Entre el 18 y 19 de junio de 1986, hace 39 años, terroristas pertenecientes a la organización terrorista sendero luminoso -que eso es y así se le debe llamar y no pcp-slpor más que no le guste a Lerner y a su CVR- detenidos en tres penales de la capital que estaban a cargo del Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE) creado en 1985, se amotinaron a sangre y fuego con exigencias inaceptables para el país. En uno de ellos, ubicado en la isla El Frontón, se encontraban los de mayor peligrosidad quienes ni bien pusieron un pie ahí -a partir de 1983- convirtieron el pabellón en el que fueron recluidos en un bunker, totalmente controlado por ellos, quienes se hallaban ahí por disposición del Poder Judicial en condición de inculpados por terrorismo. Ello ocurría a vista y paciencia de las autoridades políticas de la época. Se les había regalado a los terroristas un centro de operaciones perfecto, donde se tiene conocimiento que incluso entraban y salían en las embarcaciones propiedad del estado y hasta planeaban atentados ahí mismo. No olvidar.
Los senderistas tomaron rehenes desafiando al país.
Aquello sucedió previo al congreso de la Internacional Socialista con sede en Lima en su XVII versión, cuyo anfitrión fue el presidente socialista Alan García. De inmediato el gobierno, en uso de sus facultades constitucionales, ordenó a la Guardia Republicana develar los motines, y al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas darle cobertura, correspondiéndole a la Marina de Guerra el penal de El Frontón. Los subversivos muy bien atrincherados y pertrechados se negaron a rendirse, pese a las reiteradas conminaciones de las autoridades políticas que se hicieron presentes en la isla. Por aquella época se estaba muy dispuesto a darles concesiones a los terroristas. Basta recordar la reunión clandestina que tuvo el representante del gobierno aprista, Javier Valle Riestra con un cabecilla del MRTA en 1985. No olvidar.
Diario La República, Vale Riestra y el terrorista Varse dialogando muy cómodos.
No hubo alternativa, se tuvo que emplear la fuerza. Al verse sobrepasada la Guardia Republicana el gobierno ordenó la intervención de la Marina de Guerra. Se entabló un combate el dia19.
En la operación fue herido el entonces Capitán de Navío y Comandante de la Fuerza de Operaciones Especiales (FOE) Luis Giampietri Rojas, héroe de la Pacificación Nacional, y murieron los técnicos IMA Marino Palacios, Edilberto Jiménez y el alumno IMA Marco Ramírez, heroico joven que intentó salvar la vida de su jefe, el Capitán de Fragata Luis Enrique De la Jara quien tendido sobre la explanada adyacente al edifico del llamado pabellón azul se desangraba luego de recibir un impacto de bala de un francotirador terrorista que se hallaba bien parapetado en el segunda planta del bunker. El Comandante de la Jara, valeroso y veterano guerrero naval, también héroe de la Pacificación Nacional, fue extraído de la zona de muerte desfalleciente y casi muerto tras una extraordinaria acción por su temeridad y valor, que condujo el entonces Teniente Segundo Carlos Tello Aliga, hoy contralmirante en retiro, comando Chavín de Huántar, otro héroe de la Pacificación Nacional que aún sigue enjuiciado por esta operación. El terrorista finalmente sería abatido, en combate, pagando con su vida sus crímenes.
Lima 1986, asisten a la cumbre, Alan García, Armado Villanueva, Javier Diez Canseco, Willy Brant, Hortensia Bussi viuda de Salvador Allende, Carlos Andrés Pérez entre otros.
Producto de su desafío demencial al país, murieron varios terroristas.Tenían que cumplir con la cuota de sangre que el violador de derechos humanos Guzmán les exigía, en consecuencia, con el culto fanático que inculcaba el cabecilla terrorista a sus mesnadas como las llamaba. Los que se rindieron fueron entregados a las autoridades competentes. La Marina de Guerra del Perú cumplió fiel y profesionalmente con la misión asignada, esto es rescatar a los rehenes y recuperar el penal.
El área de operaciones
Sin embargo, casi 40 años después, los valientes marinos que participaron en esa operación continúan siendo víctimas de una persecución judicial terca e ignominiosa, hecho que a la Marina de Guerra del Perú indigna. Un abuso injustificable impulsado por el Instituto de Defensa Legal (IDL), y sus tan conocidos y oscuros propósitos.
Es importante recordar que el Capitán de Navío Juan Carlos Vega Llona en 1988 uno de los lideres navales a cargo de las fuerzas que intervinieron, fue asesinando en La Paz por senderistas en 1988, mientras que otro de sus lideres, el Capitán de Navío Héctor Lazo Galliani recientemente falleció bordeando los 80 años, seguía procesado.
Conocí de cerca al Comandante Lazo jefe de departamento disciplina de la Escuela Naval cuando ingresé en 1988. Recuerdo muy bien su presencia y su conducción delproceso inicial de adecuación a la vida naval que 169 jóvenes emprendimos. Un oficial de conduta ejemplar y profesionalismo intachable. ¿Había derecho a que finalizase sus días enjuiciado por cumplir con su deber?
¿Cuándo se pondrá fin a esta afrenta de algunos operadores de justica, con sabrá Dios que propósitos subalternos, contra quienes pusieron en riesgo sus vidas para derrotar al elemento terrorista que sólo buscaba la destrucción de nuestra sociedad?
¿Es aceptable que en un estado de derecho no se cumplan los fallos del máximo órgano constitucional esto es del Tribunal Constitucional como está sucediendo en este caso respecto a que la prescripción del proceso?
¡Basta de seguir victimizando a los terroristas! ¡Basta de seguir tergiversando la historia reciente de nuestro país, por la influencia de la perversa izquierda cosmopolita y sus tontos útiles y algunos acomodados cobardes y traidores -muy pocos felizmente a bordo al menos muchos menos que los de 1948- que vistiendo uniforme se han prestado estas últimas décadas para contribuir a la venganza de los derrotados!
Algún día tendrán que rendirle cuentas al país ante una justicia justa y desideologizada y verdaderamente[T1] democrática, todos aquellos que han sido instrumento de la venganza de los cobardes comunistas violadores de derechos humanos y degolladores de niños que fueron derrotados por las FFAA, la PNP y los Comités de Autodefensa (CADs).
Con las lecciones obtenidas en la operación y la incorporación de técnicas de los comandos extranjeros más experimentados en antiterrorismo urbano, poco después la Marina de Guerra del Perú creó la Unidad Especie de Combate (UEC) que tantos éxitos obtuvo durante la Pacificación Nacional, unidad de elite que dominó técnicas de combate urbano, antimotines y explosivos. Esta operación fue el antecedente de la Operación de Chavín de Huántar, donde la UEC estuvo lista para actuar de inmediato y en la que también participó personal naval que puso en riesgo su vida en junio de 1986.
Los héroes navales de la operación El Frontón
La gesta del 18 y 19 de junio de 1986 aún está pendiente de ser considerada efeméride naval como propuse oficialmente en su momento. Su cuota de sangre nos enorgullece a los marinos herederos de los ínclitos guerreros como Grau, Aguirre, Palacios, De los Heros, Guise, Fanning, Astete, More, Dueñas, Celendón, Unanue y tantos otros, y en particular a quienes llevamos en nuestras venas la herencia familiar de más de cien años de servicios a la Patria en la institución que más prestigio goza en nuestra sociedad: la Marina de Guerra del Perú.
Termino estas líneas haciendo un modesto homenaje al Almirante Giampietri, al Contralmirante Vega Llona, al Capitán de Navío Lazo y a los técnicos Palacios y Jiménez, al alumno Ramírez y a todos los marinos que hicieron posible la recuperación del penal del El Frontón en lo que constituyó la primera operación exitosa de rescate de rehenes durante la lucha contra el terrorismo.
Honor y Gloria a los héroes navales de El Frontón.