OpiniónMiércoles, 11 de enero de 2023
Carta abierta a la PNP, por Eduardo Vega Marisca

Estando a las inmensas críticas que viene recibiendo la Policía Nacional del Perú (PNP), creo que es importante resaltar ante la opinión pública la importancia al cese de las críticas poco objetivas y satanizadoras que se les viene haciendo por parte de una parte importante de la prensa y espectro izquierdo de la política nacional.

Se les ha dicho asesinos, desproporcionados, abusivos y demás porque en ejercicio legítimo de su trabajo -que no es nada menos que la defensa de los derechos de la mayoría-, se ha producido la muerte de 40 personas (todas supuestamente a manos suyas).

A nadie le informan que las batallas que libran para reestablecer el orden público, defender la libertad de trabajo y la propiedad de terceros, siempre se llevan a cabo en clara desventaja numérica. Y, sin embargo, no dejan de atender su deber.

A nadie le cuentan que, los palos y piedras y demás pirotecnia de los que también son víctimas, generan heridos (y graves) entre sus filas, que cuando la “turba enardecida los alcanza” les pegan y maltratan, a veces hasta dejarlos en estados convulsivos, y nadie intenta defenderlos/ayudarlos.

Peor aún, la atención y rescate de los agentes que son tomados como rehenes (secuestrados) no se puede llevar a cabo sin una innecesaria humillación previa, en la que muchas veces se incluye el robo de su armamento, con un posible proceso sancionador para ustedes por la pérdida del armamento.

A nadie le informan que, antes de que pueda dar inicio a las acciones violentas, lo usual en su proceder es que exista una aproximación de sus agentes con los representantes de la población, para pedir la calma y que cuando proteste lo haga sin excesos. Y que sin embargo su actuar es residual ante el desborde generalizado promovido por azuzadores y agentes políticos que incluso son capaces de mandar a sus huestes a provocarlos directamente para obtener un resultado político.

Parece que nadie recuerda que al final de los eventos todos tenemos que vernos las caras, ustedes regresar a sus puestos y continuar librando batallas contra la delincuencia, el terrorismo y el narcotráfico; en defensa de quienes hoy los hieren al “amparo de la protesta”.

Nadie recuerda que los efectivos policiales son tan ciudadanos como los que gritan, tiran palos y piedras. Tienen una vida, familias y temores como cualquier ser humano, por lo que cuando hacen uso de la fuerza a la que está autorizados, tampoco están pensando en hacer un daño irreparable contra quienes están extasiados.

El día de ayer (10/01/23), lamentablemente hemos tomado conocimiento de que uno de sus agentes ha sido secuestrado, asesinado e incinerado de la manera más vil y canallesca por supuestos insurgentes, ello solamente demuestra que un importante grupo de los que ustedes combaten hoy en día, solo piensan en imponerse a base de terror y zozobra. De otra manera, ¿Cómo se explica que se incendie y vandalice locales comerciales?, ¿Por qué se amenaza y ataca a quienes deseen trabajar?, ¿Cuál es la justificación para atacar un aeropuerto, un centro comercial, una farmacia o cualquier otro negocio?

Desde aquí recordamos que toda muerte es lamentable, y peor aún que es posible que algunas se hayan producido en el marco de los excesos y confusiones que se generan durante las protestas, pero tengamos en cuenta que, si fuera cierto que la PNP estuviera haciendo abuso de sus facultades como lo insinúan a diario muchos políticos y opinólogos, las muertes por estos eventos superarían en centenares las 41 víctimas que hoy día podemos registrar. Esto no justifica que deban producirse esas muertes, ni mucho menos que NO debe investigarse qué fue lo que pasó con nuestros compatriotas caídos en el último mes, a cuyas familias debemos expresar nuestro pésame.

Siempre se debe recordar que, dentro del régimen de Estado de Emergencia, es legítimo el uso del armamento que les ha sido entregado para la defensa del estado de derecho y la ciudadanía, y que es riesgo de todo ciudadano exponer la vida cada vez que hay desacato a la autoridad. Por lo que resulta de suma importancia recordar a la población que ninguna vida vale el rédito de que se cuelgan los políticos.

Desde aquí, solo me queda agradecerles por su función y pedirles no desfallecer en la lucha. Se viven momentos complicados en el Perú. Es importante que sepan que la mayoría de los peruanos sabemos y entendemos lo difícil que debe ser para ustedes y sus familias, el que continúen haciendo su trabajo.

Cuando era niño, mi abuelo siempre nos repetía: “los policías son los primeros representantes del presidente y por ese simple hecho, aunque ninguno de ellos sea de tu simpatía, merecen todo tu respeto, porque representan a la Ley”. Este mismo concepto intento transmitirlo a mis hijas, porque dentro de las cosas más básicas y necesarias para la subsistencia de nuestra sociedad, tenemos que inculcar el respeto por la autoridad.

Vía WhatsApp dele click a este link: https://bit.ly/3QxZGr1

También puede ingresar a nuestra cuenta de Telegram: https://t.me/elreporteperu