La fallecida lingüista peruana Martha Hildebrandt comentaba de manera recurrente y didáctica los dichos o palabras de uso común, como lo hiciera alguna vez refiriéndose a la frase “por angas o por mangas”, de la siguiente manera: “Este modismo adverbial, que significa ‘de todos modos’, tiene como primer elemento, angas, que no existe en castellano y solo está allí para hacer contrapeso consonántico con mangas (16/08/2014 diario El Comercio). Es decir, que esté bien o mal, llueva, truene o relampaguee, sea cierto o falso, justo o injusto, violento o pacífico, legítimo o no, quienes están predispuestos en algún cometido, lo harán, a pesar de cualquier circunstancia. Así parece suceder hoy en la violenta política peruana.
Así es el empecinamiento enfermizo de la izquierda radical, que de una u otra manera, de todas las maneras, o de cualquier manera, nos quieren imponer su revolución “socialista” por “angas o por mangas”. Para este propósito no les interesa mimetizarse en el sistema democrático como “demócratas”, incluso usando las leyes que ellos mismos combaten, dejando emerger de las profundidades de sus resentimientos toda la perversidad posible para petardear esa misma democracia sin compasión alguna. El dolor y el sufrimiento estarán “asegurados” y será el precio que tendremos que pagar por resistirnos al sometimiento político en marcha.
Así podemos decir que el desastroso gobierno de Pedro Castillo, cuyo primer paso fue legalizar los organismos de fachada “Conare” o “Movadef”, intentar pasar por el Congreso la “nueva Constitución”, o tratar de construir Fuerzas Armadas paralelas para “implementar” las condiciones políticas, económicas o sociales, fueron las acciones encubiertas de la izquierda radical para ponernos en el camino del socialismo.
El fallido y torpe golpe de estado del 7 de diciembre 2022, que abrió las puertas de caos y la violencia, como el asesinato del sub oficial PNP José Luis Soncco y la quema de comisarías en Puno, el asalto a comisarías en Arequipa, los bloqueos de carreteras criminales que no respetan ni la vida de las personas llevadas de emergencia en las ambulancias, entre otros, muestran el verdadero rostro de los seudo revolucionarios, infiltrándose en las justas demandas de diversos grupos sociales, para arrastrarnos hacia el abismo político por el que nadie ha votado.
Mientras tanto, la parsimonia gubernamental para imponer el orden parece, más bien, alentar a que las hordas criminales se apoderen del país. No es posible que hasta hoy no se haya tomado la decisión de iniciar la estrategia integral del uso de la fuerza, al cual el Estado tiene el derecho legal y legítimo, para poner freno al desorden y al caos, obligando a retroceder a los facinerosos.
Anteponer el orden requiere, por lo tanto, tener un conocimiento cabal de las estrategias enemigas, de todas aquellas formas criminales que se han erguido para dañar a los ciudadanos. Las hipótesis que se manejan sobre qué organizaciones terroristas están en contubernio, deben permitir combatirlos con eficacia, evitando el mayor costo social posible.
Estamos seguros que una fuerza pública (FFAA y PNP) bien entrenada, profesional, firmes, eficaces, patrióticas y con la moral en alto, terminarán por derrotar a quienes hoy son una afrenta para la democracia, la vida y la paz. Sí se puede.