¿Regreso inesperado? El Tribunal Constitucional ha emitido diversos pronunciamientos en la última semana, que han levantado controversia en el país. La prensa se enfocó en la sentencia que anuló la condena al prófugo de la justicia, Vladimir Cerrón, por el caso Aerodromo de Wanka quien hace más de un año se viene burlando de la justicia peruana.El líder de Perú Libre, sin embargo, no tiene todo ganado, dado que sigue habiendo una orden de prisión preventiva en su contra por el caso Antalsis y aún falta que haya una sentencia firme sobre el el caso del Aeródromo de Wanka. Lapicitos, no piensen que su líder aparecerá pronto. Sin embargo, el pronunciamiento del TC respecto a la exfiscal de la Nación, Patricia Benavides, no ha recibido los reflectores que merece. Una vez más todo gracias a la inserción caviar en el país.
Benavides, convertida en chivo expiatorio por la controvertida Junta Nacional de Justicia (JNJ), podría ser exonerada de los procesos disciplinarios que enfrenta. Según su abogado, el aprista Jorge del Castillo, el TC también decidirá si la participación de los magistrados Inés Tello y Aldo Vásquez en los procedimientos contra Benavides fue legítima, dado que ambos habían sido suspendidos por vulnerar la Constitución. Recordemos que Tello excedió la edad máxima para ejercer como miembro de la JNJ, lo que derivó en su inhabilitación por el Congreso, junto con el vicepresidente de la entidad, Aldo Vásquez.
Sin embargo, en un acto que pone en entredicho la separación de poderes, el Poder Judicial anuló esta decisión del Congreso y restituyó a ambos magistrados, a pesar de su flagrante infracción constitucional.
Con las desgracias políticas que hemos venido viviendo en los últimos meses, el país se ha olvidado de las graves faltas que cometió la JNJ en los últimos años. Una entidad que representa perfectamente el parásito caviar que se encuentra enquistado en el Estado peruano. Una entidad que se vendió a Gorriti y a IDL, después de ser instaurada por el delincuente de Martín Vizcarra, quien necesitaba un órgano legal que lo defendiese a él y a sus buitres.
En medio de las crisis políticas que nos han golpeado en los últimos meses, el país parece haber olvidado las graves irregularidades cometidas por la JNJ en los últimos años. Esta entidad es el reflejo perfecto del parasitismo caviar enquistado en el Estado peruano, subordinada a los intereses de Gorriti y el IDL, tras haber sido instaurada por Martín Vizcarra, quien necesitaba de un blindaje legal para él y sus buitres.
La JNJ ha sido un actor clave en bloquear que la justicia alcance a la izquierda nacional. Patricia Benavides, quien se convirtió en su principal adversaria, fue víctima de una estrategia calculada para apartarla.
Sin embargo, el reciente fallo del Tribunal Constitucional ofrece un destello de esperanza. Benavides podrá continuar su defensa y, si triunfa, podría recuperar su cargo. Este desenlace amenaza a la JNJ y a sus aliados, ya que las consecuencias serían profundas. Una eventual restitución de Benavides podría marcar el inicio del desmoronamiento de los caviares enquistados en el órgano que designa y destituye a jueces y fiscales. Además, cuestionaría la legitimidad de todas las decisiones tomadas desde la reposición de Tello y Vásquez.