La corrupción no es un fenómeno reciente en la humanidad. Es un lastre arrastrado por siglos que motivaron incluso a Platón a escribir un capítulo especial sobre la corrupción de los políticos (Capitulo VIII) en su libro La República. Dice el filósofo griego: “Los políticos inmorales. Todo lo que nace está sujeto a corrupción y, tampoco ese sistema de gobierno perdurará eternamente, sino que se destruirá”; en otro momento afirma: “Aquel almacén que tenía cada cual lleno de riquezas, ése es el que pierde al tal gobierno, porque comienzan por inventarse nuevos modos de gastar dinero y para ello violentan las leyes y las desobedecen".
La Biblia advierte también sobre la corrupción. Por ejemplo, en los 10 Mandamientos dice: “No codiciarás bienes ajenos”, “No robarás”, y “no darás falso testimonio ni mentirás”. Asimismo, hay algunos versículos sumamente interesantes como en Tito 1:15-16: “Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada es puro, sino que tanto su mente como su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con {sus} hechos {lo} niegan, siendo abominables y desobedientes e inútiles para cualquier obra buena”. Tremendo versículo para reflexionar.
Este texto es una poderosa sentencia contra aquellos creyentes inmersos en actos de corrupción como la primera dama, una mujer que se presenta como evangélica, y contra todos aquellos que dicen obedecer a las leyes divina, pero, en la práctica, no lo hacen. La Iglesia Católica se ha pronunciado de algún modo sobre los graves problemas penales que afronta el actual gobierno, pero ningún movimiento evangelista lo ha hecho hasta el momento, ¿Se olvidaron del mandamiento bíblico contra la corrupción?
Las malas artes de algunos para hacerse de poder o de dinero, sin tener derecho a poseerlo o a merecerlo, le arrancan la oportunidad de tener una vida digna a los que menos tienen. Este es un punto fundamental que los peruanos deben considerar y, sobre todo, quienes profesan de la fe en Dios y hablan de solidaridad con el prójimo. Es trágico que quienes gobiernan invoquen a Dios como su guía y luego hagan tabla rasa de los libros sagrados.
Las iglesias que aun gozan de la libertad de culto y que son responsables de su rebaño (bíblicamente hablando), deben tener un alto grado de consecuencia frente a las evidencias criminales irrefutables contra Pedro Castillo, su esposa, familiares, paisanos y amigos, que la Fiscal de la Nación ha presentado ante el Congreso. Hay que cumplir con la Ley de Dios, si, pero también cumplir la Ley del Hombre.
La comunidad cristiana no puede encandilarse con los falsos testimonios de autoridades o de la gente del poder. Tarde o temprano esta gente le dará el zarpazo para arrancarlos de su iglesia, de su feligresía, humillados o defenestrados de la tierra que hoy los alberga. Marchemos juntos, pero no lo hagamos para la izquierda, la derecha, el centro o cualquier otro lado, marchemos hacia la defensa de la vida, la paz, la libertad y la democracia. #ReaccionaPerú. Basta ya. Sí se puede.