Donald Trump ha ganado las elecciones en Estados Unidos y se convierte en el presidente número 47 en la historia del país. Su regreso a la Casa Blanca representa un triunfo contundente para el Partido Republicano, pero también ha encendido las alarmas entre los sectores progresistas, quienes ven en el magnate una amenaza para los principios democráticos estadounidenses. Algunos críticos incluso lo han catalogado como un peligro para la estabilidad democrática del país.
En este contexto, El Reporte conversó con el periodista Francisco de Pierola, quien ha seguido de cerca el proceso electoral en Estados Unidos. De Pierola analizó los diversos paradigmas que rodean a Trump, abordando temas como el “adolescentrismo progresista” que ha surgido en algunas figuras públicas, así como el impacto del rotundo triunfo del exmandatario.
Hablemos sobre Donald Trump, ya ganó las elecciones, aún no asume, pero ya es un hecho que ha ganado la presidencia de Estados Unidos.
Tú lo has dicho muy bien, Donald Trump todavía no es el presidente, pero ya es el electo, y lo que ha llamado la atención, en los últimos días, desde que ya superó esa valla de los 270 votos del colegio electoral para asumir la presidencia, es que ya comenzó a designar algunas personas, ya lo vemos bastante proactivo. Una proactividad que siempre es bien recibida de parte de un político, porque ya anunció a quienes va a elegir, como distintos secretarios dentro de su gabinete, ya anunció algunas políticas, algunas medidas que va a tomar, entonces eso nos da una buena indicación, una indicación positiva del camino, del rumbo que va a tener Estados Unidos desde que Trump asuma la presidencia el próximo año.
Se ha visto que el tema de la guerra en Rusia y Ucrania también está declinando a raíz de que Donald Trump ha asumido.
La Tercera Guerra Mundial era algo que no era tan descabellado pensar en un futuro cercano, porque la situación internacional había escalado drásticamente, y eso es en parte porque si Estados Unidos no tiene un liderazgo fuerte, por supuesto que sus enemigos, sus rivales, no van a verlos con el temor con el que deberían. Vemos cómo cuando Donald Trump fue presidente no se comenzó ningún conflicto.La mera presencia de él como un líder fuerte representaba la amenaza saludable que debe representar Estados Unidos como líder de Occidente ante sus posibles enemigos y sus actuales enemigos. Hay una anécdota muy interesante, que dice mucho acerca del coraje que tiene Donald Trump y las características de coraje que representan o que debe entender un presidente de Estados Unidos, que es que cuando ellos que estaban ya a punto de retirarse de Afganistán, estaba Donald Trump en un cuarto en una habitación con varios generales de Estados Unidos y conversando con los líderes de los talibanes, o sea, con terroristas y les dice “yo me voy a retirar, pero con mis condiciones”, les dice “si tú tocas el pelo de un estadounidense yo te voy a matar a ti”, le dice eso al terrorista en su cara y le enseña una foto de la casa del terrorista como diciendo "yo no estoy jugando, yo no soy un progre hipersensible, yo soy Donald Trump y acá las cosas van en serio". Es el tipo de coraje, de pantalones que se necesitan en un presidente y creo que hemos visto efectivamente que desde que ya ganó las elecciones tanto los líderes de Palestina como los de Israel están celebrando porque saben que la presencia de Donald Trump es la necesaria para apaciguar o para calmar las aguas en el Medio Oriente y también seguramente en la guerra que hay entre Rusia y Ucrania.
Robert F. Kennedy será el nuevo secretario de Salud. Mencionabas hace rato que ya hay designaciones para el próximo año.
Yo creo que cuando él entra a la campaña de Donald Trump, dice mucho acerca del actual Partido Demócrata.Robert F. Kennedy es el sobrino del expresidente asesinado John F. Kennedy, es el hijo de Bobby Kennedy, que también en su momento fue asesinado cuando era candidato al partido demócrata en las primarias. Los Kennedy son un bastión del partido demócrata y que un Kennedy haya ido a apoyar al Partido Republicano dice mucho acerca del estado actual, asquerosamente progresista, del Partido Demócrata. Robert F. Kennedy Jr. lo que tiene en particular es que es un hombre que rechaza muchas concepciones ya zanjadas presuntamente por las élites farmacéuticas o las élites de la industria alimentaria. Él está en contra de los alimentos que han producido obesidad en los Estados Unidos. Él quiere poner un freno e incluso su lema; así como Trump tenía Make America Great Again, él tiene Make America Healthy Again. Hay que hacer de Estados Unidos un país saludable otra vez. Estados Unidos tiene un porcentaje de obesidad gigantesco y es curioso cómo tienes estas industrias alimentarias o farmacéuticas que te dicen “oye no comas carne, pero dale al McDonald's, dale a la papa frita, dale a la coca cola, azúcar, dale a los cereales”, como si no pasara nada, incluso el progresismo critica a las personas que cuestionan la obesidad. Según ellos, hay que celebrar la obesidad como si fuera un estilo de vida digno, lo cual es totalmente falso. Es una enfermedad que debe ser tratada y debe ser evitada. Entonces creo que representa un cambio porque en la administración Biden, al menos quien era subsecretario de salud, era un transexual. Era un hombre disfrazado de mujer que quería decirle a Estados Unidos acerca de salud. Honestamente, no me parece la persona con más calificaciones, sino que simplemente representaba a una minoría oprimida y en eso se basa el progresismo.
Robert F. Kennedy será nuevo secretario de Salud de Donald Trump.
¿Para ti fue sorpresiva la victoria de Donald Trump? Salieron muchos cuestionamientos con respecto a él durante la campaña, principalmente lo del Capitolio.
Yo confiaba en que sí ganaba, pero pensé que iba a ganar por mucho menos. Creo que ha sido una victoria apabullante y demuestra mucho cómo ha perdido el poder la prensa tradicional, han perdido poder las celebridades que salieron de manera muy caprichosa, muy madura, muy adolescentrista.Creo que Agustín Laje en su libro, “La generación idiota” hace muy bien en resaltar ese adolescentrismo que es la característica de los progresistas, que son incapaces de asumir la responsabilidad de sus acciones y que constantemente viven y buscan estar en una situación de victimización para poder culpar al sistema y poder buscar que el Estado resuelva sus problemas. Entonces veíamos esta seguidilla de actores de Hollywood que deliberadamente decían: "yo voy a votar por Kamala Harris porque Trump es el malo, es el diablo, es el demonio, es Lucifer, es el fin de la democracia, es un dictador". Y decían incluso que yo me voy del país si sale Donald Trump.Miley Cyrus dijo eso, Oprah Winfrey, Tom Hanks, en fin, o sea, un montón de actores que incluso a uno le da pena porque son actores que han representado a personajes importantes, y terminan dañando su carrera significativamente. Creo que Zapatero a tus zapatos. Fue una sorpresa, la victoria apabullante, más no la victoria.
¿A qué crees que se deba esta victoria apabullante de Donald Trump?
Yo creo que un actor importante en la victoria de Donald Trump ha sido Elon Musk. Elon Musk ha dicho varias veces que siempre votó demócrata, pero él le ha declarado la guerra al progresismo porque el progresismo le arrebató a su hijo, lo convenció a él y a su pobre hijo de que en realidad era una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre. Entonces él le ha declarado la guerra al progresismo. Yo creo que es la mejor adquisición, el mejor jale que ha tenido la derecha conservadora o al menos el antiprogresismo, el antiliberalismo ha sido la presencia de Elon Musk que con la compra de Twitter lo que ha permitido es tener una plataforma que sea libre de sesgos, es que cada quien diga lo que le dé la gana, acá no vamos a censurar a la gente por presuntamente discurso de odio, si no es que la gente puede decir lo que le da la gana, pero los progresistas que nuevamente son adolescentristas, son inmaduros, son caprichosos, consideran esta libertad como justamente un peligro para la democracia, un peligro para sus propios intereses, por eso es que llaman discurso de odio a todo aquel discurso que sea políticamente incorrecto y la corrección política es un término que fue acuñado justamente en la Revolución Rusa para tratar de neutralizar todo discurso que indistintamente si fuera cierto o no, fuera contrario a los intereses del partido único, vemos ahora cómo es que la misma persecución, la misma censura, se está aplicando de parte del globalismo, de parte del progresismo, solamente que hay que recordar que el progresista es un animal muy parecido al ser humano, pero bastante astuto también, entonces se ha apropiado del lenguaje, se ha apropiado de palabras que ya las personas los perciben como directamente y únicamente suyos, como amor, inclusión, paz, armonía, en fin, una serie de palabras que son propias de los progresistas. Entonces cuando tú eres el paladín de la supuestamente del amor, de la inclusión, de la tolerancia, cualquier persona que haga un comentario que puede perjudicar tu agenda automáticamente debe ser catalogado como una persona en contra del amor, en contra de la paz, en contra de la inclusión, en contra de la diversidad, en contra de la democracia. Es un mecanismo bastante útil que se ha repetido a lo largo de la historia, pero yo creo que el mundo está despertando, el mundo está despertando.
¿Consideras que a raíz de la victoria de Trump puede cambiar la percepción de los demócratas a nivel mundial?
Creo que sí, y la gente, como tú bien sabes, no vota de manera racional, sino que vota de manera emocional.Entonces, tenemos, por un lado, que la academia, las artes, los medios de comunicación han sido dominados por esta izquierda progresista, esta izquierda globalista, a nivel internacional. Entonces, si la audiencia percibe el mismo mensaje que viene de esos tres sectores importantes que componen otra vez la cultura, que son las artes, los medios de comunicación y la academia, si bien el mismo mensaje, o una especie de casi cacofonía, una repetición constante de lo mismo, por parte de distintos actores de diferentes industrias, pero es el mismo, la audiencia siente que esa es la realidad, la audiencia siente que esa es la verdad absoluta, el camino único para poder ser parte de la sociedad, porque los seres humanos somos gregarios por naturaleza y estamos constantemente buscando la pertenencia. Entonces, si tienes este mensaje que te dice "Este es el camino, esta es la verdad absoluta", el individuo, para poder ser parte de y no ser rechazado de su comunidad, de su grupo social, de su grupo profesional, va a tratar de emular lo que otros consideran que es lo correcto. Pero una vez que se devela esa realidad y se ve que en realidad solamente son una minoría muy pequeña los que realmente creen en estas falacias, en estas ridiculeces progresistas, y, por otra parte, vemos que la mayoría somos nosotros, personas que utilizamos el sentido común, la cordura, para hallar la verdad, que utilizamos el método científico para hallar la verdad, que utilizamos el empirismo para hallar la verdad, y que no nos basamos simplemente en las emociones para hallar la verdad, entonces vamos reconociéndonos unos a otros y vemos que no somos menos, sino que, por el contrario, somos más. Entonces, ser de derecha deja de ser un estigma, como lo fue durante mucho tiempo. Yo recuerdo que hace ocho años, cuando Trump salió presidente, decir que uno era derecha estaba mal visto, no se podía decir, era señal de ser un desalmado, era señal como de ser un feudalista. Había mucha ignorancia, mucho miedo de decir, soy de derecha. Salió Trump y con los pantalones que representa, hubo una serie de personas que emularon el mismo movimiento, que llevaron el estandarte de la derecha, de la libertad, de la vida, de la familia, con esperanza nuevamente. Yo creo que esta segunda victoria de Trump es tal vez incluso mejor.Ha sido la manera en la que ha sido, que si hubiera sido ocho años seguidos de Trump. Porque al mundo le encantan las historias del comeback, el que regresa, el que está derrotado y se levanta nuevamente. Estados Unidos ha sido siempre un excelente productor de historias justamente de esa naturaleza. Vimos cómo Donald Trump fue presidente, luego fue derrotado en las urnas hace cuatro años y ahora ha tenido una victoria apabullante. Porque recordemos que no solamente ha ganado en el colegio electoral, sino que también ha ganado el voto popular. Algo que no hacían los republicanos desde el año 2000, con la primera elección de George Bush, hijo. Así que sí, yo creo que definitivamente es una ola fuerte, porque el antisistema siempre ha sido apropiado, que siempre ha sido fácil de digerir para los jóvenes, que por su naturaleza contestataria adoptan este antisistema. El antisistema ya no es la izquierda, el antisistema ahora es la derecha.
¿Crees que aquí el Perú estaría próximo o cerca a poder volverse un país republicano?
Sí, bueno, lamentablemente el país sigue siendo muy fujicentrista a nivel político. Entonces acá aquí no son tanto las guerras entre globalistas y patriotas, como se suele decir, que son las batallas políticas en otros países, sino acá la política termina siendo fujimorista o antifujimorista.Basamos en el anti, recuerdo una entrevista muy buena, una columna muy buena de Jaime de Althaus, que decía que el partido más importante del Perú era el antifujimorismo. Esa es una pena, lamentablemente, que el anti-algo, que ni siquiera es algo material, porque el fujimorismo no es una religión, no es una doctrina per se, es un partido medianamente de derecha, porque también tiene algunos chispazos más de populismo propios de la izquierda. Pero no estoy seguro, honestamente, sin estas próximas elecciones, que además ha tenido muchas dificultades, porque las reformas electorales que mandó a hacer el lagarto Vizcarra han terminado perjudicando severamente la democracia electoral al menos, vamos a tener 50 partidos políticos, una atomización repugnante, vamos a tener un Congreso muy atomizado, muy fragmentado desde el comienzo, y cuando tienes una fragmentación tan amplia, cuando tienes dos candidatos que llegan a la segunda vuelta con tan poca aprobación, la legitimidad de estos gobernantes o de estos políticos comienza muy por debajo, y cuando el gobernante no tiene la legitimidad, no tiene el arraigo popular, es muy difícil hacer gobierno, porque las otras fuerzas naturalmente van a unirse con el simple propósito de joder.
Mira la entrevista completa aquí: https://youtu.be/rfDJuvboKlA