Las fuerzas del orden en horas críticas. A la desbordante ola de violencia desatada tras el golpe de Castillo, ahora se suma la despiadada reaparición del Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP), movimiento que tiene en sus filas a remanentes de Sendero Luminoso y a narcotraficantes. Este último sábado 11 de febrero ejecutaron un ataque mortal en el Vraem: asesinaron a sangre fría a siete suboficiales de la División Nacional de Operaciones Especiales de la Policía Nacional (Dinoes) y a una mascota (Marcos) que había adoptado esta unidad. En esta emboscada, en la que hubo un sobreviviente, quien posteriormente fue traído a Lima para recibir atención médica, se dio cuenta preliminarmente de que el cabecilla del MPCP y ex senderista Víctor Quispe Palomino, camarada ‘José’, seguiría operando y de que ahora este clan subversivo está dispuesto a exceder sus margenes. Esto último porque es la primera vez que atacan cerca a Pichari, distrito altamente resguardado.
La emboscada se dio alrededor de las 9:45 de la mañana, de acuerdo a la información brindada por el Ministerio del Interior, que es liderado por Vicente Romero Fernández. Los suboficiales, quienes pertenecían a la comisaría del centro poblado Natividad, distrito de Pichari (Cusco), estaban realizando, desde una camioneta blanca de placa EPF-602, “labores propias de su función en el anexo Minirini”. La versión preliminar es que sus verdugos primero los atacaron con explosivos. Ya neutralizados, se acercaron a los agentes para ejecutarlos. Incluso, por las evidencias que dejó la escena del crimen, varios habrían sido rematados con disparos en la cabeza.
Los caídos fueron: Alfredo Loyaza Carbajal (suboficial técnico de primera); Luis Alberto Cerrón Palacios (suboficial técnico de segunda); Wilder Eliseo Conozco (suboficial técnico de primera); Ivan Muñoz Fasabi (suboficial técnico de primera); Sandro Lorenzo Villegas Corahua (suboficial técnico de tercera); William Edgar Quispe Anchay (suboficial técnico de primera) y Saúl Luis Huarco Samaniego (suboficial técnico de tercera). También aprovecharon para eliminar a Marcos, un can que había sido adoptado por uno de los técnicos y que apoyaba con el trabajo de la División Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes). Asimismo, pudieron robar dos fusiles AKM y una pistola.
Sin embargo, la misión de los narcoterroristas, que tienen una fuerte presencia de Sendero Luminoso a quienes usan mayormente como grupo protector, no se completó. Hubo un sobreviviente. Se trata del capitán PNP Edwin Mego Villogas. Tras ser hallado con vida, fue traído a Lima, específicamente a la Dirección de Aviación Policial (DIRAVPOL) de la Policía Nacional, desde donde después fue llevado al Hospital Nacional PNP Luis N. Saenz, lugar en el viene recuperándose.
La víctima de los narcoterroristas fue recibida por el comandante general de la Policía Nacional del Perú (PNP), Raúl Alfaro Alvarado, quien dio más alcances sobre el ataque.
“Se está trabajando para dar con el paradero de los responsables de este cobarde atentado contra nuestros colegas. Por ahora, sabemos que han sido emboscados en una zona con vegetación densa, donde han atacado a los efectivos y se han llevado dos fusiles AKM y una pistola”, indicó. “Nuestros valerosos policías estaban destacados en el VRAEM. Ellos cumplían una misión de actividades contrasubversiva y también hacían control en la zona urbana y rural. En el lugar del atentado terrorista se han encontrado casquillos de fusiles tipo de Galil”, agregó. “Tenemos claro que las actividades policiales que realizan en el VRAEM son contra el narcoterrorismo. En estos momentos todo está en materia de investigación, y muy pronto vamos a llegar a la verdad (...) Sabemos que sus huestes (del camarada ‘José’) operan en esta zona y está en materia de investigación. Lo que tenemos claro es que los que han perpetrado este cobarde atentado son elementos narcoterroristas”, complementó.
Asimismo, mencionó que “la PNP está consternada por las pérdidas de estos valientes policías” en este “hecho criminal y cruel”. “Lamentamos profundamente la pérdida de estas siete vidas que de manera heroica cumplían su servicio en la zona del VRAEM. Vamos a velar por cada uno de ellos para que tengan inmediatamente todos los beneficios conforme a ley. También, los acompañaremos a las exequias que corresponden”, finalizó el comandante Alfaro.
La gestión de Pedro Castillo fue un gran retroceso y el actual panorama es el testimonio. Mientras las calles se levantaron casi de forma automática tras el golpe de Estado del profesor chotano, como una suerte de complicidad, ahora, al tener a las fuerzas del orden concentradas en disuadir esta rebelión, se le dio una ventaja a otro grupo criminal: el Militarizado Partido Comunista del Perú, que es una reinvención de Sendero Luminoso. ¿Cuál va a ser la escena final de esta decadente función nacional?