos, con el fin de promover sus agendas.
Es indudable que la izquierda busca controlar la opinión pública y, ante su incapacidad para formar un partido político que convenza a la ciudadanía, ha optado por otra vía: dominar el sector de los medios de comunicación mediante convenios estratégicos. Dos de los organismos que estarían financiando radios, podcasts y diarios son IDEA Internacional y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), una agencia del gobierno estadounidense supuestamente destinada a brindar ayuda exterior. Este financiamiento se disfraza de altruismo, pero en realidad persigue objetivos políticos propios de la izquierda.
El director de IDEA Internacional, en defensa de estos pagos, ha declarado que el Perú es el país con el mayor porcentaje de personas dispuestas a aceptar un golpe de Estado si este contribuye a frenar la corrupción; precisando, además, que nuestra vida democrática está en riesgo. Ante estas aparentes preocupaciones, justifica que la entidad decida intervenir en los medios de comunicación, supuestamente para combatir esta situación.
Estas organizaciones pretenden imponer su versión de los hechos a través de los medios que financian, buscando popularizar su narrativa entre la población. El objetivo evidente es manipular la opinión pública, todo ello bajo el manto de un falso altruismo social. Actúan así porque no desean ningún tipo de control, temiendo que se descubran sus verdaderas intenciones. Utilizan las plataformas que financian para oponerse a cualquier iniciativa desfavorable a sus intereses, como el proyecto de ley para modificar la APCI.
Temen a la transparencia porque prefieren operar en las sombras, donde es más fácil propagar su agenda. Esa es la verdad del asunto. Si las ONG fuesen más supervisadas, sus actos supuestamente altruistas no pasarían inadvertidos y les resultaría mucho más difícil manipular los medios de comunicación. Alegan preocuparse por la democracia y la institucionalidad, y acusan que este cambio normativo iría en su contra, a pesar de que en los países "del primer mundo" sí existe transparencia y supervisión.
Este control a los medios de comunicación, los cuales se han prácticamente vendido a una ideología es preocupante. Es momento de abrir los ojos y empezar a cuestionar. Es momento de analizar los fines detrás de los medios de comunicación y de quienes los financian. Quieren que aceptemos una sola versión de los hechos, la que ellos desean mostrar, para así mantenernos en el engaño y en la ignorancia. ¿Lo que nos dicen es la verdad o es solo lo que nos quieren contar? Hoy ya no sabemos qué creer. Ya no nos brindan información, sino juicios de valor como si fuesen noticia.