Javier Valle Riestra entregó su vida a la causa del aprismo, demostrando hasta el final de sus días que mantuvo con firmeza sus convicciones en pro de la construcción de una democracia social de Pan con Libertad en el Perú. Valle Riestra creía que la libertad debía ser afirmada en toda América Latina, poniendo fin a todo tipo de tiranías. En los años de la dictadura de Odria, supo que era necesario resistir para encontrar una salida política luego de un ochenio marcado por la falta de libertades. Con motivo de las Elecciones Generales de 1962, tuvo el coraje de rectificar y a través de una columna de opinión manifestó que votaría por Víctor Raúl Haya de la Torre en los comicios generales de ese año. Fue elegido Regidor Metropolitano en las Elecciones Municipales de 1966.
Cuando se produce el golpe de Estado del 3 de Octubre de 1968, pasa a ser un tenaz opositor de la dictadura militar. Durante su permanencia en España, ejerce con brillo su carrera; retornando al Perú durante la segunda fase del gobierno militar. Participa en actividades partidarias en 1977, cuando aún al interior del gobierno militar, no existía la total convicción de convocar a una Asamblea Constituyente en 1978. El 6 de enero de 1978 se inicia la campaña liderada por Víctor Raúl Haya de la Torre, con una gigantesca manifestación en la Plaza San Martín. Javier Valle Riestra fue electo constituyente en junio de ese año, siendo parte de la Asamblea Constituyente que presidió el jefe del aprismo. Fue uno de los constituyentes más destacados de la Asamblea, participó activamente en los debates y propuso iniciativas relevantes en materia de Derechos Humanos y en el diseño de órganos novedosos como el Tribunal Constitucional y la justicia supranacional. Javier Valle Riestra siempre defendió la legitimidad de la Constitución Política de 1979, manifestando reparos sobre el origen de la Carta Política de 1993.
Valle Riestra fue un disciplinado diputado durante el segundo gobierno de Belaunde, siendo reelecto diputado por Lima en las Elecciones Generales de 1985. La victoria del APRA y de Alan García en 1985 fue contundente, habiendo cumplido Javier Valle Riestra un papel determinante durante los largos debates ocurridos durante ese quinquenio. Participó activamente de la campaña electoral de 1990, liderada por Luis Alva Castro. El 5 de abril de 1992, cuando Alberto Fujimori perpetró un Golpe de Estado, Javier Valle Riestra era miembro del Senado de la República.
Durante pocas semanas ejerció la Presidencia del Consejo de Ministros en 1998, no dudando en renunciar cuando comprobó que el gobierno fujimorista no tenía interés en fortalecer la institucionalidad democrática en el país. Cuando Alan García retorna del exilio en el 2001, se inicia una etapa nueva en la política nacional y un proceso de relanzamiento del APRA como partido en el escenario nacional. Alan García participa de la segunda vuelta electoral en el 2001. El APRA lidera la oposición al gobierno de Alejandro Toledo. Durante esos años, Javier Valle Riestra no deja de ser parte del debate político y constitucional que se desarrolla, con miras a restituir la Constitución de 1979 o en su defecto modificar la Constitución de 1993. La opinión de Valle Riestra expresada en diversas entrevistas, columnas de opinión o conferencias, siempre fue relevante.
Fue electo Congresista en el 2006, acompañando desde la Célula Parlamentaria Aprista la gestión de gobierno del presidente Alan García. Javier Valle Riestra a lo largo de su vida, demostró compromiso político con un partido como el APRA, que señaló nuevos derroteros desde su etapa fundacional. En los últimos años de su vida, se mantuvo activo publicando con regularidad columnas de opinión, defendiendo las libertades frente a cualquier amenaza totalitaria. Con motivo de la celebración de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) no dudó en expresar su júbilo, publicando columnas de reconocimiento y homenaje a la lucha centenaria de un pueblo.
Admiró siempre a Víctor Raúl Haya de la Torre, más de una vez expresó que en el aprismo encontró el afecto y la fraternidad, que todos buscamos en la vida. Desde la tribuna parlamentaria, desde el foro y la academia sembró aprismo, poniendo en alto el nombre del gran movimiento continental aprista integrado por trabajadores manuales e intelectuales. Javier Valle Riestra fue un intelectual que comprendió desde joven, que el Perú debía ser transformado bajo la inspiración de grandes ideales y propósitos. Cada generación de apristas se nutrió de las luchas más heroicas y de determinados referentes partidarios.
Javier Valle Riestra será siempre un referente en la historia del aprismo. Se sintió orgullosamente aprista y recuerdo que en una entrevista televisiva, afirmó su deseo de que en su epitafio quedara registrada la frase "fue aprista". Víctor Raúl Haya de la Torre y la generación que fundó el APRA marcaron un nuevo destino. Javier Valle Riestra, nacido a inicios de los años treinta del siglo pasado, fue testigo de una larga lucha que aún no ha concluido. El APRA tiene una tarea histórica que cumplir en un país, que necesita alcanzar sus grandes objetivos nacionales. Javier Valle Riestra tendrá siempre un lugar como jurista, parlamentario o político en la historia nacional, pero no dudemos que siempre tendrá un lugar en la historia del aprismo.